Lo primero y principal ¿de verdad está China dispuesta a embarcarse en una guerra para invadir Taiwán? China se debate entre lo que ellos consideran la humillación de que una parte de su territorio esté fuera de su control considerándose como ya se consideran la mayor potencia del mundo que no lo son pero ellos se ven así y el pragmatismo que les avisa de que esa invasión les condenaría al ostracismo internacional y al bloqueo de sus exportaciones hacia Occidente, cómo están viendo que le ha ocurrido a Rusia. Por ahora han optado por contenerse pero yo tengo la sensación de que les hierve la sangre cada vez que sale este tema.
Y ahora vayamos por partes.
Cuando 2023 está a punto de terminar ya nadie se acuerda de que hace un par de años estábamos sumidos en una terrible crisis de semiconductores y la escasez de chips era noticia de portada de los periódicos y de los informativos. Los precios de las tarjetas gráficas se dispararon porque eran utilizados por los granjeros de Bitcoin y las fábricas asiáticas estaban sufriendo por la política de Covid Cero de China. Todo el mundo parecía estar al borde del colapso por la falta de chips en las fábricas; de hecho todavía en muchas páginas de fabricantes de automóviles aparece un aviso en el que informan que algunos de sus modelos pueden tardar más de la cuenta en ser entregados precisamente por esta falta de chips, aunque sospecho que lo están utilizando más como una excusa que porque ya la cadena de suministro se ha vuelto a restablecer.
En todo este asunto de la producción de chips el nodo central del ecosistema está en Taiwán, una pequeña isla al sur de China del tamaño de Extremadura y veinticinco millones de habitantes. Políticamente Taiwán es un problema ya que no está reconocido como nación independiente por casí ningún país y su origen se debe a que los perdedores de la guerra civil china del finales de los años cuarenta se refugiaron en esa isla y crearon primero una dictadura militar que luego evolucionó a una democracia. Por supuesto esto es un grano en salvase a la parte para China que no soporta que una parte deseo un territorio prospere mucho más bajo el la democracia y el capitalismo de lo que están prosperando a ellos bajo el nacionalsocialismo.
Este enfrentamiento con China da lugar atenciones geoestratégicas porque los países occidentales no pueden permitir de ninguna manera que China invade el país y se quede con toda la tecnología necesaria para la producción de los más avanzados semiconductores. Por supuesto, cuando se trata de temas militares de los países occidentales, hay que entender que estamos hablando de Estados Unidos que es el único país con músculo suficiente para pararle los pies a China o a quien haga falta.
Ahora mismo la política exterior estadounidense tiene el foco puesto en ese hipotético enfrentamiento con China y eso se puede comprobar viendo cómo se ha ido retirando del Oriente Medio y como en Europa se limita a dar ayuda económica y armamento a los ucranianos o en África las intervenciones estadounidenses casi que se recuerdan ya en blanco y negro. Ahora mismo Estados Unidos está tejiendo una red de alianzas principalmente con Japón y Corea del Sur para contener la política expansionista del gigante asiático.
China ya ha hecho varias veces maniobras militares muy agresivas alrededor de Taiwán y mantiene una política constante de acoso sobre la isla realizando constantemente vuelos de sus aviones de combate hacia las zonas cercanas a la isla para forzar a las defensas taiwanesas a mostrarse, de forma que ya las tienen perfectamente estudiadas para cuando llegase el caso. En alguna de estas maniobras China ha puesto tanto entusiasmo que ha llegado a bloquear el tráfico marítimo y eso ha provocado la condena (el típico deeply concerned de los diplomáticos occidentales).
Siendo presidente Donald Trump Estados Unidos inició una campaña para volver a traer dentro de sus fronteras las fábricas de chips pero Taiwán y sus compañías, principalmente TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), se resisten con uñas y dientes ya que mientras allí permanezcan los sistemas de producción de semiconductores más avanzados Estados Unidos tendrá que protegerlos. El día que Taiwán deje de ser imprescindible para Occidente y no justifique un enfrentamiento militar con China, las tropas de Pekín entrarán en la pequeña isla como Pedro por su casa.
¿Y no puede defenderse Taiwán por sí mismo?
Taiwán está separada de China por un poco más de cien kilómetros de mar y las Fuerzas Armadas chinas se están preparando precisamente para este escenario por lo que sus capacidades anfibias y de ataque a distancia mediante misiles y aviones de combate supera en varios órdenes de magnitud la capacidad de la isla para defenderse. En el caso de una invasión anfibia las pérdidas chinas serían cuantiosísimas pero en un régimen nacionalsocialista la vida de los individuos no tiene importancia y si tienen que perder cincuenta mil soldados para cruzar el estrecho y tocar tierra, se pierden sin miramientos, es eso que se llama caer como chinos. En cuanto a los ataques a distancia, da igual la cantidad de misiles antiaéreos que sea capaz de fabricar o de comprar Taiwán, China siempre va a producir una cantidad mucho mayor de misiles y de cazas que van a anular cualquier sistema de defensa. Solo Estados Unidos con sus inmensas capacidades militares es capaz de plantar cara al gigante asiático.