Después del holocausto judío de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas aprobaron la creación de un Estado de Israel donde por fin el pueblo judío pudiera asentarse y regir sus destinos. La zona elegida fue el bíblico Israel, donde iban a estar rodeados de vecinos musulmanes.
Desde la creación del estado de Israel en 1948 sus vecinos musulmanes, Egipto, Siria y Jordania, se han enfrentado a Israel en tres guerras que siempre han ganado los judíos. En sus setenta años de existencia Israel se ha desarrollado económicamente y se ha convertido en un país moderno y democrático, la única democracia de Oriente Próximo, rodeado de dictaduras musulmanas.
Los palestinos por su parte han optado por la vía del enfrentamiento y siempre se han negado a reconocer que Israel sea un estado legítimo. En un principio contaron con el apoyo de los países musulmanes fronterizos con Israel pero desde la normalización de relaciones diplomáticas entre Egipto e Israel, ha sido Irán quien ha tomado la batuta en los asuntos palestinos en la zona.
Irán es una dictadura religiosa, una teocracia sorprendente en pleno siglo XXI, en la que los ayatolás ejercen el poder de un modo tiránico y hacen una interpretación violenta de la religión musulmana. El régimen iraní es ahora el mayor apoyo de las organizaciones terroristas musulmanas de todo el mundo y entre ellas está Hamás. El principal centro de operaciones de Hamás está en la franja de Gaza, que dirige con mano de hierro, y en donde pone en práctica todo lo que el fanatismo religioso y terrorista iraní le exige. Las escuelas religiosas son centros de adoctrinamiento en las que los futuros soldados son preparados para acabar con los enemigos de Teherán.
Con estos antecedentes Hamás ha decidido lanzar un ataque terrorista contra Israel pero lo primero que hay que plantearse es cuáles son los objetivos de todas estas matanzas y a quién benefician todas estas acciones. Está claro que se trata de una acción terrorista, que pretende sembrar el terror entre la población israelí, porque nadie puede ver cuáles podrían ser los objetivos más allá de mostrar en las redes sociales un baño de sangre. El estado de Israel es demasiado sólido como para inmutarse ante unos hechos como estos, por muy violentos que sean, y nadie entre la población palestina se va a lanzar entusiasmado a una guerra directa contra Israel porque saben que cualquier enfrentamiento militar será aplastado sin contemplación y con eficacia quirúrgica por ejército israelí, posiblemente uno de los mejor entrenados y equipados del mundo.
Entonces ¿por qué Hamás lanza una ofensiva así en estos momentos? La causa de fondo de estos ataques ordenados por Irán contra Israel es que el movimiento terrorista palestino teme a la normalización en la franja de Gaza; necesitan que exista un ambiente de violencia en el que prosperar y tienen que poner muertos encima de la mesa para enfervorizar a las masas y montar una retórica mínimamente creíble de enfrentamiento constante con Israel. No les importa cuantos niños mueran o cuantas mujeres sean secuestradas y violadas como hemos visto en los vídeos que corren por internet, ellos convertirán a sus víctimas en mártires e intentarán por todos medios que no decaiga el odio contra Israel. Ese es su negocio y sin eso se tendrían que poner a trabajar y ya sabemos que todos estos revolucionarios lo del trabajo lo llevan regular. Todo eso lo visten de política y de religión pero en el fondo simplemente son unos miserables.
Y ya que hablamos de revolucionarios a los que el trabajo les produce sarpullidos, viene a cuento traer aquí el vergonzante papel jugado por los dirigentes de la extrema izquierda española apoyando la acción terrorista de Hamás y culpabilizando al estado de Israel de ser atacado, igual que culpan a Ucrania de haber sido invadida por Rusia. En general el apoyo a la causa palestina está bastante asumido por la izquierda española y es bastante frecuente que sus líderes, cuando tienen que participar en un acto con mucho público lleven un pañuelo palestino al cuello. Por supuesto que si se escucha el análisis que hacen de la situación Palestina no queda más que llevarse las manos a la cabeza porque tienen una percepción absolutamente deformada de la realidad pero eso no me extraña en absoluto sabiendo como ven la sociedad española y las medidas que proponen para mejorarla.
