En este siglo XXI que estamos viviendo, lleno de redes sociales y de mensajes incoherentes, la ligereza se ha convertido en el ingrediente más habitual de la comunicación humana. Esto que cuento a continuación sólo es un ejemplo de cómo podemos estar bromeando con situaciones futuras que igual lamentamos dentro de un par de décadas.
Porque el futuro siempre ha sido un tema de especulación y fascinación para la humanidad. A medida que avanzamos en la tecnología y la inteligencia artificial, el futuro que se perfila ante nosotros se vuelve cada vez más incierto y, en algunos aspectos, inquietante. Una de las tendencias que está tomando fuerza en los últimos años es el desarrollo de robots humanoides con inteligencia artificial (IA). Aunque estas creaciones tecnológicas aún están en sus primeras etapas, es importante considerar el impacto que podrían tener en un futuro próximo.
La inteligencia artificial es un campo de la ciencia de la computación que busca desarrollar sistemas capaces de realizar tareas que requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, la toma de decisiones y la resolución de problemas. En la actualidad, la IA se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, desde asistentes virtuales en teléfonos inteligentes hasta sistemas de recomendación en plataformas de streaming. Sin embargo, los avances en IA no se detienen aquí, y uno de los desarrollos más intrigantes y desafiantes es la creación de robots humanoides.
Los robots humanoides con IA son máquinas que imitan la forma y, en cierta medida, la funcionalidad del cuerpo humano. Estos robots están diseñados para realizar una variedad de tareas, desde la asistencia en el cuidado de personas mayores hasta la ejecución de trabajos peligrosos en entornos hostiles. A medida que avanzan las investigaciones y se perfeccionan los algoritmos de IA, es probable que estos robots se vuelvan más sofisticados y versátiles.
Sin embargo, a medida que nos acercamos a un futuro en el que los robots humanoides con IA sean una realidad común, también debemos considerar los problemas y desafíos que podrían surgir. Uno de los aspectos más preocupantes es el impacto que estos robots podrían tener en la fuerza laboral humana. A medida que los robots se vuelvan más capaces, podrían desplazar a los trabajadores en una amplia variedad de industrias, desde la manufactura hasta la atención al cliente.
Además, la creación de robots humanoides con una apariencia cada vez más similar a la humana plantea preguntas éticas y sociales importantes. ¿Cómo deberíamos tratar a estos robots? ¿Tienen derechos? ¿Cometerán delitos? ¿Podrían ser utilizados para fines malignos o incluso para la creación de ejércitos de robots letales? Estas son cuestiones que la sociedad deberá abordar a medida que la tecnología avance.
The Creator
Un ejemplo reciente que ilustra estas preocupaciones es la película ‘The Creator’, dirigida por Gareth Edwards. La trama de la película se desarrolla en un mundo distópico en el que se desencadena una guerra entre la inteligencia artificial y los humanos. En esta película, un ex agente de fuerzas especiales es reclutado para eliminar al Creador, el arquitecto de una IA avanzada que podría poner fin a la guerra, pero también a la humanidad.
Lo que hace que ‘The Creator’ sea aún más intrigante es la estrategia de marketing utilizada para promocionarla. Durante un partido de fútbol americano de la NFL entre los Chargers y los Dolphins, se colocaron actores maquillados para parecer robots humanoides en las gradas. Estos actores no mostraban ninguna expresión y parecían observar su entorno de manera inquietante. Además, fueron grabados y mostrados en la pantalla grande durante la transmisión del partido.
Este enfoque de marketing, aunque siniestro, sirve para destacar la creciente convergencia entre la realidad y la ciencia ficción en lo que respecta a la inteligencia artificial y los robots humanoides. Si bien los «robots» en el partido de fútbol eran actores humanos, su apariencia y comportamiento evocan preguntas sobre cómo será el mundo cuando los verdaderos robots humanoides con IA sean una presencia común en nuestra sociedad.
Imaginar un futuro en el que los robots humanoides con IA sean espectadores en un partido de fútbol es solo el comienzo. La realidad podría ser aún más desafiante. Estos robots podrían desempeñar roles en una amplia variedad de industrias, desde la medicina hasta la educación, y podrían interactuar con los humanos de maneras que hoy en día solo podemos imaginar.
Para abordar estos desafíos de manera efectiva, es esencial que la sociedad comience a pensar en cómo regular y controlar el desarrollo y la implementación de la IA y los robots humanoides. Se deben establecer estándares éticos y legales sólidos para garantizar que estos avances tecnológicos se utilicen de manera responsable y en beneficio de la humanidad.
Además, es fundamental que la sociedad esté preparada para adaptarse a los cambios que la IA y los robots humanoides traerán consigo. Esto incluye la capacitación de la fuerza laboral para competir en un mercado laboral en evolución y la promoción de una mayor conciencia pública sobre las implicaciones éticas de la IA.
También podría ser como se plantea en otras películas de ciencia ficción como Terminator o Matrix, que al final esos robots humanoides y todos esos sistemas de inteligencia artificial acabasen tomando el control del planeta y considerando a la especie humana un enemigo. No sé por qué este punto de vista es sistemáticamente ignorado en todos los análisis pero tengo la sensación de estar viendo una situación parecida a la que ocurría en la película No mires arriba que hace algún tiempo triunfó en Netflix.