Una empresa francesa sustituye a la mitad de sus trabajadores por una inteligencia artificial
Que la inteligencia artificial va a sustituir a muchos trabajadores es algo que todos tenemos asumido. Se suponía que iban a aparecer muchos nuevos trabajos relacionados con esa inteligencia artificial que iban a sustituir a los perdidos con la nueva tecnología y se iban a dedicar a nuevas tareas más creativas, más humanas, que la inteligencia artificial no pudiese abordar.
Un estudio de las Naciones Unidas incluso llega a afirmar que la mayoría de los empleos e industrias están solo parcialmente expuestos a la automatización y predicen que la mayoría de esos puestos de trabajo serán complementados por la inteligencia artificial en vez de ser sustituidos totalmente. Todo esto variará, por supuesto, atendiendo al país del que estemos hablando y a los sectores; la agricultura de Tanzania ahora mismo desde luego que no está en riesgo en absoluto por el desarrollo de la inteligencia artificial pero los trabajos de cuello blanco que abundan en las sociedades occidentales podrían empezar a preocuparse por si sus puestos de trabajo entran en esa lista de ocupaciones sustituibles por la inteligencia artificial generativa de última generación.
Ahora tenemos un ejemplo en Francia de cómo es posible que todo esto evolucione con el tiempo. Una compañía llamada Onclusive ha anunciado que va a reemplazar a doscientos diecisiete trabajadores por una inteligencia artificial. La compañía se dedica a ofrecer a los profesionales de comunicación y marketing distintas soluciones para la gestión y el análisis de medios. Eso significa este trabajo implica estar constantemente accediendo a datos recogidos en Internet y clasificarlos en todo tipo de tablas y gráficos para simplificar a sus clientes la tarea de analizar el Big Data. Es un campo en el que la inteligencia artificial puede hacer una tarea más que aceptable.
Por supuesto para la compañía prescindir de 227 trabajadores supone un ahorro grandísimo de personal y le permite tener unas tarifas más competitivas para competir con sus rivales en un mercado tan difícil. Seguramente esta no habrá sido una decisión que hayan tomado a la ligera y habrán tenido cientos de reuniones y habrán valorado docenas de análisis sobre la situación en la que estaban y la que pueden encontrarse después de este cambio. No es una decisión fácil, no ya por el hecho de despedir trabajadores, que eso lo pueden hacer fácilmente las empresas, sino porque ponerse en manos de una inteligencia artificial en un área esencial de tu negocio puede salir bien o no. Se entiende que esta compañía ha entendido que la inteligencia artificial ha alcanzado tal nivel de desarrollo que puede hacer su trabajo mejor de lo que lo venían haciendo todos esos empleados despedidos.
Lo que ya no parece tan positivo para esos 217 empleados que van a ser despedidos, de un total de 447 que tenía hasta ahora, es que sólo se contrata a 23 personas más que son las encargadas de controlar a esa inteligencia artificial para que produzca los informes que los clientes soliciten. Haciendo la cuenta de la vieja vemos que cada trabajador contratado para gestionar a la inteligencia artificial sustituye a diez trabajadores de la empresa; no parece un ratio muy interesante o que deje en muy buen lugar a quienes afirman que la inteligencia artificial va a generar muchísimo empleo nuevo.
Por supuesto esto no le ha hecho ninguna gracia a los sindicatos que en Francia son poderosísimos ni a las autoridades laborales, que están revisando el expediente con lupa para determinar si este despido está justificado conforme a la muy protectora legislación francesa de trabajo.
De todas maneras vamos a aplicar el refrán español que dice cuando veas las barbas de tu vecino afeitar, pon las tuyas a remojar.