Actualización: La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha anunciado que el próximo mes de mayo de 2024 estará disponible el nuevo fármaco para el control de peso, Wegovy (semaglutida), con el que se pretende contribuir a paliar los problemas de suministro de medicamentos como el Ozempic.
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La idea de que podemos lograr una figura escultural sin esfuerzo, simplemente tomando una pastilla, es tentadora. La necesidad de adelgazar y mantener un peso corporal saludable es innegable. La obesidad y el sobrepeso son factores de riesgo para una serie de problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes tipo II y ciertos tipos de cáncer. Tradicionalmente, la fórmula para perder peso ha sido simple: comer menos y hacer ejercicio. Esta estrategia, aunque efectiva, requiere tiempo, esfuerzo y compromiso, algo que, en la sociedad de débiles mentales en que nos estamos convirtiendo, cada vez menos gente está dispuesto a aceptar. En este contexto los medicamentos para adelgazar siguen ganado terreno.
Estos fármacos funcionan de diversas maneras, desde suprimir el apetito hasta reducir la absorción de grasas en el cuerpo. La idea de que una píldora puede ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos de pérdida de peso sin tener que cambiar nuestros hábitos alimenticios o aumentar nuestra actividad física es tentadora, pero ¿es realista?
Uno de los problemas más evidentes con los medicamentos para adelgazar es el riesgo de efectos secundarios. Un ejemplo notable es el retiro del mercado de la fenfluramina y la combinación de fenfluramina/fentermina en la década de 1990 debido a su asociación con daños cardíacos potencialmente mortales.
El enfoque en la pérdida de peso a través de medicamentos fomenta la idea de que no necesitamos hacer ningún esfuerzo por nosotros mismos, lo que lleva a una dependencia continua de estas sustancias. Además, cuando se suspenden los medicamentos para adelgazar, es común que las personas recuperen el peso perdido. Esto crea un ciclo de pérdida y ganancia de peso que puede ser perjudicial para la salud física y mental a largo plazo.
La creciente popularidad de los medicamentos para adelgazar ha llevado a la industria farmacéutica a invertir grandes inmensas sumas de dinero en su desarrollo y comercialización.
Wegovy llega a España
Wegovy, desarrollado por la compañía danesa Novo Nordisk contra el sobrepeso y la obesidad, se está perfilando como una potencial solución para aquellos que buscan una forma efectiva de perder peso. La expectativa es que llegue a España en el año 2024, aunque aún no se ha establecido una fecha precisa para su lanzamiento.
Wegovy ha generado un gran interés debido a su destacado desempeño en ensayos clínicos, donde ha demostrado la capacidad de promover una pérdida de peso de aproximadamente el 15% en adultos. Este logro le valió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos hace dos años. Además, en 2022, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dio luz verde a este prometedor fármaco, permitiendo su comercialización en algunos países europeos como Noruega, Alemania y Dinamarca. Más recientemente, el Reino Unido también autorizó el uso de Wegovy, aunque Novo Nordisk ha decidido introducirlo de manera controlada debido a las limitaciones de suministro que enfrenta.
Una característica interesante de Wegovy es que contiene el mismo principio activo, la semaglutida, que el conocido antidiabético de Novo Nordisk, Ozempic. Aunque Ozempic ha estado autorizado en España durante seis años, su popularidad se ha disparado en los últimos meses entre personas no diabéticas que lo utilizan para perder peso, inspirados por sus resultados positivos. Este fenómeno ha llevado a que algunos lo llamen «la droga de Hollywood», ya que algunas celebridades como Elon Musk han admitido recurrir a este tratamiento en busca de una forma física más esbelta porque pueden pagárselo ya que en Estados Unidos el coste mensual del tratamiento (inyectado) es de 1.500 dólares y tiene una duración de 18 meses, es decir, 24.000 euros.
Hay que tener en cuenta que la semaglutida tampoco es una droga mágica que haga desaparecer la obesidad de la noche a la mañana. Su funcionamiento dentro del cuerpo humano consiste en reducir el apetito y requiere que el paciente opte por no comer cuando no tenga hambre, por lo que el medicamento solo sirve para determinados tipos de obesos, no para los que comen por estrés o porque simplemente disfrutan comiendo aunque no tengan hambre.
La farmacéutica danesa registró un beneficio neto de 11.225 millones de euros en 2023, lo que supone un incremento del 50,7% respecto del resultado contabilizado un año antes, según informó la empresa. En el año, las ventas netas de Novo Nordisk sumaron 31.156 millones de euros, un 31,2% más que en 2022, mientras que el margen bruto aumentó al 84,6% desde el 83,9%.
Los ingresos de la división de diabetes y obesidad se elevaron un 37,5%, hasta 28.853 millones de euros, incluyendo un crecimiento del 60,2% de los ingresos por la comercialización de Ozempic, hasta 12.840 millones de euros, mientras que quintuplicó las ventas de Wegovy, hasta 4.204 millones de euros. ¡En Copenhague se estarán dando abrazos y comprándose maseratis a punta pala!
Alternativas más saludables y sostenibles
En lugar de depender de medicamentos para adelgazar, es fundamental promover enfoques más saludables y sostenibles para la pérdida de peso. Esto incluye:
- Fomentar la actividad física: en lugar de buscar atajos, es importante alentar a las personas a incorporar la actividad física regular en sus vidas. Esto no solo ayuda en la pérdida de peso, sino que también mejora la salud en general. Sería estupendo que los médicos pudiesen recetar horas de gimnasio para las personas sedentarias.
- Fomentar el consumo de productos cercanos y no procesados, haciéndolos más baratos que los productos industriales para que comer sano no sea perjudicial para el bolsillo.
- Cambiar el enfoque de la pérdida de peso de la imagen corporal a la salud general es esencial. La salud debe ser el objetivo principal, no una apariencia idealizada.
Este enfoque saludable y sostenible de lucha contra la obesidad está en franca decadencia porque tiene dos enemigos poderosos. De un lado los débiles mentales que pueblan las redes sociales pretenden que todos creamos que la obesidad no es una elección sino algo que se padece por circunstancias genéticas o metabólicas o de cualquier otro tipo que están fuera del control del obeso. De otro lado tiene a toda la industria farmacéutica que intenta que la obesidad deje de ser una elección del obeso sino que sea diagnosticada como una enfermedad y que, en consecuencia, su tratamiento deba ser cubierto por la sanidad pública.
¿Te imaginas los beneficios que podría tener una de estas multinacionales sí por cada obeso qué hay en España recibiera 1.500 euros mensuales? Mira a tu alrededor, haz la cuenta y entenderás el empeño de Novo Nordisk en distribuir su medicamento por todo el mundo.
