Después del Consejo de Ministros de hoy, el Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha calificado el comunicado de la embajada de Israel en Madrid como inamistoso. Ese comunicado, por si no lo sabes, pedía que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez desautorizase las declaraciones de sus ministros propalestinos, especialmente las de Ione Belarra. El Ministro se ha limitado a calificarlo de incidente puntual y ha trasladado su disgusto a la embajadora de Israel por su actitud inamistosa. Me he quedao pasmao.
El Ministro de Asuntos Exteriores también afirma que dentro del gobierno han intercambiado opiniones con los ministros de Sumar, el partido de Yolanda Díaz, y que consideran que es normal que haya diferentes opiniones dentro de un gobierno de coalición pero además le resta importancia a las declaraciones de Ione Belarra en las que acusa a Israel de genocidio o pide que el ministro primer ministro israelí Benjamín Netanyahu sea llevado ante la Corte Penal Internacional de la Haya. Es decir, en ningún momento ha entrado a cuestionar las afirmaciones de los ministros que comparten con él mesa en el Consejo de Ministros.
En vez de mostrar preocupación por las relaciones con Israel, que ha sido el estado atacado por Hamás, Albares se congratula de que está recibiendo mensajes desde los países árabes en los que le agradecen que la posición española sea favorable a la causa palestina porque, además de no condenar los ataques de Hamás, la intención del Ministro de Asuntos Exteriores es mantener la ayuda española a la franja de Gaza, a pesar de que todo el mundo sabe que allí el dinero fluye sin control y acaba llegando a las cuentas de Hamás. Aunque nadie se lo ha preguntado, estoy seguro de que no sabe cómo podría controlar que ese dinero destinado a la cooperación no llegue a la banda terrorista porque la franja es un agujero negro de la ayuda internacional.
Esta actitud equidistante y tibia con el terrorismo de Hamás está convirtiendo a Pedro Sánchez en un apestado a ojos de Estados Unidos y de las principales cancillerías europeas. Además, ministros del Gobierno español están participando en manifestaciones a favor de la causa palestina y los dirigentes comunistas de los partidos del gobierno muestran una actitud antisemita propia de países musulmanes radicales, lo que ha puesto en guardia a las cancillerías occidentales, que se plantean si es España un país amigo.
Con estos mimbres no se trata ya de que Pedro Sánchez sea un personaje irrelevante en la escena internacional y con el que los políticos de otro países no quieren ni aparecer en las fotografías. Lo grave del asunto es que España empieza a ser expulsada o al menos dejada de lado en los asuntos de cooperación internacional en los que se trata el terrorismo islámico porque los servicios de información extranjeros dan por hecho que todo lo que dejen saber a los servicios de información españoles será filtrado por los ministros izquierdistas del gobierno.
Esa confianza cuesta muchos años y mucho trabajo ganársela y el gobierno de Pedro Sánchez la está destrozando en muy poco tiempo. La ruina que está trayendo el PSOE a España no es sólo económica, nuestro prestigio está por los suelos a nivel internacional y cuanto más sigan Sánchez y su banda en el poder, peor será la imagen que tendrán de nosotros en Europa, como un país radical y aliado de los terroristas.
Aunque, bien pensado, los pactos del PSOE con Bildu y los golpistas, no son otra cosa que pactos con terroristas ¿de que me estoy extrañando ahora?
El problema es que hay mucha gente a la que no solo no le avergüenza sino que están orgullosos de que el Gobierno haya tomado partido por Hamás y por el terrorismo islámico de la misma manera que están contentísimos de que estén pactando con los terroristas de Bildu y con los golpistas de Juntos por Cataluña.
La masa debe descerebrados que apoya al gobierno aplaudirá cualquier decisión que tomen, a favor de lo uno o de lo otro. Y si ya la han tomado por uno de los bandos, no le importará cambiar de lado y después al explicar que simplemente han cambiado de opinión.
Eso es lo que hace su líder supremo y le importa todo un pimiento.
Pues sí, la verdad es que viendo lo que vemos todos los días, no sé de qué nos extrañamos.
Te avergüenza a ti y nos avergüenza a todos.
Lo mismo que pensamos nosotros de Argentina, que es un país de chichinabo gobernado por cuatro incompetentes, es lo que piensan en Europa de España por mucho que nos duela.
Hubo un tiempo en que nos creíamos que íbamos a ser europeos y que eso de habernos metido en la Unión Europea nos iba a convertir en un país serio y trabajador pero viendo cómo la mafia de Pedro Sánchez y sus secuaces están destruyendo al país, no tengo la menor duda de que vamos camino de ser la Argentina de Europa.
Que el señor nos coja confesados.
Pero somos españoles y no nos vamos a rendir hasta que nos quede un suspiro de aliento ¿verdad?