Vaya por delante que no me gustan los robots humanoides y creo que se hacen sólo por una fascinación estúpida por la tecnología. Léete este artículo mio de 2013 donde ya explicaba por qué la robótica humanoide debe ser detenida y verás que hace once años esto yo ya lo había visto venir aunque ahora el tema haya saltado a la palestra porque Atlas, un robot que capturó la imaginación del público y la comunidad científica por igual, se retira después de más de una década de desarrollos y logros notables en la robótica.
Atlas comenzó su andadura como parte del proyecto PETMAN en 2009, financiado por DARPA, para luego debutar en 2013. Desde sus primeros días, se estableció como uno de los robots más avanzados del mundo, destacando por su capacidad para realizar tareas que requieren un gran equilibrio y movilidad, como el parkour y las volteretas, y por su aplicación en escenarios que imitaban situaciones de la vida real. A lo largo de los años, se convirtió en una plataforma de investigación y desarrollo para explorar el potencial del factor de forma humanoide, esencialmente como una «cáscara física» para sofisticadas pruebas de software y hardware.
Boston Dynamics, bajo la propiedad de Hyundai desde 2021, ha decidido jubilar a Atlas a pesar de su éxito y de la inversión significativa en su desarrollo. La decisión de retirar a Atlas puede estar influida por varios factores, incluyendo el alto costo de producción y mantenimiento de un robot con tales capacidades, así como el cambio de prioridades hacia productos que ofrezcan un retorno económico más claro y directo, como es el caso de Spot, el perro robot. Además, en un entorno donde la innovación avanza a un ritmo acelerado, mantenerse al frente del desarrollo tecnológico puede requerir sacrificios estratégicos y enfoques renovados que mejor se alineen con las necesidades del mercado y las capacidades tecnológicas actuales.
La retirada de Atlas también destaca la complejidad inherente al desarrollo de robots humanoides. Aunque estos robots representan un pico de logro en términos de ingeniería y diseño, los desafíos para su implementación práctica en ambientes reales son enormes. Los robots humanoides deben ser capaces de realizar tareas complejas, adaptarse a variados entornos y interactuar de manera segura y efectiva con humanos, lo cual implica una gran inversión en I+D que no siempre es recuperable a corto plazo.
Por otro lado, la competencia en el sector de la robótica humanoide está creciendo, con figuras prominentes como Elon Musk y proyectos en países como China, que están empujando los límites de la tecnología. Frente a esta competencia y a los avances rápidos en áreas como la inteligencia artificial y la robotización, Boston Dynamics podría estar buscando concentrar sus recursos en áreas donde pueda mantener un liderazgo tecnológico y comercial más sostenible y definido.
El impacto cultural y tecnológico de Atlas, sin embargo, es indiscutible. Durante su tiempo en activo, Atlas no solo cumplió con las expectativas, sino que las superó, realizando actividades que muchos consideraban pertenecientes al dominio exclusivo de los seres humanos. Su habilidad para realizar tareas de alta complejidad física, como saltar obstáculos o realizar maniobras de parkour, demostró el potencial de los sistemas robóticos avanzados y abrió nuevas posibilidades para la automatización y la asistencia en ambientes peligrosos o inaccesibles para las personas.
Asimismo, la decisión de retirar a Atlas puede verse como un reflejo de una tendencia más amplia en la industria hacia la especialización de la robótica en aplicaciones específicas donde los beneficios económicos y prácticos son más inmediatos y mensurables. Aunque los robots humanoides como Atlas son impresionantes desde un punto de vista técnico, el enfoque podría estar cambiando hacia sistemas más especializados que puedan desempeñar roles concretos en sectores industriales, médicos o de servicio, donde su integración podría ser más viable y económicamente rentable.
¿Por qué se abandona el proyecto?
Lo más inquietante de todo es que en Boston Dynamics no ha explicado cuáles son las causas por las que abandona el proyecto y eso ha dejado la puerta abierta a todo tipo de especulaciones. Mis teorías sobre por qué Boston Dynamics cancela el programa son estas tres que te pongo a continuación por orden de menos posible a más factible:
- Atlas está basado en un sistema hidráulico que ha llegado al tope físico de su desarrollo. En realidad si un robot humanoide quiere imitar el sistema musculoesquelético humano debería recurrir a fibras sensibles a los pulsos eléctricos que imiten mejor los músculos humanos que un sistema hidráulico u otros sistemas con motores y activadores electrónicos. El desarrollo técnico de este robot ha llegado un punto dónde es demasiado costoso mejorar las prestaciones físicas.
- Boston Dynamics es una empresa estadounidense que empezó el proyecto Atlas bajo el paraguas de DARPA, la agencia estadounidense de investigación avanzada en temas militares. En 2021 Hyundai compró la empresa y es posible que ello haya acarreado roces con el gobierno estadounidense. No me extrañaría que en un momento dado los militares norteamericanos hayan pedido acceso al código, a planos o a cualquier cosa relativa con el sistema de inteligencia artificial del sistema y se los hayan negado desde la compañía, intentando proteger su inversión. Esto habrá desembocado en un choque de trenes que imposibilita a Boston Dynamics mantener esta línea de desarrollo.
- El desarrollo de Atlas es una empresa costosísima que no tiene retornos inmediatos Al contrario que otros robots especializados que trabajan en almacenes o factorías, un robot humanoide ahora mismo no tiene aplicaciones prácticas que lo pongan en ventaja comparado con un ser humano. Por muy espectacular que parezca (o mucho miedo que dé) el robot es torpe y sumamente limitado sí tiene que desarrollar cualquier tipo de tareas a la par que una persona. Puede seguir las instrucciones que se le den e incluso podrá ser más fuerte para levantar pesos o más rápido si se trata de correr pero carece de capacidad de decisión y no tiene inteligencia general que le permita resolver problemas tan cotidianos como qué hacer en un almacén sí la cinta de embalar se lía en el dispensador; un humano es capaz de mirar por qué se ha atascado y por su propia iniciativa limpiar y desatascar el dispensador pero un robot simplemente se queda bloqueado y necesita un ciclo completo de desarrollo y programación para aprender esa nueva función y eso puede llevar semanas con las ventas detenidas por culpa del robot, lo que sería inasumible para cualquier empresa. Por eso Boston Dynamics ha decidido centrarse en proyectos que sí se pueden vender ahora mismo y cesar este desarrollo.