El PSOE de Pedro Sánchez ha organizado una consulta interna a sus bases en las que preguntaba a sus militantes si están de acuerdo con la dirección que está tomando en todo este asunto de los pactos para la investidura.
En concreto la pregunta que le planteaba el partido a sus militantes era «¿Apoyas el acuerdo para formar un gobierno con Sumar y lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria?». Evidentemente esa frase no es inocente y en la segunda parte, la de lograr el apoyo de otra formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria, están incluidos todos los pactos con los sucesores de Batasuna y los partidos independentistas catalanes.
Hay que entender claramente que lo que quería comprobar Pedro Sánchez era el grado de adhesión de la militancia a sus pactos con Puigdemont y Junqueras y si el partido iba a apoyar la amnistía a los delincuentes nacionalistas y la organización de un referéndum para la independencia de Cataluña.
Los resultados según el propio partido han sido abrumadoramente favorables a la dirección que está marcando Pedro Sánchez y con un 87,13% de votos favorables.
A mi entender, esto refleja bien a las claras:
- que el partido socialista funciona como un bloque y que a la hora de la verdad todos sus cargos van a votar lo que se ordene desde la dirección del partido, pero no por un sentido partidista de la disciplina, sino porque realmente la línea política de Pedro Sánchez ha calado entre los militantes socialistas; no existe eso que el pánfilo de Feijoo llamaba socialistas buenos
- que el partido socialista se aleja de los intereses de España para poner el foco en los intereses del partido y que tienen poco peso entre sus militantes cualquier tipo de consideración ética o legal sobre el ejercicio del poder y van a trasladar esa falta de principios a la acción del Gobierno
- que no hay que esperar que nadie dentro del partido se vaya a oponer a los movimientos que Pedro Sánchez está haciendo para destruir la división de poderes dentro del Estado y hacerse con un poder absoluto, para instalar una dictadura socialista
Con este a votación, la dirección del partido se sentirá legitimada para firmar cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder y por mucho que a la larga sea perjudicial para España. No se trata de un cambio ideológico o puramente político porque desde hace años ya sabemos que el PSOE tiene entre los principios rectores de su política muchas de las ideologías identitarias (feminismo, ecologismo, etc) que se basan en la división y en el enfrentamiento en las sociedades y que tanto daño están haciendo a la civilización occidental.
En los próximos meses asistiremos a un vergonzante espectáculo en el que el Gobierno de España trocear/destrozar el Estado y cómo unos ciudadanos se convertirán en ciudadanos de primera con más derechos y menos obligaciones según los votos de los partidos regionales de donde vivan. También veremos cómo todos los órganos del Estado perderán cualquier atisbo de independencia que hubieran podido tener para obedecer ciegamente las órdenes del caudillo socialista (como ya hace, por ejemplo el Tribunal Constitucional). Eso es el fin de la Constitución vigente hasta hoy y abre un escenario imprevisible pero necesariamente nefasto.
Cada vez tengo más claro que el PSOE es un problema para España
Siempre lo ha sido.
Habría que hacer una campaña enorme para que la gente supiera quienes eran Indalecio Prieto o Largo Caballero y cómo el partido Socialista envenenó la segunda República y acabó ejecutando hasta el jefe de la oposición justo antes de la Guerra Civil.
El PSOE es una mafia con ciento cuarenta años de delincuencia a sus espaldas.
Pues sí es una organización perfectamente engrasada para conseguir el poder y que ha entendido perfectamente que si dispone de los medios del Estado, puede comprar muchas voluntades y hacer crecer todavía más su propia organización.
Es simplemente un mecanismo mafioso pero los socialistas lo han interiorizado absolutamente y ya no saben desenvolverse de otra manera.