Podemos, ese partido político que siempre sabe cómo sorprendernos, ha conseguido una hazaña admirable en las últimas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo pero, por supuesto, no de la variedad que a ellos les hubiese gustado. Resulta que los votantes, en su sabiduría infinita, decidieron otorgarles una ración generosa de derrotas en cinco comunidades autónomas. Pero no contentos con eso, la guinda del pastel llegó con las elecciones generales del 23J, donde, agárrense, ¡lograron mantener a duras penas cinco de sus propios diputados en el Congreso! ¡Cinco! Parece que su coalición con Sumar no resultó tan sumamente efectiva como habían esperado.
Podemos, ese faro de eficiencia y planificación, ha decidido sacar la artillería pesada ante semejante alarde de éxito electoral. Han dado un paso audaz y admirable al abrir un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Como si el caos y la confusión no fueran suficientes, ahora también se unen los despidos masivos y el cierre de nueve federaciones. ¿Quién necesita empleados y federaciones cuando puedes abrazar la austeridad con tal pasión?
La ministra Ione Belarra, líder de esta magnífica orquesta, ha anunciado que esta «profunda reorganización» es necesaria para adaptarse a la drástica reducción de recursos. Por supuesto, después de perder representación y ver cómo sus ingresos se evaporaban en nueve territorios, ¿qué más podrían hacer? Pero no teman, amigos y amigas, porque Podemos promete que este es el «nuevo escenario» que les llevará a «asegurar la acción política» y a «garantizar el avance de las políticas transformadoras». Porque, claramente, la mejor forma de transformar la política es quedarse sin dinero, sin sedes y sin empleados.
Las cifras son igualmente impresionantes. Podemos informa con orgullo que sus ingresos se desplomaron en un 90% a nivel autonómico y en un 70% a nivel nacional. Pero no teman, la genialidad continúa. En las pasadas elecciones del 28M, lograron perder más de dos tercios de sus representantes autonómicos, desapareciendo en cinco comunidades autónomas. Pero eso no es todo, en las elecciones generales del 23J, ¡sí, las mismas donde lograron mantener cinco diputados!, el partido pasó de tener 26 diputados a tan solo 5. Una reducción de más del 80% que constituye una hazaña que pocos lograrían.
Por supuesto, en esta obra maestra de autogestión, hay ganadores y perdedores. Las federaciones que sufrirán los despidos y el cierre de centros de trabajo serán aquellas que no tuvieron la suerte de estar en las listas de Sumar. Pero no se preocupen, habrá algunas que sobrevivan. No se puede ganar siempre, ¿verdad?
En resumen, Podemos nos ha dejado a todos asombrados con su capacidad de transformación política, aunque no precisamente en la dirección que podríamos haber imaginado. Despidos masivos, cierres de sedes y una reducción de plantilla que dejará a muchos sin saber qué hacer con su tiempo libre. Sin embargo, no se preocupen, porque Podemos ha prometido que esta experiencia les llevará a «adaptar» sus gastos y a «cerrar centros de trabajo» en una demostración ejemplar de responsabilidad financiera, no como esos asquerosos capitalistas que hacen los despidos por pura maldad empresarial.
¡Quién dijo que la política no podía ser emocionante!
Se autoproclaman salvadores del pueblo obrero…y son una fábrica incesante de pobreza y sinvergonzoneria
Son espectaculares: cuando una empresa tiene que despedir a sus trabajadores porque la cosa no da para más, es porque el empresario es un depredador capitalista pero ahora que lo hacen ellos es porque hay que ajustase a la realidad económica para poder seguir en la lucha.
Son la hipocresía hecha partido político.
A mí me daría igual que fuesen hipócritas o despiadados o cualquier otra cosa si lo que hacen funcionara y se crease riqueza y las ciudades donde gobiernan fuesen mejor para sus ciudadanos y el país en cuyo gobierno están fuese mejor después de pasar ellos por el gobierno.
La realidad es que Podemos lo único que hace es enmierdarlo todo y destruir riqueza. Son un cáncer que debe ser eliminado.