Cuando los precios suben sin parar y vemos cómo la inflación se come el poder adquisitivo de las familias, resulta que la cocaína está bajando de precio considerablemente. Fuentes policiales han informado de que el kilo de cocaína ha pasado de pagarse a unos treinta y tres mil euros a los dieciocho mil euros actuales.
Junto a este descenso en el precio los responsables policiales y de la Agencia Tributaria están logrando interceptar un mayor número de envíos de cocaína en los puertos de Valencia, Algeciras o Barcelona con destino al mercado europeo, aunque para el continente los principales puertos de entrada siguen siendo Amberes y Rotterdam.
La razón de esta bajada de precio está en las políticas favorables al narcotráfico de los partidos de izquierda en los países hispanoamericanos, donde destaca el gobierno de Gustavo Petro en Colombia, que ha tomado varias medidas que favorecen la producción de cocaína, entre ellas la prohibición de fumigar desde el aire las plantaciones de coca que tan buenos resultados habían dado hasta ahora.
Nos encontramos así ante la paradoja de que un socialista favorece la reducción de precios en un mercado al aumentar la oferta y a mí no me extrañaría que dentro de un tiempo veamos a los cárteles de la droga colombianos exigiendo al gobierno mayores regulaciones en el mercado de la cocaína o mayor presión policial para que se reduzca la producción y así aumenten los precios.
Tampoco me extrañaría que desde los carteles de la droga se favoreciese la incautación de cocaína para provocar escasez en los mercados europeos y que se disparasen los precios. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de maleantes y que van a hacer todo lo posible por defender su negocio.
Está por ver si ese reducción del precio en la mercancía al por mayor acabará llegando al comercio minorista porque, lo mismo que al agricultor le pagan unos céntimos por las patatas y las venden 10 veces más caras en los supermercados, la cocaína multiplica su precio desde los mayoristas hasta el menudeo en la calle. Igual vemos aparecer en redes sociales publicaciones de gente quejándose de que los especuladores no permiten que la cocaína baje de precio o de si el gobierno debería meter mano lo mismo que hace con el precio de los alquileres y explicando que la Yoli tendría que estar pensando ya en cómo regular el mercado de la droga para que la cocaína sea un bien accesible para todos los españoles, porque ya se sabe que no hay que dejar a nadie atrás. 😀
En el lado de enfrente tienen a la Policía, y en España a la Guardia Civil, que no cejan en su empeño y cada año consiguen mayores incautaciones. Este año la Guardia Civil ha participado en el Operativo Naval Orión en el que participan cuarenta y un países y ha conseguido incautar once toneladas de cocaína de las ciento noventa y seis del total de la operación, además de 574 detenciones y la intervención de cincuenta y nueve embarcaciones. Toda esta operación se calcula que le ha hecho un daño a las redes del narcotráfico superior a los siete mil millones de dólares, así que si esas son las pérdidas que pueden asumir en el negocio, el beneficio que deben obtener después de descontar esas incautaciones debe ser espectacular, un negocio mucho mayor que la inmensa mayoría de las empresas españolas, por ejemplo.