No salgo de mi asombro cuando veo los intentos del Gobierno para frenar la escalada de los precios del alquiler de la vivienda. Empieza a sospechar que la sistemática destrucción de la educación pública llevada a cabo por el PSOE en las últimas décadas está dando sus frutos y ha conseguido que la población rebaje su nivel cultural a niveles decimonónicos y eso permite que lleguen a ocupar cargos de relumbrón en el Gobierno algunos discapacitados intelectuales que no saben hacer la o con un canuto.
La ministra de vivienda Isabel Rodríguez pertenece a ese grupo de ceporros con cartera ministerial que seguramente tendrán dificultades para atarse los cordones de los zapatos por las mañanas viendo el nivel de la normativa que producen para solucionar el problema de los alquileres.
Hoy martes el Consejo de Ministros va a aprobar una transferencia de doscientos millones de euros a las comunidades autónomas para el Bono Alquiler Joven, que es una ayuda de doscientos ciencuenta euros al mes para que puedan hacer frente al pago de la renta los menores de treinta y cinco años. Esto, simplemente, es echar gasolina al fuego.
No me cabe duda de que en el gobierno ya son conscientes de que existe un problema con la vivienda y que ahora mismo para los jóvenes de entre 25 y 35 años es imposible acceder a la compra de una vivienda porque su nivel de renta se ha desplomado. Lo peor de todo es que los ingresos de ese sector de la población son tan bajos que ahora mismo muchos de ellos apenas pueden afrontar el alquiler de una vivienda. Anteayer domingo hubo en Madrid una manifestación contra no se sabe qué para echarle la culpa a no se sabe quién porque los alquileres en Madrid están por las nubes, como la manifestación estaba organizada por la izquierda, contra el Gobierno, que lleva seis años a cargo de la vivienda, no debía de ser, seguramente sería contra Ayuso, los fondos buitre (a los que la ministra de Hacienda acaba de vender su mejor edificio) o el kapital. Otra manifestación de izquierdistas; en fin…
Cualquiera con unas nociones mínimas de economía básica entiende que los precios se forman por la presión de oferta y demanda: cuando la oferta crece y la demanda permanece estable, los precios tienden a la baja; si la oferta se mantiene estable pero aumenta la demanda, los precios suben. En un caso extremo como el que se da hoy en España, si la oferta se reduce, como está pasando por culpa de las leyes que favorecen a okupas y morosos, y a la vez aumenta la oferta, los precios se disparan.
Por eso no es difícil entender que la solución para la subida de los precios de la vivienda es aumentar la oferta, eso lo entiende cualquiera con dos dedos de frente pero no está al alcance de los discapacitados intelectuales que tenemos en el Gobierno. Ellos siguen pensando que la subida de los precios se debe a un oscuro contubernio judeomasónico por el que los malvados propietarios se ponen de acuerdo para arruinar las vidas de las jóvenes parejas y que no puedan en el jamás de los jamases crear una familia. Me imagino que en sus sueños los propietarios de viviendas en alquiler son parecidos al Mr. Burns de los Simpson.
Para comprobar que estamos gobernados por auténticos ceporros, basta con ver que la única solución que se les ocurre es aumentar la demanda todavía más, dando subvenciones a los jóvenes para alquilar vivienda. Eso significa que la demanda a partir de mañana va a disponer de 200 millones de euros más para alquilar viviendas, con lo cual está garantizado que automáticamente el coste de todas las viviendas alquiladas en España va a aumentar en 200 millones de euros: más demanda. Es así de sencillo pero esta indocumentada que tenemos como ministra de vivienda, Isabel Rodríguez, no da más de sí la pobre y empeora el problema. Luego saldrá la inculta ministra portavoz del Gobierno a vender la medida como un intento desesperado del Gobierno para ayudar a la juventud y a luchar contra la especulación sin darse cuenta de que están haciendo exactamente lo contrario: son tontos pero no para un rato, no, pa’siempre.
Si tuviesen un mínimo de conocimientos sobre el mercado inmobiliario, en el Gobierno tendrían que empezar por desmontar las leyes que protegen a ocupas y morosos para dar seguridad jurídica a los arrendadores. Eso, simplemente, bastaría para devolver al mercado de la vivienda habitual a muchos cientos de miles de propietarios que han dejado de alquilar o se han pasado al alquiler de temporada para huir de la posibilidad de ver su vivienda ocupada y destrozada sin recibir ni un euro durante años.
En segundo lugar, tendría que haber una política seria liberalizando la construcción de vivienda y olvidarse de la tontería esa de la vivienda pública y social porque, como ya explico en este artículo, en España no se va a volver a construir vivienda pública en muchos años.
De todas maneras como Pedro Sánchez va a intentar sobrevivir hasta el año 2027 en el Gobierno (y no me extrañaría que lo consiguiera pese a toda la basura que le rodea) el problema de la vivienda se va a seguir agravando durante estos años, así que si alguien está pensando en formar una familia o en mudarse a otra ciudad para trabajar que sepa que si ahora las cosas están mal, durante los próximos años van a estar peor.
Es lo que hay.
Lo peor de todo es eso que dices al final, que hay que prepararse porque las cosas que ahora nos parece que están mal, van a estar peor en los próximos tres años y esto va a ser una auténtica merienda de negros.
Si alguien está pensando en mudarse de ciudad o en casarse o en alquilar o comprar una vivienda, que lo haga ya porque todo lo que viene de aquí en adelante va a ser un despeñadero.
Es triste pero viendo cómo está el patio y los que están al timón, el barco se está hundiendo sin remedio.
La verdad es que da grima verlos hablar y muchas veces parecen un repetidor de la ESO.
En el fondo Pedro Sánchez sabe que solo puede rodearse de mediocres porque en cuanto metió en el gobierno a gente brillante, como el astronauta, resulta que empezaban a tener opiniones propias que no era las que le gustaban a él y no se dejaba manosear ni esconder dinero de los presupuestos para contratos en mascarillas y cosas así.
El Gobierno está hecho a la medida de Pedro Sánchez que es el ceporro principal por muy listo que quiera parecer yendo siempre vestidito de punta en blanco.
Por supuesto, Pedro Sánchez es el ceporro number one: es el priemro que no entiende cómo va eso de los precios, la oferta, la demanda y todo eso.
Seguramente se sacaría la carrera copiándose, falsificando exámenes o sobornando a profesores y parece que le ha servido de poco porque las medidas que aplica son una soberana estupidez.