Hoy se ha sabido que Begoña Gómez ha entregado al juez una lista con once cuenta bancarias que tienen un saldo entre todas ellas de cuarenta euros; en cinco de ellas tiene la condición de titular, en otras dos aparece como autorizada y en otras cuatro como representante.
De primeras, la mayoría de los españoles habremos sentido una pequeña satisfacción al pensar que tenemos más dinero que Begoña Gómez pero una décima de segundo después se nos ha puesto la mosca detrás de la oreja y hemos entendido que todo el dinero que ha conseguido amasar esta mujer, cuya familia ha prosperado en el turbio negocio de las saunas gay, tiene que estar en algún sitio y no se lo piensan decir al juez.
Cuando me refiero al dinero que han conseguido amasar, por supuesto Señor Juez, entienda que no me refiero a que haya ninguna actividad ilegal, dios me libre, aquí solo estoy intentando explicar cómo es posible que una señora que ha declarado unos ingresos considerables por ejercer de catedrática sin haber pisado la Universidad o como directora del África Center y otros cargos bastante bien remunerados por ser la mujer del Presidente del Gobierno de España, haya llegado a esta situación de pobreza en la que vive austera y honestamente del sueldo de su marido. Espero que de este artículo no se pueda deducir que estoy acusando a la señora Gómez de ningún delito de corrupción, tráfico de influencias o de apropiación indebida por los que está siendo investigada en los tribunales y cuya investigación va revelando unos hechos que dejan a cualquier persona decente con la sangre helada pero que serán los Tribunales quienes tendrán que decidir si son o no penalmente relevantes.
Por lo que se ve Begoña Gómez anunciaba unos masters para trincar pasta, aunque los nombraba en inglés fundraising que mola mucho más, pero no había hecho público que también es experta en fundoculting, que es una técnica para mantener a Hacienda y a los jueces lejos de los fajos de euros que se han ido amasando por el camino. Como no tengo ninguna prueba pero ninguna duda de que Begoña Gómez tiene varios millones de euros ocultos voy a elaborar algunas teorías sin más prueba que mí imaginación, por supuesto, de dónde podría estar ese dinero. No son hipótesis excluyentes y podría tener puesto un poquito aquí, otro poquito allá, que toda esta chusma ya se sabe que tiene que ir repartiendo el botín en varios agujeros por si un día la pasma le echa el guante.
- Debajo de un colchón: no hay que olvidar que los orígenes de Begoña Gómez están en una familia que se dedica a la saunas gay donde, aunque no se sabe si en este caso también se ha dado, es muy frecuente la prostitución masculina y el cobro de todo tipo de mordidas sobre quienes ejercen ese negocio. Siempre es algo muy turbio y que queda fuera del control de Hacienda; se administra mediante billetes liados en rollos atados con una goma. Aunque ya no se emiten billetes de 500 euros, todavía hay en circulación muchos fajos que todos los delincuentes guardan debajo de una loseta por si tienen que salir por patas; suena factible.
- En República Dominicana: es el paraíso de la corrupción socialista. Ya algún día supongo que sabremos por qué viajaba tanto el avión de Pedro Sánchez al país caribeño y por qué se niegan a publicar la información sobre quienes eran los pasajeros de esos vuelos y a qué iban. No es difícil de imaginar que desde allí se haya organizado una trama de sociedades opacas que operen en Panamá y en otros paraísos fiscales del Caribe donde el dinero se pierde en cuentas numeradas, cuyo titular solo se identifica mediante una contraseña sin necesidad de registrar el DNI u otro datos personales.
- En el Banco Vaticano y otros bancos mediante testaferros: de existir algo así, sería una declaración expresa de culpabilidad en las investigaciones judiciales que se están llevando sobre las actividades profesionales y empresariales de Begoña Gómez. Si resultase que tiene dinero en cuentas que manejan otros, quedaría establecido que oculta deliberadamente el dinero para mantenerlo fuera del alcance de la Agencia Tributaria y de los jueces que investigan sus actividades. La banca de la Iglesia Católica siempre ha estado rodeada de un halo de podredumbre y ahora, con el papa comunista, sólo ha cambiado de signo pero es posible que las malas prácticas que siempre la han rodeado sigan reproduciéndose en los pasillos más siniestros de la Santa Sede.
- En oro venezolano: es posible que las maletas de Delcy Rodríguez viniesen llenas de oro y éste se repartiese entre la cúpula socialista para que tuviesen algo con lo que poder vivir en el futuro o, si las cosas se ponen feas, sobornar a los que fuesen a detenerlos y salir volando hacia algún país sin tratado de extradición. Esta, de todas las posibles, es la que suena más a trama mafiosa pero es que todo lo que estamos viendo alrededor del PSOE de Pedro Sánchez en los últimos tiempos, tiene la misma apariencia de la Camorra napolitana parasitando a los ayuntamientos del sur de Italia.
Me imagino que con el tiempo es posible que se llegue a saber donde tenía Begoña escondido el dinero, o igual nunca lo llegamos a saber pero lo que estos cuarenta euros en las cuentas bancarias sugieren a primera vista es que se haya hecho una operación descarada de vaciado de cuentas y eso implicaría la presunta comisión de un nuevo delito de alzamiento de bienes por lo que habrá que esperar acontecimientos y que la Justicia resuelva lo que tenga que resolver, que ya sabemos que es lenta pero implacable.