España ha vuelto a situarse en el punto de mira internacional gracias a un nuevo récord en trasplantes de órganos. El pasado 17 de abril, 48 pacientes recibieron una nueva oportunidad de vida en tan solo 24 horas, gracias a la generosidad de 19 donantes. Este acontecimiento no solo destaca por el número de intervenciones realizadas en un corto periodo de tiempo, sino también por la compleja logística y coordinación que implicó, con la participación de 29 hospitales de once comunidades autónomas y la movilización de recursos aéreos significativos.
Participaron en este día histórico 29 hospitales de once comunidades autónomas.
De los 48 trasplantes efectuados, 25 fueron renales, 11 hepáticos, siete pulmonares, tres cardiacos y dos de páncreas.
Para el transporte de órganos y equipos de trasplante fue precisa la movilización de seis aviones privados y la colaboración de dos vuelos comerciales, de Iberia y Vueling.
Este récord de trasplantes de órganos del pasado miércoles supera la marca anterior registrada el 29 de noviembre de 2019, cuando se realizaron 38 trasplantes en 24 horas de 19 donantes fallecidos, uno de ellos de otro país.
Este logro es un reflejo más de cómo el sistema español de trasplantes se diferencia sustancialmente de otros sistemas internacionales. Durante más de tres décadas, España ha mantenido su liderazgo mundial en tasa de donación y trasplante de órganos, con una tasa de 48,9 donantes por millón de población. Comparativamente, otros países aún luchan por alcanzar cifras que se acerquen a estos números. En 2022, Estados Unidos, el más próximo a nosotros en cifras, registró 44,5 donantes por millón de habitantes Francia 25,8; Italia 25; Canadá 21,4; Reino Unido 20,4; Alemania, 10,4. Pero, ¿cuál es el secreto detrás de este éxito continuo?
Un factor crucial es la estructura organizativa y la legislación que respalda el sistema de trasplantes en España. La Organización Nacional de Trasplantes (ONT), una entidad que coordina toda la actividad relacionada con el trasplante en el país, juega un papel central en este éxito. A diferencia de otros sistemas donde la donación puede ser fragmentada y dependiente de múltiples entidades, la ONT proporciona una gestión centralizada que permite una coordinación eficiente entre hospitales, aerolíneas y otros servicios logísticos necesarios para el transporte de órganos. Es un recordatorio más de cómo las Comunidades Autónomas son, además de una ruina económica, son una rémora para el progreso del país. Si se dejasen las competencias sobre trasplantes a los vascos, por ejemplo, sólo se harían trasplantes cuando hubiese un donante vasco para un paciente vasco, que son el 5% de la población, porque además no querrían donantes de otras comunidades autónomas ya que ellos se consideran una raza superior y no querrían manchar su sangre con órganos de tribus indignas de sus santos cuerpos vascos.
Además, España adopta un enfoque de «consentimiento presunto» para la donación de órganos, lo que significa que todos los ciudadanos son considerados donantes potenciales a menos que expresen lo contrario. Este modelo contrasta con el de otros países donde el consentimiento explícito es necesario, lo que a menudo resulta en una menor disponibilidad de órganos para trasplante. La aceptación social de la donación de órganos en España es también notablemente alta, algo que se refleja en la disposición de las familias a aceptar la donación incluso en momentos de profundo dolor por la pérdida de un ser querido.
La formación y preparación de los profesionales de la salud en España también merecen una mención especial. Los equipos médicos están altamente especializados y entrenados para actuar rápidamente en situaciones que requieren trasplantes de emergencia, asegurando que los órganos donados se utilicen eficazmente y con el máximo beneficio para los pacientes. Esto se complementa con un uso efectivo de la tecnología y las prácticas innovadoras en la medicina de trasplantes, que incluyen el manejo de pacientes hiperinmunizados y aquellos en condiciones críticas.
El modelo español de trasplante de órganos es un ejemplo de cómo la coordinación efectiva, una legislación adecuada y un fuerte respaldo social pueden trabajar juntos para alcanzar resultados que salvan vidas. El récord alcanzado el pasado 17 de abril no solo subraya la capacidad técnica y organizativa de España en el ámbito médico, sino que también resalta una cultura de generosidad y solidaridad que permea la sociedad española, manteniendo al país en la vanguardia de esta importante faceta de la medicina moderna.