Ser un estafador, un scammer como dicen los estadounidenses, es uno de los trabajos más tontos que existen. Imagínate lo que es estar todos los días pensando en cómo engañar a la gente e inventarse un truco para pillar a los despistados y poder robarle algo. Ese mismo esfuerzo se podía aplicar a cómo encontrar necesidades de la gente y prestarle un servicio o venderle algún producto y, por un lado, haría feliz a mucha más gente y segundo, ganaría más dinero trabajando honradamente y no se arriesgaría a que algún día la policía llame a su puerta para llevarle a prisión.

De todas maneras hay que entender que no todo el mundo tiene dos dedos de frente y los imbéciles siempre han existido y existirán. Por eso no hay que extrañarse cuando llegan estas campañas de estafas por correo electrónico en las que te avisan de que estás siendo investigado en un proceso administrativo o judicial, como aquella famosa del fiscal mexicano Delio Dante López Medrano, y ahora ésta de la notificación de la AFIP.

A los argentinos que no están al tanto de la actualidad, una notificación de la AFIP puede ponerles nerviosos pero al resto de receptores de ese correo electrónico que aunque hablamos español no estamos sujetos a las leyes fiscales argentinas, una carta de ese organismo nos produce perplejidad porque no tenemos ni idea de qué se puede tratar. Aunque yo no sigo mucho las noticias argentinas, sí que tengo entendido que esta agencia recaudatoria ha pasado bajo la motosierra de Milei y ahora se llama ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero) y me imagino que a los argentinos les será fácil detectar la falsedad del engaño; igual, como el estafador es seguramente brasileño (lee la explicación más abajo) tampoco se ha enterado del cambio de nombre del susodicho organismo.

En España tenemos la Agencia Tributaria que es la encargada de recaudar la mayoría de los impuestos y yo si sentiría pánico si me llegase por correo una notificación de los recaudadores pero si me llega una notificación de la Agencia Federal de Ingresos Públicos, la AFIP, no puedo más que sonreírme pensando en el esfuerzo que ha hecho el estafador para mandarme ese correo y en el dinero que le ha costado comprar la base de datos y alquilar el servidor para hacer el envío masivo de correos que requiere cada una de estas estafas.

Lo del envío masivo se explica porque, aproximadamente, va a responder a esta notificación uno de cada cien mil correos y de esos solo terminará consumándose la estafa en uno de cada millón, es decir, que se necesitan enviar docenas de millones de correos para que una campaña de estafas así pueda funcionar. Esas direcciones de correo, por cierto están a la venta y son bastante baratas si se compran direcciones a lo bruto. Me imagino que el estafador que está intentando sacarme los dineros habrá comprado un paquete de varios millones de direcciones en español pero que no está segmentado por países de manera que la supuesta notificación de la Agencia Tributaria argentina nos llega a ciudadanos de países hispanohablantes que no tenemos que declarar nuestros ingresos ante la AFIP.

Si a ti también te ha llegado este email que pongo abajo, no te preocupes, es solo un intento burdo de estafa y lo único que tienes que hacer es borrarlo. Si lo quieres analizar un poco, fíjate en la dirección de la que proviene, que no tiene nada que ver con la AFIP y verás que, contra lo que es normal en los procedimientos administrativos, no cita ningún nombre ni facilita ningún dato de un procedimiento real sino que se limita a utilizar palabras como contribuyente, procedimiento, sanción y otras parecidas que pretenden dar la sensación de que es un procedimiento administrativo real en curso pero que serviría para cualquier otra persona, como de hecho se hace en estos correos masivos con estafas que intentan estafar a los receptores.
Lo más falso de todo es que el estafador, que seguramente es brasileño, se ha dejado hasta palabras y medias frases en portugués, como «a continuidade de sus beneficios fiscais» o «e realize os pagamentos correspondentes a tempo».

AFIP – Notificación.

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