Se podría aceptar que Pablo Iglesias, que ahora formalmente es un periodista pero que en el fondo sigue siendo el líder en la sombra de Podemos, diese una opinión sobre estos atentados terroristas de Hamás en la que tomase partido por los palestinos. Lo que es inadmisible es que las ministros de trabajo y de asuntos sociales utilicen sus cuentas en Twitter para apoyar a Hamás y a su violencia sin tener en cuenta que cuando hablan comprometen al Gobierno español y ningún gobierno del mundo puede estar con quienes matan a cientos de civiles indefensos. Podemos generalmente siempre elige estar en el peor de los lados de todos los conflictos y en este caso no iba a ser menos.
Lo que se ve en Israel es lo mismo que vemos en España en la opinión pública. No falta quien justifica la violencia de los palestinos coma lo mismo que justifican la violencia terrorista de ETA o el golpe de estado en Cataluña.
Lo de Gaza es lo mismo, pero a lo bestia.
La miseria en Palestina no es solo política. La miseria ya ha alcanzado a Palestina hasta el tuétano.
Los palestinos eligieron la vía de la violencia y eso les ha llevado a ser un pueblo atrasado, pobre y sin futuro.
En Palestina impera la miseria moral y cualquiera puede morir por unas zapatillas o por un móvil.
El odio que les han enseñado que deben sentir por el estado de Israel los tiene agarrotados y son incapaces de salir de ahí. Lo peor de todo es que no van a salir de la pobreza y tardarán varias generaciones hasta que por agotamiento se den cuenta de que la vía del odio y la violencia no les lleva a ningún sitio.
Visto desde la distancia, como lo vemos desde España, es un caso de manual de cómo un pueblo toma decisiones equivocadas que cambian su rumbo y lo llevan hacia el abismo.
Poco más o menos ha sido lo de Venezuela: se veía que si seguían por ese camino se iban a estrellar y todo el mundo se lo avisaba pero escucharon los cantos de sirena de Chávez y ahora están como están.
La clave está en que en el mundo que vivimos a ETA, por ejemplo, el terrorismo le ha dado buen resultado y les ha permitido pasar de ser un movimiento marginal, a convertirse en actores principales de la política en las vascongadas y ahora, por el mal diseño del sistema electoral, en jueces de la política española.
Por muy asqueroso que sea el ataque de Hamás en Israel en estos días, van a obtener rédito político de la violencia y van a conseguir que su discurso llegue a muchos simpatizantes.
Haga lo que haga, Israel va a tener enfrente a buena parte de la opinión pública occidental y a todo el mundo musulmán.
Eso lo saben los hijos de la gran p*** que desde Irán y desde el liderazgo de jamás han ordenado este ataque en el que ya hay más de setecientos muertos, cientos de secuestrados y miles de heridos.
La historia de toda la región del Oriente Próximo es la historia de unos pueblos intentando aniquilar a los otros, un puro genocidio continuo.
Lo que hay en esa zona del mundo es simplemente mucha mala gente pero que ahora tienen el problema de que han encontrado la excusa que les da el integrismo musulmán financiado desde Irán, con lo que se ha juntado el fuego con la gasolina.
Los palestinos han elegido que todo ese odio lo van a volcar contra los israelíes y de ahí no van a salir. Llevan ya setenta años de guerras y nos quedan 700 años más.
La gente se piensa que los paletinos son unos pobreticos indefensos que están todo el día siendo apaleado por los israelíes pero la realidad de la franja de Gaza es bastante distinta.
Irán sostiene en Gaza una estructura política, Hamás, que gobierna el territorio con mano de hierro. Son los cabecillas designados por Irán los que decide quién va a la escuela y quién no, quién tiene casa y quien no y quién tiene trabajo o tiene que vivir en la miseria. La consigna oficial es odiar a los judíos y luchar hasta la destrucción del Estado de Israel.
Todos los que no siguen al pie de la letra los dictados de Hamás, inspirados en la interpretación violenta de la religión de los ayatolás, es sistemáticamente marginado en la franja de Gaza.
No hay que olvidar que muchos de esos palestinos eran los que aparecían en los vídeos celebrando el atentado de las Torres gemelas.
No te olvides de Podemos, que están de su lado, siempre del lado de la violencia.
No solo no me olvido, sino que te recuerdo que Pablo Iglesias empezó su carrera política apoyado en un programa de televisión financiado por Irán, eso que él llama «cabalgar contradicciones» pero que en el fondo es una muestra de que Podemos solo es una herramienta de los enemigos de España y del modo de vivir occidental.