Con el gobierno comunista que tenemos no hay día en el que no haya una mala noticia económica. Hoy te cuento que los propietarios que tengan alguna vivienda en alquiler tendrán que empezar a pagar más impuestos a partir del año del 1 de enero de 2024.
Hasta ahora los dueños de una vivienda el alquiler podían beneficiarse de una reducción de los ingresos que esa vivienda les proporcionaba en un 60 por ciento con la condición de que fuese la habitual del inquilino. Sin embargo, en la Ley de Vivienda que aprobó el Gobierno este año y que salió saltó a los medios de comunicación por las ventajas que daba a los okupas y a los inquilinos morosos, rebaja esa reducción del 60 al 50%. Eso quiere decir que en una declaración de un inquilino que tenga unos rendimientos totales ingresos totales de 28.000 euros coma va a acabar pagando unos 300 euros más en la declaración.
Ahora mismo no tengo claro si esta reducción afecta a todos los alquileres o solo a los contratos firmados a partir de 1 de enero de 1.024 porque, aunque me suena haber escuchado algo que dice que sería solo para los nuevos contratos, la táctica normal de Hacienda es hacer la interpretación más perjudicial para el contribuyente, es decir, la que más impuestos recauda y olvidarse de las declaraciones que los dirigentes políticos hicieron, más todavía si se tiene en cuenta a quien tenemos en el Gobierno y la facilidad con que cambian de opinión.
El Gobierno está simplemente empobreciendo a todo el mundo porque, si insiste en poner trabas a los arrendadores y enterrarlos en impuestos, lógicamente cada vez será menos quienes arrienden su vivienda, con lo que la simple aplicación de la ley de oferta de la demanda hará que suban los precios y quienes tienen que alquilar una vivienda tendrán que dedicar más parte de su salario con lo que tendrán al final menos renta disponible. Pero ya se sabe que en la cabeza del gobierno todos estos planes son brillantísimos y los hacen en defensa de los más pobres para no dejar a nadie atrás por todo aquello de la justicia social y demás zarandajas que también le han ido funcionado a Venezuela.
Hasta tal punto ha llegado el perjuicio que causan a las familias las políticas del gobierno que los propietarios ya desconfían absolutamente de los inquilinos y tratan de protegerse por todos los medios, rechazando incluso a inquilinos con hijos que podrían ser solventes pero que al tener familia se podrían declarar vulnerables y tener derecho así a quedarse en el domicilio sin pagar la renta, los famosos inquiocupas.
La reducción del número de viviendas en alquiler es un hecho patente, que en Idealista.com cifran en un 12%, pero es que además muchas de esas viviendas que han salido del alquiler, se han convertido en alquileres de temporada, sobre todo para estudiantes que alquilan las viviendas por once meses y para trabajadores temporales desplazados que solo alquilan la vivienda durante menos de un año. Todos los portales online están observando un auténtico boom del alquiler de temporada.
Pero por supuesto que nadie dude que si se puede molestar a alguien innecesariamente, allí estará el Gobierno y ya aseguran estar trabajando en algún modo de subir los impuestos también a la vivienda que no es vivienda habitual para j***r a todos los propietarios por igual, que en eso este Gobierno es un auténtico especialista. De toda de todas maneras, quedan por delante cuatro años de legislatura en los que seguramente veremos cómo se las apaña el Gobierno para asfixiar definitivamente a los propietarios que, seguramente, irán abandonando el alquiler por la falta de rentabilidad financiero/fiscal y el problema de la vivienda se seguirá agravando.
Aquí acaba un bonito sueño que empezó en los años noventa cuando creímos que podíamos ser europeos y que termina con un país que se empobrece a pasos agigantados, en manos de unos políticos socialistas y con una población aborregada.
Sálvese quien pueda.