Uno de los principales problemas a los que se enfrentaba Javier Milei cuando se sentó en el sillón presidencial en la Casa Rosada era una inflación desbocada que rondaba el 250% anual. Con esa pérdida del valor del dinero cualquier nación está abocada al desastre y justo al borde del precipicio es donde habían llevado a Argentina las políticas peronistas y así le entregaron el país a Javier Milei.
Javier Milei ya prometió que acabaría con la inflación pero, como era de prever, se ha encontrado con una fuerte resistencia en el Parlamento argentino para aprobar las medidas liberales que propone porque ninguno de los partidos que son mayoría en el Congreso quiere asumir los recortes que implican el plan económico de La Libertada Avanza, su partido, que es minoritario.
De todos modos Javier Milei está haciendo un uso inteligente de los resortes de poder que controla la presidencia y buena parte de sus medidas se encaminan a reducir el gasto público para conseguir un equilibrio presupuestario que dé estabilidad a la economía argentina y que sirva de base para la reducción de la base monetaria que, a fin de cuentas, es reducir la inflación.
Para darle la vuelta a la galopante inflación que se estaba comiendo la riqueza de los argentinos, Milei ha nombrado al frente del Banco Central de Argentina a Santiago Bausili, un economista de 50 años que tiene sobrada experiencia en entidades financieras internacionales. La tarea de Bausily consiste en drenar de la economía argentina el exceso de pesos que se habían imprimido para financiar el gasto público descontrolado del gobierno peronista.
Aunque es difícil calcular la base monetaria de la economía argentina porque además de los datos oficiales existe una cantidad ingente de dinero fuera de control por la manipulación peronista de las instituciones económicas, algunas consultoras sostienen que los activos monetarios en manos del público se están reduciendo agresivamente y eso explica el descenso de la inflación desde un cincuenta por ciento mensual al quince por ciento mensual y ya se vislumbra una tasa de inflación de un solo dígito en los próximos meses con lo que la economía argentina podría entrar podría empezar a ver la luz al final del túnel.
¿Y cuánto es el dinero que se ha retirado de la circulación? Aproximadamente un 30% de los billetes que circulaban han desaparecido del mercado.
¿Y a dónde han ido a parar? No han ido a parar a ningún sitio, simplemente han desaparecido porque se habían emitido sin ningún valor que los respaldase y con la misma facilidad con la que se imprimieron ahora se queman y asunto arreglado. (Esto de quemar los billetes tiene que entenderse en sentido figurado; en realidad estamos hablando de emisiones de deuda pública, depósitos bancarios, etc)
¿Con eso Argentina ya está salvada? Ni mucho menos; esto es solo una pequeña parte de todo lo que hay que hacer en Argentina para volver a convertir el país en una economía sana y productiva.
Yo le deseo a Milei y a los argentinos toda la suerte del mundo porque la van a necesitar.