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sábado, 21 diciembre 2024

Wagner ya tiene nuevo director

MundoWagner ya tiene nuevo director

En una esperada represalia, Vladimir Putin ha sorprendido al Grupo Wagner al eliminar a toda su cúpula, incluyendo a Eugeni Prigozhin. Aunque se rumoreaba un plan de sucesión, la magnitud de esta acción es incierta. Wagner, más allá de sus operaciones bélicas, es un emporio con sedes en San Petersburgo y Moscú, con actividades en África, inversiones en criptomonedas y campañas de propaganda internacional.

Wagner, en definitiva, es mucho más que una figura militar. Aunque Prigozhin fue una parte central, se cree que Utkin también influyó en la organización. Resumir a Wagner solo por sus acciones en Ucrania o su capacidad para golpes de estado es insuficiente. La organización ha crecido en complejidad y amplitud, gracias al Kremlin, pero ahora enfrenta un drástico debilitamiento.

Mientras Wagner se recupera de su conmoción, se considera a Anton Yelizarov, apodado ‘Lotus’, como uno de los posibles sucesores de Prigozhin. Yelizarov, de 42 años, es un leal a la organización y ha comparado a sus mercenarios con «caballeros» de la Edad Media. Ha comandado unidades en Siria, República Centroafricana y Libia, en roles previamente desempeñados por Prigozhin.

El futuro de Wagner frente a Putin es incierto. El grupo, con apoyo interno en puestos clave de seguridad, debe elegir entre reconciliación con Putin o mantener una postura vengativa. La evidencia no confirma la afirmación de Moscú de que Wagner está desmantelado. Queda por verse si la lealtad prevalecerá sobre la persuasión financiera del Ministerio de Defensa. Aunque algunos fieles de la ‘religión Wagner’ pueden seguir deseando luchar, la organización enfrenta un futuro incierto tras esta devastadora acción del Kremlin.

Las compañías paramilitares rusas

El panorama actual en Rusia revela la inquietante proliferación de 27 empresas de seguridad privada conocidas como PMC (Private Military Companies, por sus siglas en inglés), más del 70% de las cuales han surgido después de 2014.

Entre estas recién creadas empresas militares privadas, destaca la controvertida participación del gigante energético Gazprom, que ha establecido dos ejércitos privados bajo los nombres de Fakel («antorcha») y Plamya («llama»). Estos ejércitos no solo protegen los activos internacionales de la empresa, sino que también parecen estar involucrados en apoyar las acciones rusas en Ucrania. Incluso la Iglesia Ortodoxa Rusa ha ingresado en el juego, financiando su propia PMC, cuyos integrantes participan en operaciones que parecen respaldadas por el Kremlin.

Un análisis más detenido revela que alrededor del 25% de estas compañías militares privadas operan exclusivamente en Ucrania, mientras que al menos una docena extiende sus operaciones a diversas naciones alrededor del mundo, sobre todo en África. Su misión fundamental radica en salvaguardar los intereses de sus líderes y, por extensión, los del Kremlin. En este sentido, el modelo representado por el infame Grupo Wagner se ha documentado profusamente: una táctica de obtener recursos naturales a cambio de llevar a cabo misiones militares, entrenamiento y actividades de inteligencia.

Contrario a una noción de autonomía, estas PMC rusas y sus líderes mantienen una estrecha relación de subordinación con las estructuras de seguridad y los poderes políticos de Rusia. En particular, el Grupo Wagner ha adquirido renombre por ser un refugio preferido para exoficiales del GRU (Dirección Principal de Inteligencia), el servicio de inteligencia militar ruso.

Aunque se negó durante mucho tiempo la existencia de cualquier conexión entre el Estado ruso y Wagner, en junio pasado, el propio Vladimir Putin admitió los lazos que unen a Rusia con los hombres bajo el mando de Yevgeny Prigozhin. Según el presidente ruso, entre mayo de 2022 y mayo de 2023, el Estado desembolsó 86.000 millones de rublos (casi mil millones de euros) para mantener a Wagner, una revelación que surgió a raíz del intento fallido de rebelión por parte de este grupo paramilitar.

Incluso el Ministerio de Defensa no se queda atrás, ejerciendo control y financiamiento sobre varios ejércitos sombríos. El propio ministro, Sergei Shoigu, está vinculado a la PMC Patriot. En Crimea, la península anexionada, el político Sergueï Axionov ha adoptado el papel de señor de la guerra desde finales de 2022 con Convoy, una milicia privada que ha llevado a cabo varias operaciones en la región ucraniana de Kherson.

No obstante, el reciente intento de rebelión por parte del Grupo Wagner arrojó luz sobre la fragilidad de tal estructura, la cual podría convertirse en un factor de desestabilización interna. A partir del 1 de julio, las empresas militares privadas quedaron obligadas a suscribir contratos con el Ministerio de Defensa. El mes pasado, las autoridades de Moscú publicaron un video en el que se observa la firma del acuerdo por parte del grupo paramilitar checheno Akhmat, aparentemente para demostrar la voluntad de sometimiento de estos grupos paramilitares a las autoridades rusas.

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