El reciente anuncio de Estados Unidos de enviar municiones de uranio empobrecido a Ucrania ha generado una gran controversia en la comunidad internacional. Estas municiones, que forman parte de un paquete de ayuda por valor de más de 1.000 millones de dólares, están diseñadas para reforzar las fuerzas ucranianas en su actual contraofensiva en el conflicto con Rusia. Sin embargo, su uso plantea preguntas sobre la seguridad y el riesgo para la población civil.
¿Qué es el uranio empobrecido?
El uranio empobrecido es el resultado de la extracción de la mayoría de los isótopos altamente radiactivos del uranio natural, dejando un material mucho menos radioactivo. A diferencia del uranio enriquecido, que se utiliza en armas nucleares y reactores nucleares, el uranio empobrecido no es capaz de generar una reacción nuclear. Sin embargo, es notablemente denso, siendo casi dos veces más denso que el plomo utilizado en la munición estándar.
Lo que hace que el uranio empobrecido sea eficaz en el campo de batalla es su capacidad para perforar el blindaje de los tanques enemigos. Al impactar contra un objetivo, se vuelve más afilado y, debido a su densidad, es capaz de atravesar el blindaje, incluso calentándolo lo suficiente como para provocar incendios en el interior del vehículo blindado.
A pesar de la preocupación inicial sobre la radiación, en la mayoría de los escenarios de exposición en el campo de batalla, la radiación no es el principal peligro del uranio empobrecido.
¿Por qué es controvertido?
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia de vigilancia nuclear de las Naciones Unidas, ha señalado que el uranio empobrecido es «considerablemente menos radioactivo que el uranio natural». Aunque los estudios sobre la salud del personal militar que ha utilizado uranio empobrecido no han encontrado un aumento estadísticamente significativo en las tasas de mortalidad, la exposición al uranio empobrecido puede ser perjudicial si ingresa al organismo.
Cuando las municiones de uranio empobrecido impactan en el blindaje de un tanque, pueden generar partículas de aerosol y polvo de uranio que, si son inhalados, pueden ingresar al torrente sanguíneo y causar daños renales. Concentraciones elevadas en el riñón pueden provocar daños, incluida la insuficiencia renal en casos extremos, según el OIEA aunque si un proyectil explosivo impacta en un vehículo blindado cargado hasta arriba de municiones y combustible, la inhalación de aerosoles radiactivos es la menor de las preocupaciones de la tripulación; de hecho, no se conoce ningún caso en el que los cadáveres carbonizados dentro de un blindado por un impacto hayan sido sometidos a ningún tipo de análisis para determinar si habían inhalado partículas radiactivas dañinas.
El suministro de estas municiones a Ucrania se produce después de que Estados Unidos decidiera enviar municiones de racimo al país, una acción que también generó controversia.
¿Otros países las han enviado a Ucrania?
El Reino Unido confirmó en marzo que enviaría municiones de uranio empobrecido a Ucrania, lo que provocó una fuerte reacción por parte del presidente ruso, Vladimir Putin. Putin acusó al Occidente de utilizar armas con un componente nuclear y advirtió que Rusia tendría que reaccionar en consecuencia.
Las autoridades del Reino Unido defendieron su decisión, señalando que han utilizado uranio empobrecido en sus proyectiles perforantes durante décadas y que no tiene ninguna relación con armas nucleares o capacidades nucleares. Argumentaron que las afirmaciones de Putin eran un intento deliberado de desinformación.
¿Se han usado antes en otros conflictos armados?
El primer conflicto importante en el que se utilizó el uranio empobrecido fue la Guerra del Golfo Pérsico en 1990-1991, cuando una coalición liderada por Estados Unidos se enfrentó a las fuerzas iraquíes invasoras de Kuwait. Durante este conflicto, las fuerzas estadounidenses utilizaron municiones de uranio empobrecido en sus ataques contra tanques iraquíes y otros vehículos militares.
El uso de uranio empobrecido en la Guerra del Golfo Pérsico generó preocupaciones inmediatas sobre la salud y el medio ambiente en la región. Los impactos en el suelo y la liberación de partículas radiactivas en la atmósfera planteaban preguntas sobre las consecuencias a largo plazo para las poblaciones civiles y los veteranos de guerra que habían estado expuestos a la radiación.
El uso de municiones de uranio empobrecido no se limitó a la Guerra del Golfo Pérsico. Durante los conflictos en la ex Yugoslavia en la década de 1990, se informó sobre el uso de este tipo de municiones por parte de las fuerzas de la OTAN en Kosovo y Serbia. Nuevamente, surgió la preocupación por la posible contaminación radiactiva y los riesgos para la salud de la población local.
La era posterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001 vio una serie de conflictos en los que las fuerzas estadounidenses estuvieron involucradas en Afganistán e Irak. Se informó que se utilizaron municiones de uranio empobrecido en estos conflictos, lo que intensificó la preocupación sobre la exposición a la radiación y sus efectos a largo plazo tanto en los militares como en la población civil.
En ninguno de los tres casos se ha detectado ningún tipo de efecto sobre la población o sobre las tropas por el uso de este tipo de munición.
¿Cómo ha respondido Rusia?
Rusia ha condenado enérgicamente la decisión de Estados Unidos de enviar municiones de uranio empobrecido a Ucrania. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia calificó esta medida como un «acto criminal» y expresó preocupación por las consecuencias medioambientales en una zona de guerra.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, ha declarado que esta acción refleja la indiferencia de Washington hacia las consecuencias medioambientales del uso de este tipo de municiones. La controversia en torno a las municiones de uranio empobrecido subraya la complejidad y las implicaciones éticas de la guerra moderna, donde la seguridad de las poblaciones civiles y el impacto ambiental también deben ser considerados.
En realidad la reacción rusa no es más que una acción propagandística que expone, una vez más, las carencias de las fuerzas armadas rusas que son incapaces de dotarse de este tipo de munición por su alto coste.