La directora de la Guardia Civil dimite por la implicación de su marido en caso de corrupción de los ERE andaluces
Aunque en principio María Gámez ha presentado su dimisión alegando honestidad y responsabilidad y presumiendo de su ética y valores, parece que se va sabiendo que el trasfondo de esta dimisión es una ramificación más del gigantesco entramado de corrupción del PSOE en Andalucía que se conoce como caso ERE.
María Gámez era una política con aura de triunfadora en el PSOE andaluz y había intentado dos veces ser alcaldesa de Málaga. Mientras tanto su marido y su cuñado eran personas muy activas en el entramado de empresas públicas andaluzas que pululaban alrededor de todo tipo de agencias y entes opacos de la Junta de Andalucía en este caso de la Agencia Idea, un auténtico nido de víboras donde han desaparecido cientos de millones de euros.
Juan Carlos Martínez el marido de María Gámez está imputado en el caso Santana Motor, una de las ramas del caso ERE. A través de la empresa Experience Management Group, constituida con sus hermanos, se dedicaban a la prestación de trabajos de asesoría y consultoría y mediante esta empresa percibieron cantidades desorbitadas por conceptos tan difusos como el alquiler de un despacho o la elaboración de informes de los que nadie tiene noticias, lo que es ya un clásico de las formas de corrupción.
Gracias a todas estos tejemanejes la ahora dimitida directora de la Guardia Civil y su marido pudieron comprarse en la costa malagueña un ático valorado en más de un millón de euros cantidad que viene más o menos a coincidir con las cantidades que se les asignan en los sumarios en los que están implicados.
Mientras tanto desde el Ministerio del Interior se intenta desesperadamente que todos estos escándalos aparezcan en la prensa oficialista como casos de corrupción en la Guardia Civil totalmente ajenos al PSOE. La realidad parece indicar que es el PSOE, especialmente la rama andaluza del partido, la que arrastra tras de sí un rosario de casos de corrupción en los que no dejan de aparecer cantidades indecentes de dinero que desaparecen de las arcas públicas y van a parar a los bolsillos de los militantes socialistas.
Parece que el caso ERE, el mayor escándalo de corrupción de la historia de España, solo es un símbolo más de los muchos casos en los que el PSOE está implicado y toda esta sombra de corrupción va a perseguir al partido por mucho tiempo.
