Tengo absolutamente claro que para la izquierda los delitos son más o menos graves según quien los cometa. Si un político de derechas compra bolígrafos para la oficina sin ningún concurso previo y sin la mayor transparencia del mundo, será un delincuente que roba al pueblo; si es un socialista quien reparte setecientos millones de euros entre afiliados y amigos del partido, será un luchador por el cambio social. Y así con todo.
Lo que ha ocurrido este fin de semana con el hijo de Conde-Pumpido es una demostración de que para la izquierda lo que importa es el quién. En resumen, el pasado viernes una prostituta presentó una denuncia contra Cándido Conde-Pumpido, hijo del magistrado del Tribunal Constitucional, y dos amigos más por agresiones sexuales. Por lo visto la habían contratado pero presuntamente la sometieron a una violación en manada y la joven llamó al 091 que la trasladó en un coche policial al hospital, donde se acreditaron las múltiples lesiones de origen sexual que padecía.
Entonces se puso en marcha el protocolo de agresión sexual que establecen las leyes feministas y el mecanismo judicial se puso a trabajar a toda velocidad: hubo un equipo dispuesto para recoger restos de ADN y rápidamente se obtuvo una orden de entrada y registro para inspeccionar la casa donde presuntamente se había cometido la violación grupal. Todo muy eficaz, tal y como establecen las leyes feministas; para las bandas latinas no hay policías pero para esto, hay hasta policía científica de guardia.
Sin embargo todo empieza a tomar otro cariz cuando el asunto es repartido al Juzgado de Instrucción número 44 de Madrid donde trabaja la jueza María Isabel Durántez Gil que, casualmente, es amiga de la familia Conde-Pumpido y hasta tiene publicado en prensa un artículo en donde elogia y llama «apasionada de la política y de la vida, la compañera, la madre cómplice y siempre, la amiga leal» a Teresa Conde-Pumpido hermana del magistrado del Tribunal Constitucional y tía del denunciado. Con ese vínculo personal, la jueza probablemente debería haberse abstenido pero decide seguir adelante con la tramitación del procedimiento en su juzgado. ¿Dónde se va a juzgar mejor al sobrino de su amiga que en su propio juzgado? Todo queda en casa.
Para más inri, María Isabel Durántez Gil pertenece a la asociación judicial socialista de Juezas y Jueces para la Democracia. Fue nombrada directora general de Interior de la Junta de Galicia en el por el socialista Emilio Pérez Touriño entre 2005 y 2009. Ese último año, Durántez pasó al Gobierno de la nación, ya que José Luis Rodríguez Zapatero la eligió para ser directora general de Marina Mercante en el Ministerio de Fomento.
Por supuesto, con estas circunstancias está claro que el auto de la juez sólo podía tener un sentido y efectivamente el hijo de Conde-Pumpido queda inmediatamente libertad y no se concede ninguna de las medidas cautelares solicitadas por la víctima porque, al revés de lo que suele suceder en todos los casos de violencia contra mujeres, en este caso la juez aceptó rápidamente las pruebas del hombre y no creyó a la mujer.
Y ahora viene el papelón de la izquierda: ¿qué van a decir ahora? ¿estamos ante una situación de prevaricación en favor de uno de los cachorros socialistas o simplemente se trata de una denuncia falsa de esas que no existen?
Por supuesto ahora todas la charos permanecerán en el más absoluto de los silencios y de aquello de hermana, yo sí te creo no quedará nada porque, a estas alturas ya lo sabemos todos, las mujeres no les importan, las utilizan como medio para llegar al poder siempre que no se atrevan a tocar a uno de ellos.
La hipocresía de la izquierda en estado puro.
Todavía estoy esperando a que Irene Montero y la Zampabollos salgan a defender a esta mujer con lo del hermana yo sí te creo y todo eso.
Si no han salido no quiero ser mal pensado y decir que es que las mujeres les importan una m*****, que lo que les importa es encontrar a alguien a quien acusar de machista siempre que no sea de su propia cuerda.
O a lo mejor es que están muy ocupadas buscando es un carguillo ahora que ven que se está preparando otro gobierno y que van a perder el ministerio y se van a quedar sin coche oficial y sin sueldos de 80 o 90.000 euros y eso es muy duro una vez que te has acostumbrado a ser el centro de las miradas y a disfrutar de todas las prebendas del poder.
Para la izquierda nunca es el qué, es el quién.
Es curiosa la mala suerte que tienen los socialistas que hay un 0,00000000001 por ciento de denuncia falsas y todas le tocan a ello.
Casi que les diría que probasen con la lotería, que hay menos probabilidades pero con esa suerte que tienen, seguro que se llevan el Euromillones una semana así y la otra no o a lo mejor también.
Es que los socialistas son así.
En cuanto les pasa a ellos algún asuntillo de estos de violencia de género, el hermana yo si te creo y todos esos eslóganes desaparecen y todas las feministas de repente están ocupadísimas en sus labores para no tener que salir a defender a las mujeres.
Nada nuevo bajo el sol.