Estoy deseando que empiece esta noche el partido entre el Real Madrid y el Manchester City porque, como buen aficionado al deporte, me parece el mejor enfrentamiento que ahora mismo puede ofrecer el fútbol mundial. El Real Madrid, la verdad es que siempre ha estado ahí pero desde hace 10 años el Manchester City ha escalado posiciones a base de millones de petrodólares. El equipo de Guardiola ocupa ahora mismo las primeras posiciones en todos los rankings del fútbol relacionados con el dinero. El Real Madrid, en cambio, ocupa los primeros puestos el tradición, títulos históricos y orgullo de club.
No hay que olvidarse que el equipo histórico de Manchester ha sido siempre el United y que el City era el equipo pobre, algo así como el Rayo Vallecano de Manchester, hasta que llegaron los árabes y con sus petrodólares y empezaron a comprar todo lo que se podía comprar para conseguir hacer un equipo competitivo, lo que diez años después les llevó a ganar La Champions League del año pasado. Todas las cifras en el Manchester City son absurdamente altas y gracias a eso tienen todo lo que el dinero puede comprar. Lo que el Manchester City no tiene, ni podrá tener nunca, es el amor al fútbol por el fútbol, la lucha constante y el sacrificio por la victoria que ofrece el Real Madrid a los elegidos que visten la camiseta blanca.
En una eliminatoria de este nivel es imposible hacer ningún pronóstico y cualquier resultado es posible pero, para qué disimular, espero que el Real Madrid pueda imponerse en esta final anticipada de la Champions League.
Este duelo no es solo un enfrentamiento entre dos de los clubes más prestigiosos del continente, sino también una batalla táctica entre dos de los entrenadores más aclamados del fútbol moderno: Carlo Ancelotti y Pep Guardiola. Son dos estilos de entrenar completamente antagónicos.
Carlo Ancelotti es un gestor de plantilla que se asegura de que todos sus jugadores se lleven bien entre ellos y le respeten como entrenador por guardar y hacer guardar las jerarquías dentro del vestuario; en el fondo no entiende el fútbol moderno porque no sabe qué es todo eso de los espacios y las defensas presionantes pero se asegura de seguir fielmente las directrices que le marcan desde la presidencia de los clubes donde entrena y de poner en el campo a los jugadores con más peso de la plantilla. Todo el mundo piensa que es una excelente persona y sus jugadores le aceptan como líder del equipo.
Pep Guardiola es exactamente lo contrario: entiende como nadie el fútbol moderno y se rompe la cabeza para obtener las mejores prestaciones de cada una de las piezas que dispone en el campo, a la vez que estudia al rival para secar a sus mejores jugadores e impedirle llevar a cabo su juego; es un estudioso del fútbol y gestiona su plantilla con mano de hierro pero es un capullo integral con el que nadie iría a tomarse unas cañas. Es la persona perfecta para ser entrenador de un club sin alma pero con dinero para comprar a quién le apetezca. Es un ejecutivo de esos que afean el fútbol actual y podría ser perfectamente director de contenidos en Netflix o jefe de producción en Tesla, por ejemplo, con un brillante desempeño pero cero admiración: es su trabajo y lo hace bien.
La historia reciente ha visto a estos gigantes encontrarse en repetidas ocasiones en la Champions, con cada equipo llevándose la victoria en diferentes temporadas. El Madrid logró una épica remontada en 2022, mientras que el City dominó con una contundente victoria el año siguiente. Este año, ambos equipos buscan desempatar esta rivalidad con la mira puesta en la final de Wembley, prometiendo un espectáculo de fútbol de primer nivel. Nadie lo dice abiertamente pero todos saben que esta eliminatoria es una final anticipada.
Una novedad significativa en esta confrontación es la incorporación de Jude Bellingham al Real Madrid, un jugador que añade una nueva dimensión al ya de por sí estelar mediocampo blanco. Este choque no solo se define por el talento en el campo, sino también por la estrategia y la preparación física, aspectos donde tanto Ancelotti como Guardiola han demostrado ser maestros.
El Real Madrid llega a este partido en una posición envidiable, liderando La Liga y habiendo disfrutado de un descanso de nueve días, lo que contrasta con el apretado calendario del City en la Premier League. Las preocupaciones sobre lesiones son paralelas en ambos equipos, aunque la posible ausencia de Gvardiol en el City podría inclinar la balanza a favor del Madrid.
Guardiola ha expresado su respeto por Ancelotti, destacando sus habilidades tácticas y su capacidad para optimizar el rendimiento de sus jugadores. Por su parte, Ancelotti ha reconocido la calidad de Guardiola, aunque el recuerdo de una derrota sin coraje en la temporada pasada sirve como motivación para un Madrid que busca redención.
El Real Madrid ha evolucionado desde su última confrontación con el City. No solo ha habido cambios significativos en la alineación, sino que la estrategia del equipo se ha ajustado para ejercer un mayor control del juego, especialmente a través de la influencia de Toni Kroos en el mediocampo. La adición de Bellingham y la presencia de Mendy, ausente por lesión el año pasado, fortalecen aún más al conjunto blanco.
El Manchester City, manteniendo un equipo similar al del año pasado, sigue siendo un adversario formidable, liderando en varios aspectos estadísticos de la Champions League. Sin embargo, la ausencia de Gündogan es notable, aunque Foden ha demostrado ser un reemplazo capaz con un estilo de juego distinto.
La expectativa es alta y el escenario está listo para otro capítulo memorable en la historia de la Champions League, donde el fútbol de calidad está asegurado.
El nuevo clásico del fútbol europeo. La madre de las batallas en una Copa de Europa que, por mucho que sea igual de admirada por todos, siempre ha mostrado tener predilección por un rey que hoy busca demostrar por qué porta esa corona en su escudo.
Todos la admiran.
Uno la vive.
Excelente artículo
#HalaMadrid
¡Muchas gracias, Édgar!
Espero que hoy acabemos contentos: un 7-1 sería lo correcto. 😀