Acabo de leer una noticia que aunque se refiere al mercado estadounidense no me cabe ninguna duda de que antes o después se acabará trasladando a los mercados europeos y se refiere al hecho de que los jóvenes norteamericanos prefieren abrumadoramente los teléfonos móviles de Apple.
Empecemos por los datos crudos: según un estudio de Piper Sandler, ¡casi 9 de cada 10 adolescentes en EE.UU. usan un iPhone! Y no solo eso, sino que el 88% espera que su próximo teléfono también sea un iPhone. Esto es una señal de alarma para Google y su futuro en el mundo móvil. ¿Por qué? Porque Android, a pesar de ser ahora mismo el sistema operativo más utilizado en el mundo por una diferencia abrumadora, simplemente no está de moda entre los jóvenes estadounidenses y da la sensación de que es un teléfono para países subdesarrollados.
En España, ya casi un 30% de adolescentes tienen un iPhone y fíjate bien porque esta Navidad verás a muchos de ellos suspirar por un teléfono de Apple y celebrarlo, si se lo acaban regalando, como tú yo celebraríamos una Champions.
Como yo soy una persona curiosa por naturaleza, me he puesto a buscar por Internet a ver qué explicación le dan los expertos en marketing y en tecnología a este movimiento que no augura nada bueno para el universo Android y después de leer un rato he llegado a la conclusión de que se pueden se pueden tener dos puntos de vista que no son contrarios entre sí pero que tú vas a entender por qué coexisten en cuanto los leas.
El punto de vista oficial y bienqueda
Con estos tres motivos que te pongo a continuación, hay docenas de páginas en todo Internet intentando explicar por qué la glamurosa marca de la manzana mordida le está ganando la partida al robot verde entre los jóvenes de Estados Unidos.
Ecosistema y experiencias iniciales: lo primero que me ha gustado descubrir es la importancia del ecosistema de Apple para muchos de estos jóvenes, que crecieron en un mundo post-iPhone, y es probable que su primer contacto con la tecnología móvil fuera a través de un producto de Apple, ya sea un iPhone heredado o un iPad. Esta familiaridad temprana con el ecosistema de Apple parece ser un factor clave en su lealtad a la marca.
El factor iMessage: otro punto que me ha parecido interesante es el papel de iMessage, la mensajería exclusiva de Apple. Existe una percepción social en escuelas y otros entornos donde los usuarios de Android, aunque pueden técnicamente participar en chats con sus teléfonos Android, son identificados por sus burbujas verdes en los grupos de iMessage y vistos de forma negativa. Este fenómeno parece haber impulsado aún más el uso del iPhone entre los jóvenes de 18 a 24 años para no ser los raritos de la clase.
Publicidad y calidad percibida: la publicidad también juega un papel importante. Los anuncios del iPhone suelen ser muy atractivos, mientras que los anuncios de Android no siempre tienen el mismo nivel de producción. Además, muchos jóvenes que han usado dispositivos Android los han experimentado a través de productos económicos y de baja calidad, lo que ha afectado negativamente su percepción de la marca.
El punto de vista que no se puede decir
A mí me parece que detrás de todo ese movimiento de mercado existe una razón bastante más sencilla para explicar por qué los jóvenes, la inmensa mayoría de los jóvenes, quieren tener un iPhone y no un teléfono de Android. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una juventud que le da una importancia extrema a la apariencia y a las redes sociales para entender que tener un teléfono muy caro es algo a lo que todos aspiran.
Porque en el fondo a lo que todos estos jóvenes le temen es a que un día les digan que como no tienen un iPhone, son pobres. Así de sencillo; suena agrio pero ese clasismo simplemente es una prolongación de la crudeza con la que los niños y los adolescentes siempre se han mostrado en el patio del colegio. Si antes se metían contigo porque tenías orejas de soplillo o tenían los dientes torcidos, ahora mismo no se van a manchar despreciando tu físico por corrección política pero si te lanzarán una mirada condescendiente porque llevas un modesto Android que no le llega ni a la altura de la zapatilla, según ellos, a sus carísimos iPhones.
¿Hay esperanza para Android?
Todo esto suena bastante sombrío para Android, pero no creo que todo esté perdido. Google y los fabricantes de Android podrían intentar conectar más con el público joven. Esto podría incluir estrategias como personalización más profunda de los dispositivos y enfocarse en ser más amigables con el medio ambiente, algo que parece importar mucho a la generación más joven.
Una táctica interesante podría ser cambiar la percepción de Apple como una marca preferida por los mayores, usando cantidades masivas de publicidad y recursos de comunicación, para que la gente joven huya de los iPhone como ha oído de Facebook.
De todas maneras no tengo yo mucha fe en que los ingenieros de Android acepten que tienen que batirse el cobre con Apple en el terreno del marketing porque está a la vista que ese no es su terreno. No hay más que ver los año tras año, empeñados en lanzar unos teléfonos que a nadie le importan, los Pixel, y que en cada lanzamiento ellos aseguran que va a ser el espolón que va a derribar la fortaleza de Apple. Luego pasan seis meses y ya nadie se acuerda de esos teléfonos porque consiguen unas cuotas de mercado ridículas y los de Google deciden sacar otro teléfono nuevo para volver a intentarlo y ahí siguen.
Y mientras, Apple vendiendo teléfonos con un evidente sobreprecio y ganando dinero de una manera que al común de los mortales nos cuesta entender.