El Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) ha lanzado un concurso sin precedentes en busca de los vehículos que redefinirán la capacidad táctica del Ejército de Tierra. Aunque por ahora los candidatos son predominantemente extranjeros, las esperanzas siguen en alto para que los fabricantes españoles presenten sus propias ofertas que marquen la diferencia en esta importante renovación de flota.
El objetivo detrás de esta licitación es sustituir los respetados Santana Aníbal y los longevos Nissan Patrol, reafirmando el compromiso del Ejército con la innovación y el rendimiento. El desafío es monumental: en los próximos cuatro años, con la opción de una extensión de dos años adicionales, se planea adquirir 4,500 vehículos todoterreno tácticos (VMTT). Estos vehículos deben ser la personificación de la versatilidad, con una amplia gama de configuraciones que abarcan desde pick-ups con cabina simple hasta las variantes más avanzadas con caja cerrada, techo rígido o lona y caja taller.
El proceso se ha puesto en marcha tras la publicación de los rigurosos requisitos técnicos y la asignación de fondos aprobada por el Consejo de Ministros. Aunque el presupuesto inicial ronda los 217.6 millones de euros, se espera que el valor total alcance los 315.7 millones, reflejando la determinación del Ejército para asegurarse de que cada euro invertido se traduzca en una flota de vanguardia. El precio medio de cada vehículo, si se distribuyen equitativamente, rondaría los 70,222 euros. Sin embargo, es importante notar que las opciones comienzan desde 51,000 euros y pueden llegar hasta 75,000 euros, especialmente para las configuraciones más especializadas.
Aunque por ahora no se han presentado fabricantes españoles como candidatos, la puerta sigue abierta para que demuestren su experiencia y capacidades en el ámbito militar. El MALE asignará la adjudicación en base a múltiples factores, incluyendo el costo, características técnicas, apoyo logístico y garantía. Las empresas interesadas tienen tiempo hasta el 1 de septiembre para unirse a esta competición de alto nivel.
Este proyecto no solo beneficiará al Ejército de Tierra, sino que también apoyará al Ejército del Aire y del Espacio, la Armada y la Guardia Civil. Aunque estos VMTT no serán utilizados en combate, serán esenciales para satisfacer las necesidades operativas tanto en territorio nacional como en despliegues internacionales.
En medio de este desafío, las esperanzas persisten para que los fabricantes españoles den un paso adelante y muestren su capacidad para satisfacer los rigurosos requisitos técnicos y operativos establecidos por el MALE. En última instancia, el objetivo es lograr una plataforma unificada que proporcione sinergias y reduzca los costes logísticos, mientras se maximiza la versatilidad. El pliego de prescripciones técnicas deja claro que la comunalidad entre versiones y variantes es vital, pero también se espera que las soluciones únicas y audaces sean valoradas.
Con un enfoque en la capacidad de carga, la tracción total y la potencia del motor, estos vehículos deben superar obstáculos desafiantes y garantizar el rendimiento en terrenos diversos. La capacidad de transporte es también un punto clave, ya que estos VMTT deben ser capaces de ser transportados en helicópteros y aviones, mostrando su versatilidad en todos los entornos posibles.
A medida que la fecha límite de presentación de propuestas se acerca, queda por ver si los fabricantes españoles aprovecharán esta oportunidad para demostrar su experiencia y compromiso con la excelencia. Con el futuro de la flota de VMTT en juego, la competencia se calienta y las expectativas siguen creciendo para ver si los candidatos nacionales pueden destacarse en esta contienda a nivel internacional.
