Todos los años al llegar el otoño en la costa este de Estados Unidos hay, semana antes semana después, una temporada de lluvias torrenciales pero por mor de las redes sociales, todos los años son una novedad que sorprende a todo el mundo. Este año el centro de las tormentas ha estado alrededor de la ciudad de Nueva York, lo que ha provocado que tenga una repercusión internacional fuera de lo normal porque todo lo que pasa en Nueva York llega inmediatamente a todo el mundo. Por mi parte, siempre me he estado preguntando por qué los extraterrestres de las películas no venían nunca a Granada y siempre se quedaban en Nueva York, pero eso es otra historia.
El caso es que este año las lluvias han sido particularmente fuertes y están causando una enorme cantidad de trastornos en el metro y en los aeropuertos, lo que está provocando un enorme problema de movilidad en la ciudad. En esta sociedad just in time en la que nos ha tocado vivir, el más mínimo fallo de los sistemas de transporte pone a todo el sistema al borde de la quiebra. Por ahora la zona más afectada es la zona de los tres estados, esa que sale en todas las películas y donde viven veinticinco millones de personas (Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut) que tienen que convivir con los jefes de policía más corruptos del mundo pero que tienen la suerte de tener enfrente a los policías más íntegros y sacrificados que, aunque sean obligados a entregar su placa y su pistola, acabarán desenmascarando a los facinerosos.
Por supuesto, como siempre en estos casos, no han faltado las críticas a la falta de mantenimiento de las instalaciones municipales de drenaje y el alcantarillado y las críticas al capitalismo despiadado por permitir que los ciudadanos menos pudientes vivan en semisótanos que se inundan en cuanto caen cuatro gotas. Es curioso que esas críticas al capitalismo despiadado ocurran siempre en países prósperos gracias al capitalismo.
Alrededor de esta zona también están teniendo precipitaciones diarias de entre cincuenta y ochenta litros diarios, que es mucho para nosotros pero que en aquella zona de la costa oeste este de Estados Unidos es algo a lo que están acostumbrados. Hay que recordar que los conquistadores españoles despreciaron aquellas tierras porque llovía demasiado y el clima era demasiado frío y prefirieron las muy cálidas y fértiles tierras de Cuba y Centroamérica.
went to get coffee an hour ago, v wet but sidewalk was perfectly walkable.
— youngpatrice (@theyoungpatrice) September 29, 2023
20 min ago…NOT so much. BK drains are simply overwhelmed with the rate of rain that’s been falling. #brooklyn #nyc #flooding pic.twitter.com/ZnVdT1m1P0
Las previsiones, para colmo, alertan de que las lluvias se podrían alargar todo el fin de semana y mantendrían a la ciudad de Nueva York semiparalizada y eso hace plantearse la validez del modelo basado en desplazamientos constantes y en el uso masivo de aviones para moverse de una punta a la otra del país.
También vale la pena acordarse de que en zonas más tropicales esas precipitaciones son absolutamente normales y bien se les llame ciclones tropicales o lluvias del monzón, en muchos lugares del mundo la lluvias torrenciales son la regla, excepto en España, donde nos tenemos que ir preparando para 50 años de sequía.
Aunque, para terminar, digo yo que si tantos superhéroes tienen, alguno de ellos podía coger su súperfregona y recoger todo el agua para que todo volviera a funcionar, que no todo tiene que ser estar siempre luchando contra los malos malísimos que intentan destruir todo el mundo ¿no?