En el anterior parón de selecciones España jugó dos partidos contra Georgia y Chipre en los que utilizó extremos rápidos y con desborde y consiguió golear sin compasión a ambas selecciones.
El partido que yo ví ayer frente a Escocia fue un monumento al aburrimiento en el que Luis de la Fuente, el seleccionador español, colocó en las posiciones teóricas de extremos a dos jugadores de tiki taka, Oyarzábal y Ferrán Torres. Ambos, siendo unos jugadores técnicamente impecables, carecen absolutamente de velocidad y de regate: se limitan a recibir el balón en la banda, dar un pasecito fácil hacia atrás y, como tanto les gusta decir a los comentaristas de TVE, vuelta a empezar. Fútbol aburrimiento en estado puro; posesión improductiva.
El fútbol que vimos ayer es el mismo que llevamos viendo a la Selección desde el ciclo glorioso de las dos Eurocopas y el Mundial pero es un sistema que los rivales ya han aprendido a frenar con facilidad. La defensa escocesa solo tuvo que dar ayer un pasito al frente, subir la línea de presión cinco o seis metros, para dejar seco al equipo español. La suerte es que los jugadores escoceses, con su línea de cinco mediocampistas, carecía absolutamente de profundidad ofensiva y jamás demostraron ningún interés en acercarse al área española. Otro equipo con un poco más de nivel ofensivo nos hubiese puesto contra las cuerdas.
A mí me sorprende la torpeza de Luis de la Fuente y de todos los entrenadores anteriores, que son incapaces de entender algunos principios básicos del fútbol. Si el rival te adelanta la defensa, tu solución tiene que ser lanzar a tus extremos por las bandas o dejar que tus interiores se abalancen hacia la portería y pasar el balón por encima de la defensa. Empeñarse en pasar las dos líneas defensivas que monta el equipo rival dando pasecitos al pie mientras los jugadores avanzan andando, no solo es improductivo sino que aburre al público soberanamente. Ayer los comentaristas alababan el carácter alegre y festivo del público sevillano por hacer constantemente olas y dar muchas palmas mientras sonaban cánticos de apoyo a la selección pero eso sólo encierra que los espectadores se aburrían como ostras.
Todo esto, claro, teniendo en cuenta que al final se consiguió ganar el partido gracias a un remate de Morata y a una pérdida del balón del lateral izquierdo escocés que dejó media jugada hecha a la delantera española. Si el árbitro no hubiese anulado el gol escocés, que podía haber subido perfectamente al marcador y no pasaría nada, posiblemente hubiésemos visto a las misma selección torpe, nerviosa y plomiza que llevamos viendo todos estos años y ahora estaríamos viendo un mar de críticas y dudas sobre el seleccionador.
Por lo menos se ve cierta frescura en el futuro porque hay jugadores como Bryan Zaragoza, Nico Williams o Yamine Lamal, que ofrecen velocidad y desborde. Ya veremos si Luis de la Fuente y los entrenadores que vengan después de él serán capaces de entender que el fútbol moderno depende de la velocidad con la que se ejecutan las acciones. La fuerza o la técnica ya es algo que tienen todos los equipos pero los buenos jugadores saben hacer todo eso simplemente más rápido. Me parece el colmo del cinismo que se diga que el entrenador ha estado muy acertado con los cambios, cuando en realidad lo que tenía que hacer es empezar con ese tipo de jugadores desde el principio y dejarse de fútbol control, posesión y demás zarandajas. Cuando los alemanes se labraron aquella reputación de ser el equipo que siempre ganaba, lo hacían a base de las recetas básicas del fútbol: velocidad, desborde y orientación del juego hacia la portería rival.
Yo no soy particularmente optimista respecto al futuro inmediato de la selección porque veo cómo los sucesivos seleccionadores se empeñan en alinear jugadores según su club de procedencia y según su autoridad en el vestuario, independientemente de lo que aporten al juego del equipo. Así vemos como viejas glorias como Carvajal o Navas siguen jugando pese a que sus mejores años ya quedaron atrás y su velocidad y frescura es algo que ya solo queda en cintas de vídeo en VHS.
