Hoy entra en vigor la Ley de Bienestar Animal y cada vez tengo más claro, con cada artículo que leo, que es un completo disparate. De entrada el propio Gobierno reconoce que la norma no está totalmente en vigor porque ni los cursos de formación ni los seguros de responsabilidad civil son obligatorios ya que no se han dictado los reglamentos que los deberían regular; sin embargo los propietarios sí que están sujetos a un montón de obligaciones ridículas y entre ellas la prohibición de dejar al perro en la puerta del supermercado.
El artículo 27 de la ley siete/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales establece específicamente que los propietarios de los animales de compañía tienen terminantemente prohibido
d) mantenerlos atados o deambulando por espacios públicos sin la supervisión presencial por parte de la persona responsable de su cuidado y comportamiento.
Esto significa que cualquier persona tiene que tener siempre el control de su animal y, por tanto, esa práctica tan común de dejar al animal atado en la puerta del supermercado mientras se hace la compra, pasa a ser infracción leve castigada con multa de 500 a 10.000 euros. Por supuesto si el animal llegase a causar algún daño lo aconsejable es huir; antes de que nadie lo sepa, compra un billete de avión a cualquier país del lejano Oriente y piérdete porque en el momento en el que su perro haya mordido a alguien se habrá iniciado tu camino directo hacia la ruina más absoluta y la muerte civil en España.
Esta situación tan absurda no hace más que poner de manifiesto dos circunstancias que cada vez se repiten más dos puntos:
- Por un lado las leyes están redactadas por monos con máquina de escribir que escuchan atentísimamente las voces de sus dueños y escriben la primera tontería que sale aleatoriamente de su teclado. La técnica legislativa dicta que los hechos sancionables deben estar descritos con exactitud y evitar lo que se llama tipos abiertos, que queden a interpretación de la autoridad directamente o a través de normas de desarrollo.
- Por el otro lado, con esta ley los ciudadanos quedamos a expensas de lo que a cualquiera le pueda parecer una situación de abandono o no de un animal. Hay que tener en cuenta que cualquiera puede denunciar una de estas infracciones, no tiene que ser necesariamente un agente de la autoridad; cualquiera que pase por la puerta de un supermercado y vea a perros atados puede denunciarlo a la autoridad competente, que será la que impondrá la sanción pertinente.
Por supuesto no es difícil imaginar que en alguna ciudad de España un concejal de asuntos sociales especialmente preocupado por el bienestar animal va a mandar a una patrulla de municipales con un lector de chips a la puerta de un supermercado y se van a dedicar a poner multas a a los propietarios de todos los perros que estén atados en la puerta. Con esto, se consigue complicar la vida de los ciudadanos y dejarles indefensos, suplicando a la autoridad que no se les imponga la sanción porque, a fin de cuentas, no es una situación tan grave y esos perros suelen estar bastante bien educados y no hacen daño a nadie. Siempre con lo mismo: ser vasallos de la autoridad. El sueño de todo comunista.
Poco a poco iremos conociendo noticias con sobre multas absurdas que se irán imponiendo a propietarios de mascotas. Por supuesto desde el ministerio se insistirá en que nada de eso va a pasar y que estos malos presagios son cosa de fachas que odian a los animales. Sin embargo, todos sabemos que es lo mismo que dijeron sobre la Ley del Solo Sí Es Sí y lo que luego acabó ocurriendo con la liberación de violadores. Al final tendrán que reconocer que todo esto fue un disparate pero la ley ya estará publicada y nadie se atreverá a rectificar.
Y por supuesto que nadie piense que el día que llegue el Partido Popular al poder ya se encargarán de quitar esta ley porque, aunque las utilizan para criticar mucho al PSOE y a los comunistas y todo eso, a la hora de la verdad, demuestran que en el fondo están de acuerdo con todas estas políticas socialistas y las mantienen, igual que ha mantenido la ley de violencia de género, igual que han mantenido en muchas comunidades las leyes sobre cambio de sexo e igual que mantiene en todas y cada una de las políticas socialistas cuando llegan al gobierno.
En resumen, lo mejor a partir de hoy mismo es irse a la Delegación o Subdelegación del Gobierno de tu provincia y entregar a tu mascota.
Y si no, prepárate.
Texto completo de la Ley de Bienestar Animal en .pdf