Para un espectador neutral supongo que el partido de ayer fue simplemente un magnífico espectáculo deportivo en el que los dos mejores equipos de Europa del momento se enfrentaron a cara de perro y acabaron empatando pese a que ambos hicieron jugadas fabulosas y demostraron el por qué de su condición de favoritos.
Para quienes esperábamos que el Real Madrid ganase en el partido de ayer , lo que se vio sobre el césped del Santiago Bernabéu fue un poco decepcionante por estos motivos que te dejo aquí a continuación. Me gustaría que, si no coincides conmigo, me dejases un comentario debajo de este artículo.
Primero.- Ancelotti.
Que Ancelotti no es un buen entrenador, por muy buena persona y magnífico gestor de plantillas que resulte, es algo que todo el mundo del fútbol sabe a estas alturas. Su planteamiento de ayer, esperando al Manchester City fuera del área para intentar sorprenderle al contraataque, suena ridículo en un equipo de la entidad del Real Madrid. Que te haga eso el Getafe o el Granada tiene su explicación pero la plantilla madridista da para mucho más de lo que Ancelotti intentó hacer. Por supuesto, a estas alturas de la vida al entrenador italiano todo lo que se le diga le entra por una oreja y le sale por la otra porque aplicando ese sistema ha conseguido más Champions que casi nadie y siendo un señor mayor ya cercano a la jubilación intentar cambiar su manera de entrenar es una utopía. Es lo que hay.
Segundo.- Bellingham.
No siempre es domingo y Bellingham tampoco tuvo ayer su día. No es que se le pueda exigir siempre un rendimiento sobresaliente ni que siempre se eche el equipo a sus espaldas hasta conseguir la victoria, pero es en partidos como el de ayer es donde un jugador debe esforzarse en dar lo mejor de sí mismo y ayer el inglés no estuvo nada acertado en el ataque pero tampoco se le vio especialmente presionante ni agresivo en la defensa.
Tercero.- Kroos.
Es el máximo culpable de la derrota de ayer. Mira la foto que abre este artículo y fíjate en cómo Kroos se aparta y abre un pasillo enorme para el tercer gol de los ingleses. Busca el resumen del partido y fíjate en que es él el que debería haber tapado al lanzador pero más que bloquear el tiro, se aparta asustado.
Lo de Kroos en el Real Madrid a mí me hace sentir vergüenza ajena. Ese hombre no se da cuenta de que ya no está en condiciones para rendir al máximo nivel en una competición tan exigente como la Champions League. Ahora mismo tiene una plaza en el equipo por la manera de hacer las alineaciones de Carlo Ancelotti en la que la veteranía de Kroos y su ascendiente en el vestuario le da un lugar preferente, independientemente de su estado de forma. Su actitud tacaña, siempre yéndose hacia atrás y dejando un pasillo de entrada en la zona que debería ocupar es una invitación para los atacantes, máxime si cuando el rival va a disparar a puerta, cómo pasó en el segundo y tercer gol, Kroos se aparta para no recibir un balonazo, cosa por lo que se le debería arrancar el escudo madridista de la camiseta en una ceremonia pública de deshonor y entrenar sólo con el calzón hasta que fuese capaz de recibir diez balonazos a pecho descubierto sin pestañear.
Cuarto.- El saquecito.
Me llevan los demonios cada vez que veo al Real Madrid hacer el saque de puerta en el que el portero se coloca en el centro del área pequeña y sus dos centrales en las esquinas para empezar la jugada con el balón controlado. Me parece una solemne estupidez hacer eso contra equipos que hacen presión alta porque se les invita a acudir cerca del área dónde la defensa es absolutamente vulnerable a una pérdida de balón. Además, tres de cada cuatro veces que se intenta esa jugada, la tiene que terminar el portero mandando un pelotazo a la desesperada con un rival presionando al límite. Para acabar así, mejor empezar mandando directamente el balón hacia el centro del campo y ocupar allí el espacio con los propios centrocampistas mientras los centrales se quedan en campo propio protegiendo la retaguardia que es su función.
Quinto.- La puntería.
El segundo y tercer gol que marcaron ayer los ingleses no los van a volver a repetir en su vida. De cada 100 tiros a puerta que hagan uno o ninguno entrar a con la precisión y la velocidad con que lo hicieron ayer. Eso es imprevisible y forma parte del fútbol pero, en realidad, el equipo de Guardiola se llevó un poquito más de lo que merecía.
Sexto.- Haaland.
¿Quién? ¿Jugó?
Séptimo.- La actitud
Ayer se vio que en cuanto el Madrid se echa adelante y le aprieta las clavijas al rival, puede asfixiarlos y meterle dos goles o cinco si hace falta pero, incomprensiblemente, el equipo se echa atrás, seguramente mal dirigido por Ancelotti para esperar al rival y rematarlo al contraataque, cosa que nunca acaba pasando. Si quieren obtener un buen resultado en Manchester, tendrán que salir con una actitud valiente a comerse al equipo inglés para no repetir el ridículo partido del año pasado. Visto lo visto, no tengo muchas esperanzas.
Todavía queda por ver lo que pasará cuando se hayan jugado los 180 minutos de la eliminatoria pero ayer me quedé con la sensación de que a este Madrid le falta algo. No sé si habría que cambiar al entrenador o habrá que esperar a que el año que vienen lleguen Mbappé y Endrick para tener un equipo realmente arrollador que devuelva al Real Madrid a sus años de gloria. Porque no se trata de pasar a semifinales o de ganar una Champions; si esta nueva generación de jóvenes jugadores jóvenes que está llegando quiere dejar su huella para siempre en los anales madridistas tendrán que ganar tres, cuatro, cinco o seis Champions a lo largo de la próxima década o simplemente se los recordará como una buena generación de jugadores que hicieron grandes partidos, pero de esos ya ha habido muchos en el Madrid. Esa es la diferencia entre la victoria y la gloria futbolística.
Y en el Real Madrid se juega por la gloria y la leyenda.
