Ahora, en tiempo de recortes (y lo que rondaré morena) se van a acordar los científicos de toda la divulgación que no han hecho antes.
Ahora tienen prisa por explicarle lo que hacen a los ciudadanos para que les ayuden en su lucha contra los recortes. El problema es que la mayoría de esos ciudadanos ahora está demasiado ocupada pensando en cómo llegar a fin de mes.
Esta foto es de la puerta de la Estación Experimental del Zaidín hecha cinco minutos antes de publicar este post.
Harían bien esos científicos en aprender a enseñar los resultados de sus investigaciones para que los ciudadanos podamos decidir sí debemos seguir financiándolos o no. Ahora mismo la ciencia se nos está vendiendo como una religión en la que todos debemos creer pero desde las instituciones públicas científicas se niegan a mostrar sus resultados para que puedan ser evaluados porque mucho me temo que si se viera el resultado, muchos de nosotros empezaríamos a pensar que no vale la pena mantener el actual sistema público de investigación y que había que despedir a miles de funcionarios para dedicar ese dinero a investigación realmente productiva y mensurable.
Los funcionarios han conseguido acumular tal mala fama en España que ahora mismo yo tengo la sensación de que no están haciendo ni el güevo y en realidad están más preocupados por sus sexenios y sus permisos y moscosos y todas esas cosas que en llevar adelante investigaciones realmente productivas para la sociedad.