En una muestra de pragmatismo negociador, este jueves por la noche, Vox y el Partido Popular han alcanzado un histórico acuerdo para formar una coalición y gobernar juntos en la Comunidad de Aragón. El pacto permitirá al presidente del PP aragonés, Jorge Azcón, liderar la comunidad, mientras que Vox obtendrá dos importantes consejerías, una de ellas con rango de vicepresidencia.
Las áreas estratégicas en las que Vox tendrá participación serán la Consejería de Despoblación, Desarrollo Territorial y Justicia, con la vicepresidencia, y la Consejería de Agricultura. Esta decisión, que aún está pendiente de ser formalizada, allana el camino para la investidura de Azcón, prevista para finales de la próxima semana y evita una costosa repetición electoral que hubiera afectado al normal funcionamiento del gobierno regional.
Con el acuerdo alcanzado, ambas formaciones políticas suman un total de 35 diputados en el Parlamento aragonés, 28 del Partido Popular a los que se suman los 7 de Alejandro Nolasco, consiguiendo así una cómoda mayoría absoluta entre los 67 diputados en la cámara. Aunque otras fuerzas políticas también tienen representación, como el PSOE, Podemos, PAR, Teruel Existe, CHA e IU, es evidente que la unión entre el PP y Vox ofrece una base sólida para la toma de decisiones y la implementación de políticas que respondan a las demandas de la ciudadanía aragonesa.
El vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, ha destacado la dedicación y empeño con los que ambas partes han trabajado para llegar a este pacto. Buxadé ha reafirmado que la coalición en Aragón se centrará en implementar medidas que impulsen el futuro y la prosperidad de las familias y empresas en la región. Ha subrayado que estas decisiones son «absolutamente esenciales» y se basan en el sentido común, mencionando específicamente la revisión de las «subvenciones a chiringuitos» y la ley de memoria democrática aragonesa como aspectos a modificar en beneficio de la comunidad.
Además, Vox ha vuelto a tender la mano al Partido Popular en otras regiones, reafirmando su disposición a pactar en aquellos lugares donde puedan formar coaliciones gobernables. Esto evidencia la visión pragmática y abierta de Vox en su búsqueda de soluciones políticas, basándose en el éxito de modelos como los de Castilla y León y Valencia.
En resumen, el acuerdo alcanzado entre el Partido Popular y Vox en Aragón es un claro ejemplo del espíritu negociador y la voluntad de diálogo de Vox, demostrando su compromiso con el bienestar de la región y su disposición a trabajar conjuntamente con otras fuerzas políticas para lograr un gobierno estable y eficiente.
Estos pactos son lo más lógico del mundo y es lo que cualquier votante de Vox o del Partido Popular esperaría que hubiera pasado. Lo que no se comprende es la sobreactuación de la señora Guardiola en Extremadura o las últimas declaraciones de Juanma Bonilla en Andalucía saliendo ahora otra vez con todos los discursos super progres a avisar que Vox es el demonio.
Mucha paciencia están teniendo los de Vox aguantando toda esa serie de descalificaciones para luego acabar firmando un acuerdo. Estaría bien que alguna vez los de Vox dijeran que si se les ha insultado de esa manera es porque no hay intención ninguna de llegar a un acuerdo y después se negase a hacer un acuerdo y forzar la repetición de elecciones.
La estrategia del PP de descalificar a Vox no le ha funcionado en las elecciones pero parece que no se han dado cuenta.
A ver si entra ya Ayuso y da un golpe de timón.