El Gobierno español muestra una vez más su incoherencia y doble rasero en su actitud hacia las empresas que deciden trasladar sus sedes fuera de España. Mientras que amenaza a compañías como Ferrovial por su decisión de establecer su sede en Holanda, el silencio ensordecedor persiste cuando se trata de movimientos similares, como el anunciado por el FC Barcelona.
Hace unas semanas el presidente del club culé anunció un acuerdo con Mountain & Co. I Acquisition Corp para que Barça Media, su filial de contenidos digitales, pudiera cotizar en el Nasdaq. El despacho de abogados Cuatrecasas, que asesoró a ambas partes, valoró la operación en unos 1.000 millones de euros. En ella, el club también vendía casi un 30% de su otra empresa Barça Vision a dos fondos de inversión.
Resulta bastante llamativo cómo el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, sigue adelante con su plan de trasladar la sede de Barça Media a Países Bajos para su debut en la bolsa estadounidense. Este movimiento es casi idéntico al realizado por Ferrovial, pero el Gobierno parece haber perdido su voz crítica en este caso. Pareciera que hay una discreción calculada cuando se trata de los intereses del FC Barcelona en comparación con otras empresas.
Mientras Laporta sigue adelante con su estrategia de establecer la sede en el extranjero, el Gobierno no parece mostrar el mismo nivel de preocupación que demostró en otros casos. ¿Dónde están ahora las advertencias y las declaraciones de preocupación? ¿Por qué la administración parece tan dispuesta a mantenerse en silencio cuando se trata de uno de los clubes más importantes del país?
Es interesante notar cómo el FC Barcelona sigue adelante con su plan de establecer la sede en Países Bajos, utilizando una estructura similar a la de Ferrovial para facilitar su entrada en el mercado estadounidense. Laporta espera que Barça Vision y Barça Media se conviertan en una fuente significativa de ingresos para el club, con una valoración estimada de 910 millones de euros (1.000 millones de dólares). No obstante, y pese a la posible salida a bolsa, en torno al 80% de la compañía seguiría en manos de los actuales accionistas.
El Barça ha optado por acelerar esta vía para dar entrada a los alemanes Libero Football Finance y los holandeses Nipa Capital BV en Barça Vision, y así lograr rescatar e inscribir a sus cracks. Además, reforzará su estructura «con socios estratégicos que aportan conocimiento y experiencia en la búsqueda de oportunidades de negocio relacionados con la industria del deporte», como destacó en el comunicado para hacer oficial dicho acuerdo.
La falta de coherencia en la postura del Gobierno español es evidente. La presión sobre Ferrovial contrasta notablemente con la falta de acción o comentario en relación con el FC Barcelona. Esto podría plantear preguntas sobre las prioridades y las motivaciones detrás de estas acciones gubernamentales.
En última instancia, queda claro que el Gobierno español necesita abordar esta falta de coherencia en su enfoque hacia las empresas que deciden trasladar sus sedes fuera del país. Si va a tomar medidas enérgicas y hacer declaraciones públicas en un caso, debería hacerlo de manera coherente en todos los casos similares. La inconsistencia actual solo socava la credibilidad y la integridad de las acciones gubernamentales en este ámbito.