Cuando se habla de tratamiento de imágenes, a todo el mundo le viene a la cabeza Photoshop. El programa de Adobe ha conseguido convertirse en la referencia absoluta en esta materia y hasta ha conseguido que exista el verbo photoshopear para definir el retoque fotográfico. Sin embargo Adobe es una empresa dispuesta a ganar todo el dinero posible y a explotar esa prevalencia y ahora, la versión básica de Photoshop vale veintitantos euros mensuales con una suscripción que te lleva a casi 300 euros al año por lo que el programa queda reservado a los usuarios profesionales (o a los piratas de siempre).
En el campo del open source la única opción que realmente puede plantarle cara a Photoshop es GIMP y yo te voy a explicar por qué a día de hoy es una solución perfectamente para la mayoría de nosotros.
Antes que nada, aclarar que GIMP son las siglas de GNU Image Manipulation Program, de ahí el título de este artículo.
GIMP nació en 1996 como alternativa de código abierto a todos los programas de edición de imágenes que existían entonces en el mercado y que poco a poco han ido desapareciendo o, cuando menos, han perdido toda la relevancia que tenían entonces porque han sido arrollados por Photoshop. Desde entonces GIMP se ha convertido en un baluarte que intenta hacer frente con muchos menos recursos a Photoshop y que actualmente está en la versión 2.10 aunque ya existe una versión preliminar de la versión 3.0 de la que no se ha anunciado su fecha de lanzamiento, que pueden ser varios años todavía.
¿Es un software útil?
Para saber si GIMP es una alternativa válida a Photoshop voy a intentar fijarme en los aspectos que yo considero esenciales para calificar un programa de edición de gráficos que son las herramientas básicas de edición, las herramientas automáticas, la facilidad de uso, el soporte disponible y si tiene alguna característica especial que lo diferencia de los demás.
En cuanto a las herramientas esenciales de edición, GIMP tiene una colección excelente de utilidades basadas en pinceles que permite recrear cualquier soporte del mundo real o incluso ir un poco más allá. Este sistema de pinceles, además, se ha usado en el resto de herramientas de edición manual por lo que es muy fácil usar funciones como clonar o borrar porque los parámetros ya los conoceremos si sabemos cómo funcionan los pinceles. La selección y la transformación también funcionan bastante bien y no son difíciles de comprender así que te puedes encontrar en un plis plas rotando imágenes o dándoles perspectivas increíbles con su herramienta de transformación unificada, aunque también mantiene herramientas específicas por ejemplo para rotar. Estas herramientas básicas de GIMP son tan buenas como las del mejor software de edición.
En el campo de las herramientas automáticas, GIMP sí que está detrás de Photoshop porque Adobe ha añadido a su software un montón de ajustes basados en algoritmos de aprendizaje automático (eso que ahora se llama inteligencia artificial) y que permiten, por ejemplo, eliminar fondos o eliminar personas completas de una imagen y eso todavía está afuera del alcance de GIMP.
Pero no de los desarrolladores de plugins. Esto de los plugins es una particularidad de GIMP que encaja perfectamente con el espíritu del software de código abierto y permite a desarrolladores particulares, fuera de la organización de GIMP, crear piezas de software para añdir determinadas funciones a la instalación básica del programa y por eso hay una enorme biblioteca de plugins gratuitos que permiten personalizar la forma en que funciona GIMP y añadir efectos o características que no están incluidas en la instalación básica. De todos modos, esto de los plugins es algo de lo que no tienes que preocuparte porque cuando necesites algo, ya te preocuparás de saber qué plugin es el que lo hace y verás que instalarlos es bastante fácil y los resultados suelen ser bastante buenos.
El tercer aspecto que hay que valorar en un software de edición de gráficos es la facilidad de uso y aquí GIMP ha ido dando pasos agigantados. Las primeras versiones eran duras como piedras y costaba trabajo entender el flujo de trabajo que querían imponernos pero conforme ha ido pasando el tiempo, la interfaz básica se ha ido simplificando y ha ido dejando las funciones complicadas en un segundo plano, para cuando ya se domina el programa. Además es en todos estos años se ha ido creando un montón de material en forma de vídeos y tutoriales en Youtube que te permiten dominar GIMP en un santiamén.
El cuarto apartado que hay que comprobar es el servicio de soporte y aquí, como es habitual en los programas de código abierto, lo desarrolladores bastante hacen con mantener actualizado el programa como para encima estar atendiendo las dudas de los usuarios. Esta tarea, se dice que se delega en la comunidad pero a la hora de la verdad eso queda reducido a unos cuantos foros en los que puedes tener la suerte de encontrar a alguien de buena voluntad que te ayude o descubrir que no hay absolutamente nadie que conozca la respuesta a tu problema y que quiera echarte una mano. También hay que reconocer que en todos estos foros hay que saber preguntar y no se puede llegar exigiendo que alguien te dedique a ti tiempo para enseñarte a aprender paso a paso, que eso ya lo tienes que hacer tú; cuando se preguntan estos foros hay que llegar diciendo: a) he hecho tal cosa y me ha pasado lo otro pero yo quería obtener este resultado b) hasta ahora he hecho x, y y z sin resultados y c) qué es lo que he hecho mal y qué podría hacer para solucionarlo y así seguro que alguien aparecerá para solucionar tu problema.
