Xabi Alonso ha reescrito los anales del fútbol alemán en una gesta que parece sacada de los libros de historia. Su llegada al Bayer Leverkusen marcó el inicio de una transformación drástica y profundamente necesaria. Tras asumir las riendas del equipo en octubre de 2022, cuando este flirteaba peligrosamente con el descenso, Alonso no solo ha revitalizado al club, sino que lo ha llevado a conquistar la Bundesliga por primera vez en su historia, poniendo fin a una era dominada por el Bayern de Múnich.
Desde el momento en que Xabi Alonso tomó el control, el cambio fue notorio. El equipo, que se encontraba sumido en una profunda crisis, comenzó a mostrar signos de una inminente resurrección. En la temporada anterior, el Leverkusen había estado al borde del descenso, y su participación en competiciones europeas había sido lamentable. Sin embargo, bajo la dirección de Alonso, el club no solo se recuperó, sino que se transformó en una máquina de ganar partidos, acabando la temporada sin conocer la derrota, un logro que rememora al Arsenal de Arsène Wenger.
El estilo de juego implementado por Alonso ha sido clave en este éxito. Promoviendo un fútbol vertical, ofensivo y dinámico, el entrenador español ha sabido explotar las habilidades de sus jugadores estrella. Florian Wirtz, Victor Boniface, Jonas Hofmann y Alejandro Grimaldo se han erigido como pilares fundamentales en la táctica de Alonso, marcando la diferencia en el campo con actuaciones que han dejado huella en cada partido.
El triunfo del Bayer Leverkusen no se limitó a la liga. Con la Bundesliga ya asegurada, el equipo mira hacia un posible triplete, con la final de la Copa de Alemania y los cuartos de final de la Europa League en el horizonte. Este éxito no solo ha sido una victoria en términos de títulos, sino que también ha representado una reivindicación cultural y deportiva para el club, que había sido apodado peyorativamente como «Neverkusen» debido a sus frecuentes fracasos en momentos cruciales.
La conquista de la Bundesliga ha sido un momento de catarsis para el Bayer Leverkusen, con una celebración que resonó no solo en el estadio lleno a rebosar, sino en toda la ciudad. La imagen de Xabi Alonso, bañado en cerveza y celebrando con una multitud que entonaba «Que viva España» es testimonio del profundo impacto emocional y cultural de este triunfo.
La llegada de Alonso ha sido más que una mera cuestión técnica; ha infundido una creencia y una confianza que el club necesitaba desesperadamente. Su capacidad para transformar un equipo que luchaba por su supervivencia en la élite del fútbol alemán en un contendiente dominante es un reflejo de su inteligencia táctica y su liderazgo. Además, esta temporada de récords ha establecido nuevos estándares en el club en términos de puntos, victorias y goles, un legado que perdurará.