Antes que nada, no te sobresaltes: este post habla de algo que pasará en los próximos meses y te va a dar tiempo a organizarte. Léelo tranquilamente y después me comentas qué solución le ves o qué problema tienes con el almacenamiento.
Me ha llamado bastante la atención una actualización reciente que, sin duda, afectará a muchos usuarios. Según la información que he encontrado en una pequeña nota de prensa, de esas que se dicen con la boca chica esperando que no hagan demasiado ruido, WhatsApp planea hacer algunos cambios en cómo gestiona las copias de seguridad en Android.
A partir de diciembre de 2023, las copias de seguridad de WhatsApp para usuarios de Android empezarán a sumar para el límite de almacenamiento de su cuenta de Google. Esto significa que si superas el límite de almacenamiento de Google, tendrás que liberar espacio para poder continuar haciendo copias de seguridad.
Cuando Google introdujo servicios como Gmail, Google Drive y Google Fotos, ofrecía generosos límites de almacenamiento gratuito. La gente rápidamente adoptó estas herramientas para almacenar correos electrónicos, documentos, fotos y otros archivos. Era la era dorada del almacenamiento digital gratuito, donde la preocupación por los límites de espacio parecía un problema del pasado.
Cuándo apareció Whatsapp, las copias de seguridad se podían hacer en este espacio de almacenamiento gratuito pero lo mejor de todo era que todos los datos, a chats, fotografías vídeos y gifs animados que se almacenase dentro de la copia de seguridad de Whatsapp no restaban capacidad a la cuota de almacenamiento establecida. Todos contentos y protegidos, con ilimitados datos guardados en la nube.
El almacenamiento gratuito de Google se ha utilizado para una variedad de propósitos. Gmail, por ejemplo, se convirtió en el estándar de facto para el correo electrónico personal, con su interfaz amigable y capacidad de almacenamiento significativa. Google Drive facilitó la colaboración y el almacenamiento de documentos, hojas de cálculo y presentaciones. Google Fotos, por su parte, se convirtió en un destino popular para el almacenamiento de recuerdos digitales, permitiendo a los usuarios almacenar y compartir fotos y videos sin preocuparse por el espacio.
Inicialmente, Google ofrecía 15 GB de almacenamiento compartido entre Gmail, Google Drive y Google Fotos, una cantidad considerable para el usuario promedio. Sin embargo, a medida que la tecnología avanzaba y los archivos se volvían más grandes, especialmente con la popularización de las fotos y videos de alta resolución, este límite empezó a quedare corto para algunos usuarios.
Lo que más me ha llamado la atención es cómo Google, tras haberse convertido en un estándar en la industria, empezó a cambiar su estrategia con respecto al almacenamiento gratuito. La compañía anunció cambios en la política de Google Fotos, donde las fotos y videos nuevos ya no serían almacenados de forma gratuita e ilimitada. Este cambio marcó un punto de inflexión en la percepción del almacenamiento gratuito como un derecho adquirido.
Ahora le toca a Whatsapp. Si llevas bastantes años con tu teléfono Android (o varios teléfonos y has ido pasando información de unos a otros) es posible que lleves almacenados esos 15 Gb entre fotos y vídeos que hayas hecho con tu cámara, a los que ahora habrá que sumar todo lo que hayas recibido por Whatsapp, que seguramente multiplicará la cantidad de datos que tienes para almacenar.
El cambio acaba de empezar y si tienes ocupada buena parte del límite de almacenamiento o ya la has sobrepasado (sumando ahora los datos de Whatsapp que antes no se contaban), en la primera mitad de 2024 recibirás un mensaje donde te dirán que lo gratis se ha acabado y (eso no le he visto todavía pero me imagino que los tiros irán por ahí) te ofrecerán servicios de pago para que sigas guardando vídeos de gatos egoístas y gente que tropieza en la calle.
Un día de estos me sentaré y escribiré un post sobre cómo hacer una copia (más o menos) segura de los datos del teléfono para tenerlos guardados en tu casa sin depender de que un ejecutivo de California se despierte una mañana viendo que le salen números rojos y decidiendo que tú se los tienes que compensar con ese dinero que tanto trabajo te cuesta ganar.
Este cambio es un ejemplo más de cómo los servicios que antes eran gratuitos y casi sin restricciones, ahora están empezando a tener limitaciones, a menos que estés dispuesto a pagar por versiones premium o extras. Es como si todo en el mundo digital estuviera siguiendo una tendencia hacia la monetización y la limitación de servicios que antes dábamos por sentados.