Finalmente otro apartado donde para comparar GIMP con otros programas de edición de imágenes sería el de las características especiales pero aquí no puedo resaltar ninguna en particular porque GIMP no hace nada que no hagan el resto de programas; no tiene ninguna característica que te haga decir ¡wow! tengo que usarlo porque esto es exclusivo.
¿Y no tiene nada malo?
GIMP tiene un problemilla con la edición de texto porque una vez que se modifica el texto o se le añade en algunas propiedades gráficas se acaba la posibilidad de edición y entonces resulta que si tú añades un texto un poco largo, le pones sombras o colores o fondos o degradados o lo que sea y te das cuenta de que has cometido una falta de ortografía, tendrás que empezar desde el principio otra vez, copiando y pegando el texto (si lo tenías escrito en otro lugar) o escribiéndolo al completo.
También tiene cierto atasco con la edición multicapa pero eso es algo que te vas a encontrar sólo si ya eres un usuario avanzado y para entonces ya sabrás encontrar el atajo que más te convenga.
Por lo demás no hay nada especialmente reseñable que sea un lastre para usar el programa.
¿Es realmente gratuito?
Sí. Lisa y llanamente: no es una prueba gratuita ni un modelo freemium limitado porque está disponible bajo la Licencia Pública General V3, también conocida como GPL V3+ y eso quiere decir que GIMP está disponible gratuitamente para cualquier usuario con fines personales o comerciales y que puede ver, editar, compartir o incluso vender el código fuente o una versión que haya modificado siempre que respete e incluya los términos de la propia licencia.
¿Se puede usar profesionalmente?
Sí pero no. Desde el punto de vista técnico y legal se puede usar profesionalmente pero si quieres ser eficiente y productivo deberías usar Photoshop. Si eres un estudio personal que no necesita colaborar con otros artistas o diseñadores puede que te vaya bien pero es arriesgado porque eso puede cambiar en el futuro. Photoshop se ha convertido en el editor de imágenes estándar de la industria y lo usan la mayoría de los estudios profesionales y agencias creativas y aunque GIMP en principio puede abrir y guardar archivos PSD, que son los nativos de Photoshop, antes o después te vas a encontrar con problemas de compatibilidad que te van a complicar la vida.
Si lo vas a usar profesionalmente pero fuera del ámbito del diseño gráfico, por ejemplo, como encargado de la cartelería de una empresa, es perfectamente válido y te ahorrarás un buen dinero.
¿Existen otras alternativas?
Como ya vengo repitiendo a lo largo de todo este artículo, el rival a batir es Photoshop pero si no quieres pagar la cuota mensual de Adobe también existen programas como Affinity Photo que compite por desbancar a Photoshop como el estándar de la industria y que presume de estar construido por fotógrafos para fotógrafos porque es ahí, en la edición de fotos, donde han puesto el foco y tienen edición o destructiva de fotos RAW, mapeo de tonos HDR y otra muchas características avanzadas que GIMP solo puede manejar con plugins de terceros.
Pixlr es una solución rápida para edición de imágenes, siempre que no sea muy complicada, porque permite retocar fotografías desde un navegador web y eso se puede hacer desde cualquier dispositivo, ya sea un ordenador de sobremesa o un teléfono móvil. Esa misma condición de aplicación web también le impone bastante limitaciones sobre el trabajo de los tamaños de los archivos que puede manipular y algunas de las funciones que podría evitar que podría incorporar pero para un manejo básico de imágenes es suficiente.
Finalmente, si sólo quieres el editor de imágenes para recortar algunas fotos, cambiarles el tamaño o añadir un título encima, Paint.net es una solución perfecta que te permitirá hacerlo usando una fracción mínima de los recursos de tu ordenador, es decir, que todo eso también lo puedes hacer con GIMP pero no vale la pena cargar el programa para recortar una foto. Son diez segundos de diferencia pero si es una tarea que reptes varias docenas de veces al día, mejor apostar por la eficiencia.
Lo recomiendo de corazón
Aunque a veces no parezca el programa más elegante y te encuentres por ahí perdido buscando plugins para hacer no sé qué cosita que se te ha metido entre ceja y ceja, GIMP es una verdadera joya del mundo del software libre. Es un ejemplo impresionante de lo que puede lograr un equipo de desarrolladores que son lo suficientemente generosos como para compartir los resultados de su trabajo con nosotros de forma gratuita.
El futuro parece brillante para GIMP porque todas las demás alternativas de código privativo se están encareciendo o están girando hacia modelos de suscripción que dejan fuera de su radio de acción a los usuarios ocasionales o a quienes evitan imágenes para usos distintos de los comerciales. Aunque lo desarrolladores aún no han fijado una fecha de lanzamiento para la próxima versión 3.0, el simple hecho de saber que ya están trabajando en ella y que no se rinden, nos debería hacer felices por el mero hecho de que haya un editor de imágenes gratuito de alta calidad al alcance de todo el mundo.
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