El Fútbol Club Barcelona está a punto de dar un paso más en su emocionante aventura hacia la privatización total pero, no hay que preocuparse, siempre será con el permiso de los socios, que se tragarán todas las ruedas de molino que les va poniendo delante la junta directiva en su huida hacia adelante para salir de la situación de quiebra en la que están. Es simplemente adorable cómo la directiva está haciendo todo lo posible para arrebatar el control del club de las manos de los socios y entregárselo a esos encantadores fondos de inversión. ¿Quién necesita el control del club mañana cuando puedes tener grandes sumas de dinero en efectivo hoy mismo?
En junio de este año, la directiva del Barça decidió dar un paso audaz al registrar tres nuevas sociedades con nombres tan entrañables como Sudburylane, Locksley Invest y Bridgeburg Invest que suenan a todo menos a grandes tradiciones futbolísticas o figuras del fútbol. ¡Pero espera, la diversión no termina ahí! Ahora están planeando una emocionante salida a Bolsa en el índice neoyorquino Nasdaq a través de una spac llamada Mountain & Co. Sí, porque qué mejor para ganar la liga y tener el cariño de la afición que una salida a Bolsa en Nueva York.
Parece que el Barcelona está siguiendo los pasos de Ferrovial, una empresa de construcción que cambió su sede fiscal a Holanda y también cambió la nacionalidad de sus acciones. ¿Quién necesita mantener sus raíces españolas cuando puedes aprovechar las ventajas de domiciliarse en un país más «amable» con las empresas? El club que presume de ser el santo y seña deportivo del catalanismo se va de Cataluña a Holanda para no pagar los asfixiantes impuestos que sí pagarán sus socios.
Y ahora, el emocionante debut bursátil a través de una spac. ¿Qué es una spac, te preguntas? Bueno, es básicamente una empresa sin función ni oficinas ni empleados que se crea ante notario y espera pacientemente a que una empresa quiera salir a bolsa y la compre para ahorrarse toda la tramitación, con sus costes y sus plazos. Nada más que una estrategia financiera sencilla. ¿Transparencia y control? ¿Quién necesita eso cuando tienes un plan tan brillante?
Así que el Barcelona fusionará las acciones de Bridgeburg Invest con las de la spac y la llamará Barça Media. Pero aquí viene la mejor parte: será Barça Media, no el Barcelona, quien rinda cuentas ante el regulador: la gestión de los derechos televisivos, de imagen y online, que es lo más jugoso de los ingresos del club, pasarán a estar en manos de una empresa holandesa que cotizará en Nueva York.
¿Y eso qué tiene de malo?
El problema de todos estos trapicheos financieros es que se han hecho para conseguir dinero urgentemente hipotecando para siempre los ingresos del club. Suena muy bonito decir que te van a pagar mil millones de euros por los negocios audiovisuales siempre que no se diga que de ahora en adelante, el 49% de todo lo que produzca el FC Barcelona por todos esos conceptos va a ir al bolsillo de los inversores, con lo cual Laporta ha conseguido hipotecar para siempre al club. Esto, que ahora se presenta como las palancas aparecerá dentro de unos años como un negocio ruinoso por el que se vendió lo más rentable para tapar los agujeros dejados por la desastrosa gestión de los anteriores presidentes. Tardará unos años en salir a la luz como un escándalo pero ahora mismo lo están haciendo a la vista de todos y los socios y aficionados barcelonistas no han dicho ni pio: con su pan se lo coman.
En resumen, el Barcelona está haciendo todo lo posible para alejarse de sus raíces como club de fútbol propiedad de los socios y convertirse en una máquina de hacer dinero para los fondos de inversión. ¿Quién necesita valores y tradiciones cuando puedes tener acciones en la Bolsa de Nueva York? ¡Vamos Barcelona, el cielo es el límite!