También me parece que habría que replantear estos grupos de clasificación para el Europeo y el Mundial y hacer una fase previa en la que los equipos pequeños se eliminen entre sí, de manera que cuando entrasen en juegos selecciones como la española pudiésemos ver partidos de cierto nivel jugados entre selecciones de buenos jugadores. Ver a Rodri enfrente de equipos de albañiles de Malta, es una broma de mal gusto y acaba alejando al espectador, que no ve sentido a partidos tan desiguales.
Nada, que ellos siguen en sus trece.
Luego llegará a un equipo que nos presione que corra, que apriete y nos echarán en octavos o en cuartos.
Nada nuevo bajo el sol.
Siempre ha sido así.
Hubo un período de lucidez en el que se probó a hacer algo distinto a lo que hacía todo el mundo, el tiki taka, y funcionó.
Ahora que todos saben hacer tiki taka y defensas presionantes, seguir haciendo lo mismo de siempre es un suicidio.
Pues ayer le ganaron a Noruega y se clasificaron directamente para la Euro-24, tan malos no serán ¿no?
Ya sé que siempre se dice que España tiene 25 millones de seleccionadores nacionales y que todos pensamos que sabemos más de fútbol que nadie pero es que lo que está pasando con la selección española de fútbol es clamoroso.
Por si nos sirviera de ejemplo, se puede mirar el caso de la selección italiana y ver como su métodos para elegir a los jugadores se basan en el prestigio y en la autoridad acumulada cuando en el campo los partidos se ganan con velocidad y con técnica.
Italia es una gerontocracia futbolística y de hecho ya se ha quedado fuera de los dos últimos mundiales, pero eso no debería extrañar a nadie que conozca un poco como funciona el Calcio. Todos los equipos presumen de tener grandes jugadores cuando en realidad lo que tienen es una colección de estrellas con un pasado glorioso.
El fútbol español parece que está siguiendo un camino parecido y se nos olvida que cuando ganamos el mundial de 2010 la mayoría de los jugadores estaban entre los veintitres y los veinticinco años, la mejor edad para un futbolista. A ver si toman nota de una vez y empezamos a jugar rápido y desbordando a las defensas rivales, no empeñándonos en chocar una y otra y otra y otra y otra y otra vez contra ellas.
Debe ser cosa de los tiempos porque hasta la misma Alemania ha renunciado al fútbol directo que tantos éxitos le dio en el pasado. Ellos mismos deberían saber que no hay nada más eficaz que lanzar un balón hacia adelante, hacia un extremo, y que sea éste el que, como un puñal, rompa la defensa enemiga para que detrás de él pueda lanzarse toda la caballería y acumular jugadores dentro del área esperando el remate y fuera del área esperando el rechace.
Con esa técnica tan sencilla Alemania ganó varios mundiales y se ganó fama de ser imbatible.
Habría que ver si alguien es capaz de recuperar esos vídeos históricos y llevarlos hasta la sede de la federación para que allí entiendan la manera de pasar por encima de las defensas presionantes que tanto le gustan a los equipos que se enfrentan contra la Selección Española.
Seguir con el mismo tiki taka, los mismos pases al pie y seguir jugando al paso, no nos lleva a nada.
Luego llega a Rusia o Marruecos y nos echan del Mundial y nos quedamos preguntando cómo es posible que esos países, con esas ligas tan débiles, dejen a una supuesta potencia futbolística fuera de la competición a las primeras de cambio.
Cuesta trabajo creer que no haya en toda la federación española de fútbol, alguien que sea capaz de analizar partidos como este o el del España-Marruecos o el España-Rusia de los en los que nos echaron de los pasados mundiales y darse cuenta de que ese tipo de defensas solo se pueden superar con pases en largo hacia el hueco, que hay que lanzar a los extremos o dejar que cuando todos van corriendo hacia atrás sea un defensa o un interior el que corra hacia adelante y supere a la defensa rival.
No me parece tan complicado. Y, lo que no sé es porque no lo ponen en práctica ya de una vez.