Yo tengo clarísimo que el socialismo se basa en robarle el dinero a los que trabajan y repartírselo a los que no trabajan. El sistema funciona perfectamente cuando se instaura de nuevas en una economía pero tiene una falla fundamental: la gente prefiere cobrar sin trabajar a matarse trabajando, así que en los sistemas socialistas todo el mundo intenta apuntarse al lado de los que cobran sin trabajar y cada vez menos gente se rompe el lomo de sol a sol para que al final su dinero se ha utilizado en mantener a un ejército de vagos. Cuando el número de vagos es tan grande que a los que trabajan de sol a sol, a los que madrugan, hay que quitarles todo lo que producen, estos simplemente dejan de producir y se acaba el socialismo, que entonces se convierte en dictadura comunista al estilo de Cuba o Venezuela.
Eso, por supuesto, no es algo que sucede un día: no es que te levantes y por la mañana y todos los que antes producían la riqueza del país se queden en su casa y la economía colapse de un día para otro. Es un proceso mucho más largo en el que se produce un goteo de cierres empresariales, de bajas de autónomos y de desaparición de la la actividad económica privada.
Aunque a la izquierda detesta los datos, la maquinaria administrativa española tiene la mala costumbre de generar un informe de ejecución presupuestaria mes a mes mediante el cual la Intervención General del Estado retransmite casi en directo como van las cuentas públicas. El informe del mes de septiembre refleja una caída de la recaudación del IVA de un 22%. Si entiendes un mínimo de economía, no te será difícil entender que todo ese valor añadido que se ha perdido indica una erosión de la actividad económica sin precedentes. La España que madruga se está cansando de madrugar porque la han asfixiado a base de impuestos y de regulaciones absurdas y el socialismo empieza a estar en peligro. Para ver esos datos haz clic en este enlace. Para ver esos datos haz clic en este enlace.
Por supuesto, no tengo ninguna esperanza en que un político socialista vaya a entender de economía y por eso soy perfectamente consciente de que lo que vayan a hacer en el nuevo gobierno que formen socialistas y comunistas (con el voto de los enemigos de España), será exactamente todo lo contrario de lo que la ortodoxia económica aconseja. El pacto para la investidura de Pedro Sánchez que han firmado PSOE y Sumar incluye el aumento de la recaudación fiscal en hasta sesenta mil millones de euros y eso significa, ni más ni menos, que van a asfixiar a impuestos a empresas y autónomos. Lo harán subiendo las cotizaciones sociales, eliminando exenciones, manteniendo los impuestos extraordinarios a bancos y energéticas que debían financiar el déficit producido por las medidas de estímulo que compensaban los problemas de la pandemia y se eliminarán las rebajas fiscales sobre energía y alimentación que compensaban a la familia por el aumento de la inflación causado por la propia política socialista.
El problema que traen todas esas medidas es que están calculadas sobre una radiografía estática de la economía y los políticos de izquierdas son tan imbéciles que piensan que un autónomo se va a seguir levantando las cinco de la mañana para matarse trabajando aunque todo lo que gana por esas horas adicionales que ganan que trabaja se lo vayan a quitar en impuestos. La realidad es que en vez de levantarse a las cinco pasará a levantarse a las nueve y si trabajando de nueve a tres ve que tampoco le compensa, se dará de baja como autónomo y pasará a pedir una paga. Ya lo hizo Ferrovial, ya lo ha anunciado Repsol y ayer mismo lo anunció Gamesa: las empresas se van por la falta de seguridad jurídica. Poquito a poco, una a una… pero se van.
Nadie se va a meter en negocios en España mientras sepan que lo que viene es un infierno fiscal que va a sangrar a impuestos a cualquiera que genere un mínimo de riqueza para repartir ese dinero en forma de pagas para los vagos que no quieren trabajar. Y la cosa irá a peor porque cuantos menos autónomos y empresas haya para generar la riqueza que los socialistas quieren repartir entre entre sus votantes, más intensa será la presión fiscal para los que sobrevivan y así se entra en un círculo vicioso del que es muy difícil salir pero que acaba como en Argentina: primero la inflación, luego la escasez, luego los desabastecimientos y al final la miseria absoluta. Acuérdate que Venezuela no era Cuba, Argentina no era Venezuela y España no era Argentina.
Yo no tengo ninguna esperanza de que vaya a venir después otro gobierno que cambia las cosas porque el PSOE se ha encargado de crear un sistema clientelar a base de repartir pagas que le da muchos millones de votos y a la gente le da exactamente igual el futuro del país mientras reciban una paga sin trabajar por aquello del ande yo caliente ríase la gente y que el que venga detrás, que achuche.
El futuro de España ahora mismo es peor que malo.
Hace unos días estuve leyendo un artículo que ahora no consigo encontrar, en el que se explicaba que Argentina había sido uno de los países más ricos del mundo hasta que llegó el peronismo y que desde entonces entró en una espiral de déficit público que la ha llevado varias veces hasta la bancarrota.
Todo el mundo sabe ya que el socialismo consiste en robar a la gente que trabaja para darle el dinero a la gente que no trabaja y eso funciona durante un algún tiempo hasta que deja de haber gente que trabaja y entonces se acaba el socialismo.
Ahora mismo en España tenemos un gobierno socialista que gasta a manos llenas y tiene un déficit público brutal que está generando una inflación tremenda. Esa inflación empobrece a la población pero como le han contado que los precios suben por culpa de la guerra de Ucrania o de la rotura de la cadena de suministro por la pandemia o no sé qué historias más, no se dan cuenta de que les están robando vía inflación y siguen pensando que los políticos socialistas son muy buenos porque dan pagas de 200 o de 400 euros.
Eso puede durar durante un tiempo pero en cuanto baje un poco la recaudación y suban los intereses de la deuda, que ya están subiendo, el gobierno se las va a ver y a desear para cuadrar las cuentas públicas.
Espero que la Unión Europea llame al orden al Gobierno español como ya tuvo que hacer con Zapatero cuando dejó las arcas públicas vacías y a españa al borde de la quiebra. Luego tendrán que llegar otros y ajustar las cuentas y hacer recortes y entonces veremos a los sindicatos echarse a la calle acusando al gobierno de servir a los bancos y de ir contra el pueblo. Lo de siempre.
Lo más divertido va a ser lo de los sindicatos, que tendrán que dejarse los platos de gambas a medias para salir a protestar a la calle y justificar el gasto que suponen.
Con lo a gusto que estaban ahora cobrando sin tener que trabajar y verás tú como cuando tengan que salir a la calle y empezar a hacer pancartas, y a pegar carteles y todo eso, protestarán para que cambie otra vez el gobierno. Lo que le interesa no son los trabajadores, es no tener que trabajar como les pasa ahora con el gobierno socialista.