España está dando pasos agigantados en la arena internacional con el desarrollo y próximo lanzamiento de dos satélites militares que prometen estar entre los más avanzados del mundo. Estos satélites, denominados SpainSat NG I y SpainSat NG II, ampliarán significativamente las capacidades de comunicación de las Fuerzas Armadas españolas gracias a su avanzada tecnología.
Los nuevos satélites ofrecen una mejora sustancial respecto a sus predecesores. Utilizan la plataforma Eurostar NEO y están diseñados por un consorcio que incluye a las divisiones españolas y francesas de Airbus y Thales. Lo notable es que más del 40% de los componentes de cada satélite se fabrican en España, lo que refleja un notable avance en la capacidad industrial del país en el sector espacial. Estos satélites pueden comunicarse en banda X y Ka militar y han añadido capacidad en banda UHF, lo que multiplica por 16 las capacidades de comunicación actuales.
Con una vida útil prevista de 15 años, los satélites serán lanzados en posiciones geoestacionarias, con el SpainSat NG I programado para su lanzamiento en noviembre desde una de las bases de Space X en Estados Unidos, mientras que el SpainSat NG II seguirá en 2025. La importancia de estos satélites también es reconocida internacionalmente, con clientes como el Departamento de Estado de EE. UU., la marina estadounidense y Noruega, además del interés mostrado por la OTAN.
Ahora, volviendo la mirada a los precursores de estos modernos satélites, es crucial entender el legado y la evolución de la tecnología espacial militar española. Los satélites que serán reemplazados por los SpainSat NG son el XTAR-EUR y el SpainSat original. Lanzados en la primera década del 2000, estos satélites marcaron el comienzo de la independencia en comunicaciones seguras y de alta capacidad para España y sus aliados.
El XTAR-EUR, situado en la posición GEO 29º E, fue el primer satélite que ofreció capacidades exclusivamente en banda X a nivel global, centrando sus servicios en necesidades militares y gubernamentales. Por su parte, el SpainSat proporcionaba servicios similares en las posiciones geoestacionarias y también era crucial para las operaciones en escenarios de conflicto y ayuda humanitaria.
Ambos satélites fueron fundamentales en la transición de España hacia una infraestructura de comunicaciones seguras y autónomas en el ámbito militar, permitiendo operaciones más allá de sus fronteras con una confiabilidad que solo los sistemas satelitales pueden proporcionar. Sin embargo, con el avance tecnológico y las crecientes demandas de capacidad y seguridad, se hizo necesario desarrollar los SpainSat NG, que no solo reemplazarán a estos antiguos guerreros del espacio, sino que también expandirán las capacidades a un nivel nunca antes visto.
Este cambio generacional en los satélites militares españoles no solo demuestra el compromiso del país con la seguridad y la defensa, sino también su posición como líder en tecnología espacial en Europa y en el mundo. Los SpainSat NG no solo continuarán la labor de sus predecesores, sino que también abrirán nuevas posibilidades para la cooperación internacional en seguridad, defensa y asistencia en desastres a una escala global.
Ahora ya solo nos falta que el Miura V de PLD Space funcione correctamente y nos dé autonomía total para fabricar satélites artificiales y ponerlos en órbita. Conseguir algo así no está al alcance de muchos países. A ver si en los próximos años las cosas funcionan como es debido y conseguimos entrar en el selecto club capaz de poner por sí mismos satélites en el espacio.