Los fabricantes coreanos de chips, Samsung Electronics y SK Hynix, han presentado unos resultados realmente desastrosos para el trimestre que finalizó en junio. El descenso en los ingresos de Samsung fue del 22% en comparación con el año anterior, y su beneficio operativo se desplomó un 95%. Mientras tanto, Hynix sufrió una caída de casi la mitad de sus ventas respecto al año anterior, y sus pérdidas aumentaron en relación al trimestre anterior.
El sector de chips ha sufrido enormemente debido a la pandemia, dejando a los fabricantes con enormes inventarios que obstaculizan la cadena de suministro. Morgan Stanley informa que el inventario total de chips (es decir, el tiempo que los chips permanecen almacenados antes de venderse) a nivel mundial llegó a 258 días en el primer trimestre de 2023, 76 días por encima de la media histórica. Esta situación es alarmante y ha generado una grave crisis para la industria.
Aunque se mencionan indicios de mejoría en los inventarios, la realidad es que los recortes agresivos de producción han sido la única forma de abordar esta crisis. Samsung ha reducido su producción de DRAM y NAND en un 20% a 25%, con planes de recortar aún más la producción de NAND. Esto ha logrado mantener los precios, pero a costa de una drástica disminución en la producción.
Se destaca que la demanda de aplicaciones de inteligencia artificial ha sido un pequeño respiro para el sector. Sin embargo, no es suficiente para contrarrestar la crisis. Aunque los precios de las acciones de Samsung y Hynix han subido significativamente, parece que los inversores están siendo demasiado optimistas ante perspectivas poco halagüeñas.
La situación actual es un recordatorio de la dependencia excesiva que Occidente tiene de los chips fabricados en Asia. Es hora de que los países occidentales inviertan más en la investigación y desarrollo de tecnología de semiconductores y reduzcan esta peligrosa dependencia.
En resumen, aunque haya pequeñas señales de mejoría, el panorama general para la industria de chips sigue siendo sombrío. Es hora de enfrentar la realidad y tomar medidas serias para reducir la dependencia de la región asiática en la fabricación de chips. De lo contrario, estaremos a merced de los vaivenes de esta industria crucial para el futuro tecnológico global.
Está más claro que el agua que el problema de la escasez de chips fue un atranque de la cadena de suministro provocado por los confinamientos de la pandemia. Era previsible y ya se sabía desde hacía varios años que esa escasez de componentes iba a remitir poco a poco y que los altos precios iban a servir además para incentivar la producción a marchas forzadas de chips de todo tipo.
Uno de los casos más sonados en este tema ha sido el de las tarjetas gráficas para ordenador. Aquí se juntó la falta de suministros por los confinamientos de la pandemia con el acaparamiento que hicieron las granjas de Bitcoin chinas y durante un tiempo no hubo manera de conseguir una tarjeta gráfica a precio o razonable pero cuando parecía que las tarjetas de vídeo eran un componente que iba a irse necesariamente por encima de los mil o cerca de los dos mil euros resultó que aparecieron competidores que ahora sí podían producir chips nuevos y ofertaban sus tarjetas a un precio mucho menor de manera que Nvidia, que fue la compañía que acabaparó mayores beneficios en en todo este proceso se ha visto con un stock inmenso de tarjetas que su serie 3000 a unos precios desorbitados y ahora tiene un problemón a la hora de fijar los precios de la serie 4000 porque poca gente quiere comprarlos con esas tarifas tan altísimas mientras han aparecido otras tarjetas que le hacen la competencia producida por otras marcas igualmente prestigiosas como AMD, por ejemplo.
A fin de cuentas todo esto no es más que un vaivén normal del mercado y dentro de un par de años ya estaremos hablando de otras cosas y con otra perspectiva porque ya nadie se acordará de la falta de chips o de los confinamientos o de como una tarjeta gráfica podía llegar a suponerse el 50 o el 60 por ciento del precio de un ordenador.
Yo también creo que Nvidia tiene un problema con el precio de sus GTX4000.
Imagino que tiendas y distribuidores que tengan 3000 almacenadas se estarán tirando de los pelos pero, de todos modos, creo que van a resolverlo dejando que se agote el stock de las más básicas y después ya irán bajando de precio las nuevas hasta poder competir también en precio con Intel o con AMD.