Threads, la flamante creación de Meta bajo la tutela de Mark Zuckerberg, irrumpió en escena con el estruendo propio de un cohete de papel en sus primeros cinco días, alardeando de haber conquistado 100 millones de suscripciones. Sin embargo, esta meteórica ascensión ha resultado ser más efímera de lo que los estrategas de Meta hubieran deseado, ya que en cuestión de un mes, la participación en esta plataforma ha caído en picado y los esfuerzos por mantener cautiva a su audiencia se han vuelto demasiado evidentes.
El desplome de la actividad en Threads es ineludible, con una disminución del 82 % en usuarios activos diarios desde su lanzamiento, tal como apunta Sensor Tower. La cifra de apenas 8 millones de individuos que aún frecuentan la aplicación diariamente es un contraste lacerante si se confronta con los imponentes 237 millones de usuarios diarios que se pasean por el reino de Twitter.
No es solo la base de usuarios la que ha perdido su encanto en un abrir y cerrar de ojos, sino también la duración del compromiso. En su estreno, los usuarios se entregaban a Threads en un promedio de 14 ocasiones, derrochando 19 minutos preciosos en la vorágine de la aplicación. Hoy, esa emoción se ha desvanecido y los usuarios apenas la abren en un promedio de 2,6 veces al día, con una pálida estancia de menos de tres minutos, según Sensor Tower.
Un desinflamiento en la participación de las celebridades también ha dejado en claro que Threads no es el escenario soñado para los iconos de la cultura pop. A pesar de las descargas estratosféricas que llegaron a los 120 millones en su primer mes, los famosos parecen estar restando importancia a la plataforma. Kim Kardashian se sumó con discreción, manteniendo un perfil fantasma. Katy Perry, Ellen DeGeneres, Bill Gates y otros nombres rutilantes dieron sus primeros pasos con ímpetu, solo para disminuir su presencia con el paso del tiempo.
Ellen DeGeneres, una de las primeras en saltar al barco Threads, pasó de su tuit viral de los Óscar en Twitter a mensajes esporádicos en esta nueva red. La mismísima DeGeneres, quien en su momento conquistó la cima de la viralidad con su selfie, ahora apenas murmura en Threads, con su última publicación hace semanas.
En el caso de Shakira, la luminosa estrella de la música, el entusiasmo inicial se ha transformado en una existencia apenas ocasional en Threads.
Zuckerberg, el genio detrás de la cortina, alardea de resultados sorprendentes en el esfuerzo de Meta por cautivar a las masas con Threads. No obstante, su retórica de optimismo parece algo prematura, dado el marcado retroceso en la participación. Ahora, las esperanzas se centran en retener lo que queda y, eventualmente, en expandir la comunidad, aunque el mismísimo Zuckerberg admite que la rentabilidad podría tardar años en manifestarse.
La metamorfosis de Threads en el último mes es notable. La plataforma, que parece ser una copia a medias de Twitter rebautizada por Elon Musk como «X», permite a los usuarios publicar fotos, videos y breves textos de 500 caracteres, ofreciendo una experiencia similar, aunque apagada. Los cambios recientes, como la adición de un feed cronológico al estilo de Twitter, sugieren que la inspiración parece provenir más de la competencia que de una visión creativa genuina.
En este torbellino de transformaciones, Zuckerberg ha prometido más adiciones en el futuro cercano, incluida una función de búsqueda y la accesibilidad a través de la web. A pesar de estos desarrollos, Threads sigue careciendo de mensajería directa y la ausencia de hashtags y etiquetas deja un vacío en el mundo de las tendencias y los temas candentes.
