El juez del caso Negreira denuncia una «corrupción sistémica» en el Comité de Árbitros
El titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, ha tenido el valor de señalar la existencia de una «corrupción sistémica» en el Comité Técnico de Árbitros (CTA) en el auto mediante el cual se admite la personación del Real Madrid como parte perjudicada en el procedimiento abierto contra el FC Barcelona y sus dirigentes por sobornar a los árbitros para que pitasen a su favor. ¿Pero quién podría haber imaginado que un club tan virtuoso como el Barcelona se vería involucrado en algo así? Seguro que todo es un malentendido; el FC Barcelona, ese ejemplo viviente de honor y juego limpio, está siendo investigado por un escándalo de corrupción. Parece que el equipo culé ha estado sobornando a los árbitros mientras nos hablaba a todos sobre los valores del deporte.
El magistrado Aguirre también ha decidido que cualquier equipo de la 1ª División que haya tenido la desgracia de enfrentarse al Barcelona durante estos años de investigación debería considerarse automáticamente «ofendido por el delito». Esperemos que encuentren consuelo en saber que fueron víctimas de semejante deshonestidad, perjudicados por la increíble suma de 7,3 millones de euros que el Barcelona pagó al exvicepresidente del CTA, José María Enríquez Negreira, a lo largo de 17 años. Pero, claro, ¿cómo podríamos esperar que el Barcelona se comportara de manera justa y honesta en el fútbol?
Y, por supuesto, el presidente del CTA, Luis Medina Cantalejo, no podía quedar fuera de esta fiesta. Según el magistrado, Medina Cantalejo no sabía qué competencias tenía Negreira y afirmó que no había «ninguna evidencia» de que un árbitro fuera deshonesto.
En resumen, el FC Barcelona, ese faro de virtud en el mundo del fútbol, está siendo investigado por corrupción mientras sigue predicando sobre honor y juego limpio. ¿Quién lo hubiera pensado? Seguro que todo esto es solo una coincidencia, ¿verdad?