LaLiga, durante décadas, ha sido considerada una de las ligas de fútbol más prestigiosas y emocionantes del mundo. La presencia de clubes de élite como el Real Madrid y el FC Barcelona la ha convertido en un imán para los fans del fútbol de todo el planeta. Sin embargo, los últimos datos revelados por La Liga para la temporada 2023/24 plantean una preocupante realidad: la liga está en declive y otras competiciones, en especial la Premier League, están superándola con creces.
Vaya por delante que el sistema de límites salariales impuestos por La Liga ha sido fundamental para equilibrar los presupuestos de todos los clubes y eso ha permitido la supervivencia de la mayoría de ellos. Quienes ahora se oponen a estos límites salariales olvidan que la mayoría de los clubes de primera y segunda división han pasado por procesos penosos en los que el gasto desmedido de sus presidentes los había llevado al borde de la quiebra e incluso muchos de ellos han terminado desapareciendo como, por ejemplo, el histórico Málaga Club de Futbol.
Uno de los indicadores más significativos de esta caída es el Límite de Coste de Plantilla Deportiva (LCPD), también conocido como el límite salarial de los equipos. El Real Madrid, históricamente uno de los gigantes de La Liga, lidera esta lista con un tope salarial de 727,4 millones de euros para la temporada en curso. Esto significa que el equipo merengue tiene la mayor capacidad financiera para fichar y mantener a los mejores talentos futbolísticos del mundo aunque su política de prudencia financiera y la necesidad de pagar el inmenso gasto que ha supuesto la renovación del estadio Santiago Bernabéu hacen que los gastos salariales del club estén bastante por debajo de ese límite máximo permitido.
Por otro lado, el FC Barcelona, que alguna vez estuvo a la par del Real Madrid en términos de poder financiero, ha sufrido una dramática caída en su límite salarial. En febrero de 2023, esta cifra se situaba en 683,4 millones de euros, pero en septiembre del mismo año se redujo drásticamente a 270 millones de euros. Esta reducción refleja la difícil situación financiera que atraviesa el club catalán, que se ha visto obligado a desprenderse de jugadores estrella y a restringir sus movimientos en el mercado de fichajes. De todos modos los gastos salariales del Barcelona en esta temporada estará muy por encima de ese límite pero no pasará nada porque de todos es sabido que el club catalán tiene patente de corso para cometer cuántos delitos e infracciones se puedan imaginar y siempre saldrá indemne con la protección política qué le brinda el hecho de ser més que un club. No es solo que pueda sobornar a los árbitros o incumplir el límite salarial, es que puede comprar órganos para transplantes o camuflar comisiones por la compra de jugadores como si fuera actividades empresariales o cualquier otro delito recogido en los muchos capítulos del Código Penal. Da igual, siempre tendrán una explicación que sólo ellos se creen y que los demás nos tendremos que tragar sí o sí. Es lo que hay.
El Atlético de Madrid, el tercer grande de LaLiga, también ha experimentado una leve disminución en su límite salarial, ahora establecido en 296,3 millones de euros. Si bien aún se encuentra en una posición financiera sólida en comparación con otros clubes, esta disminución podría indicar que el club rojiblanco está luchando por mantener su competitividad en el ámbito internacional.
Pero lo que resulta aún más alarmante es cómo La Liga se compara con otras ligas europeas, en particular la Premier League. La distancia entre las dos ligas es cada vez más evidente. La Premier League ha consolidado su posición como la competición más rica y poderosa del mundo del fútbol, y los números lo respaldan.
Los seis clubes de La Liga que superan la marca de los 100 millones de euros en límite salarial (Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla, Villarreal y Real Sociedad) enfrentan una dura competencia financiera de los clubes de la Premier League. Equipos como el Manchester City, el Manchester United, el Chelsea y el Liverpool tienen límites salariales significativamente más altos que sus homólogos españoles. Esto se traduce en la capacidad para atraer y retener a los mejores jugadores, lo que les permite competir con éxito en la Liga de Campeones de la UEFA y en otros torneos de élite.
El declive de La Liga se hace aún más evidente cuando miramos a los equipos con límites salariales más bajos. El Deportivo Alavés lidera esta lista con un límite de 31,2 millones de euros, seguido de Las Palmas con 35,1 millones y el Getafe con 40,2 millones. Estas cifras son comparativamente bajas en el contexto europeo y reflejan la falta de recursos financieros de estos clubes para competir en igualdad de condiciones con los equipos de la Premier League. No hay que perder de vista de que estos límites salariales son bastante realistas atendiendo al país y a las ciudades en las que están esos clubes; quien piense que Getafe se puede permitir un club con cientos de millones de euros de presupuesto está fuera de la realidad que todos vemos en nuestro día a día.
Además de los límites salariales, otros factores contribuyen al declive de La Liga. La gestión financiera deficiente en algunos clubes, la falta de inversión en infraestructuras y la disminución del atractivo de la liga para los jugadores extranjeros (demasiados impuestos) son problemas que se han ido acumulando con el tiempo. A medida que otras ligas europeas, en particular la Premier League, invierten en estadios modernos, academias de fútbol de vanguardia y programas de desarrollo de jóvenes talentos, La Liga parece estar quedándose atrás en la carrera por la supremacía.
Pese al antipatía y al rechazo que genera por sus posicionamientos políticos, hay que reconocer que el atlético de Bilbao es el club que más está haciendo por el fútbol español porque se esfuerza en mantener una plantilla con jugadores locales y en generar talento dentro de sus propias escuelas de fútbol. Ojalá todos los clubes de España tuviesen una estructura similar a la Escuela de Lezama, lo que sin duda convertiría a la Liga en la mayor fábrica de talento futbolístico a nivel mundial.
La Premier League, por su parte, ha logrado atraer a estrellas internacionales y ha globalizado su marca de manera efectiva. La llegada de jugadores de renombre como Erling Haaland a la liga inglesa ha generado un interés sin precedentes en todo el mundo. Los contratos de televisión lucrativos y los patrocinadores de alto perfil también han contribuido al auge de la Premier League como la liga más rica y popular del mundo.
Y ojo, que todavía hay que tener en cuenta que mientras los europeos estamos mirándonos el ombligo en otras partes del mundo están pasando cosas que podrían hacer tambalearse todo este equilibrio del fútbol mundial. Aunque la Liga China haya fracasado en su intento de posicionarse como principal liga asiática, ahora han aparecido los clubes de Arabia Saudí, financiados por los petrodólares, firmando contratos espectaculares a docenas de jugadores para reunir talento en la Saudí Pro League en un intento de crear una Liga asiática competitiva que atraiga a la audiencia árabe, la tercera en importancia económica después de la europea y de la hispanoamericana.
En resumen, los números no mienten: La Liga está en declive y está siendo superada por otras ligas europeas, especialmente la Premier League. Los límites salariales más bajos, la situación financiera precaria de algunos clubes y la falta de inversión en infraestructuras y desarrollo de talento son solo algunos de los problemas que enfrenta la liga española. Si La Liga no toma medidas significativas para abordar estos problemas y recuperar su competitividad, corre el riesgo de quedar relegada a un segundo plano en el panorama del fútbol mundial, mientras que otras ligas continúan avanzando y ganando posiciones en el escenario internacional.
