El régimen comunista cubano ha conseguido convertir la isla en un paraíso zombie donde los cubanos simplemente no hacen nada: hace en cola para esperar la limosna oficial en forma de alimentos, hacen cola para poderse subirse alguno de los escasos transportes públicos que todavía funcionan, se sientan en la puerta de su casa a ver cómo pasa la vida o simplemente se mueren de hambre, pero no en sentido figurado, en sentido real: mueren de inanición y caen desplomados por la falta de nutrientes. Tan brutal como suena.
Los cubanos han perdido toda esperanza y el régimen comunista está tan firmemente implantado en la isla que nadie ve la luz al final del túnel. Quienes tienen algo de iniciativa y fuerza física, inician la difícil huida hacia Estados Unidos y el paraíso de Miami. Los que se quedan en la isla no tienen nada que hacer, excepto dejar que pase la vida.
En Cuba se ha dado la paradoja de que los jóvenes que emigraron a Estados Unidos y trabajan limpiando escaleras, son los que mantienen a sus familias cuabanas, con sus paredes empapeladas con títulos universitarios, enviando por cauces extraoficiales algunos dólares a los familiares que se quedaron atrapados en el sistema comunista implantado por Fidel Castro.
En la isla nada funciona. La propaganda oficial dice que Cuba tiene una sanidad igualitaria y que llega a todos los cubanos pero la realidad es que, siendo igual para todos los cubanos, es un servicio patético en edificios ruinosos y que no facilita los medicamentos necesarios ni puede realizar operaciones quirúrgicas por falta de suministros o luz eléctrica. La educación, de la que tanto presumen, se presta en escuelas que se caen a trozos por maestros cuyos salarios no son suficientes no ya para tres comidas al día sino para una sola comida al día y aunque intenten mantener de alguna manera la dignidad, la realidad es que en Cuba no hay obesidad entre los docentes porque no hay comida que llevarse a la boca.
Otra de las víctimas del socialismo es el sistema eléctrico del país que en estos días se está revelando especialmente desastroso porque los cortes de electricidad han pasado de ser algo puntual a ser la regla habitual para los cubanos y ya se anuncian con regularidad días sin electricidad. Anteayer sábado fue eso de unos días sin corriente que el gobierno ha establecido porque el sistema de generación eléctrica del país está en un estado ruinoso y los pocos equipos que todavía funcionan no tienen el combustible necesario para producir electricidad.
Por supuesto, igual que ha pasado en todos los países donde se ha colectivizado la producción agrícola, hoy día Cuba es incapaz de producir alimentos para sostener a su propia producción. La isla es un vergel de suelos fértiles y clima perfecto que podría producir alimentos hasta convertirse en una despensa mundial pero el socialismo es un virus que corroe desde dentro cualquier sistema productivo y ahora mismo Cuba depende de las importaciones de alimentos y de la ayuda internacional.
Los repartos de la canasta básica de alimentos, la cartilla de racionamiento cubana, llegan siempre tarde y mal y son unos productos de pésima calidad que no alcanzan para mantener vivos a los cuabanos. Si cualquier familia intentase sobrevivir con los alimentos que distribuye el gobierno comunista, estarían simplemente condenados a la muerte por inanición.
La suerte de los cubanos es que viven en el paraíso y tienen un clima fabuloso con una tierra de lo más fértil que puede producir alimentos en poco más que una maceta y no necesitan calefacción o aire acondicionado porque tienen unas temperaturas que así perfectas, propias del Caribe.
Pese a todo, un país lleno de zombis que no tienen esperanza ni trabajo ni apenas alimentos ha salido a la calle este fin de semana para pedir luz y comida. No es una protesta política contra el régimen comunista, sólo es una protesta biológica por la supervivencia física. Cuesta trabajo imaginar las condiciones de vida que sufren los cubanos porque saben que todos los que se signifiquen en esa protestas van a ser arrestados, encarcelados y van a sufrir una muerte civil durísima que le sacará incluso de las listas de reparto de alimentos y de cualquier otra limosna pública. Ya les da todo igual.
En España es impensable que el servicio eléctrico se suspenda nunca a veces, cada dos o tres años, hay un corte programado de corriente durante varias horas para hacer una reparación o puede que en algunas zonas rurales unas instalaciones eléctricas más antiguas o peor mantenidas o simplemente peores, sufran algunos cortes que son reparados con la celeridad que las condiciones permiten. En Cuba el consumo de electricidad es mínimo porque allí no hay aire acondicionado, no hay lavadoras, no hay hornos eléctricos y apenas se usa la electricidad más que para el alumbrado y para hacer funcionar algunos frigoríficos antediluvianos, cargar los móviles y escuchar alguna radio de fuera de Cuba porque la televisión y la radio pública solo emiten propaganda gubernamental que ya a nadie interesa.
Ver las protestas de este pasado fin de semana resulta patético porque cuesta trabajo imaginarse que a los cubanos les dé ya exactamente igual todo, incluso aunque los puedan encarcelar porque ya no es que no tengan libertad o luz eléctrica, que ha sido la gota que ha colmado el vaso y ha disparado las revueltas, es que protestan para conseguir la comida necesaria que les permita sobrevivir un poco más porque simplemente ya no tienen esperanza.
Cuba es el paraíso zombie.
P.D.: la imagen que encabeza este artículo es necesariamente borrosa porque el régimen comunista ha tomado todas las medidas posibles para impedir que salga de la isla ninguna información relativa a las protestas y lo primero que ha hecho ha sido cortar internet en las zonas donde los ciudadanos han salido a la calle. Hasta ahora solo han llegado algunos vídeos que se enviaron al principio de las protestas y antes de que empezase la que seguramente será una atroz represión del régimen comunista. De todos esos detenidos, encarcelados y seguramente algunos desaparecidos, nunca más se volverá a saber nada porque el régimen de Díaz Canel, el heredero de los Castro, tiene que asegurarse su supervivencia aunque eso suponga la aniquilación del pueblo cubano por puro hambre y si es necesario frente a un pelotón de fusilamiento.
Ojalá que estas protestas sean el principio del fin de la dictadura cubana.
Lo peor de todo es que ni siquiera viendo la ruina y la enorme miseria que el socialismo deja allá donde se instala, los socialistas y comunistas de los países occidentales dejan de vendernos el socialismo y el comunismo como la panacea de todos los males.
Efectivamente, Maite.
Yo desde hace tiempo llegué al convencimiento de que para ser socialista hay que ser tonto perdío y no entender que socialismo y comunismo son una receta que asegura la pobreza. El dicho popular de que en tiempo de rojos hambre y piojos no es casual y a lo largo de todo el planeta allí donde se han implantado regímenes socialistas, sean del tipo que sean, la muerte y la pobreza han acabado llegando hasta acabar arruinando a los países,primero, y llevándose por delante a los dirigentes que han impuesto esos sistemas.
Antes o después los oligarcas cubanos acabarán siendo derrocados y arrastrados por las calles cómo lo han sido todos los tiranos.
No sé cuánto tardaremos en ver eso pero la historia demuestra que en algún momento va a pasar y por eso los dirigentes comunistas intentan reprimir al máximo cada manifestación para retrasar no todo lo posible el trágico final que la historia les guarda.
Pues no sé si estás bien informado o es que no has visto bien los vídeos de la protestas porque se escucha perfectamente a la gente pedir libertad el fin de la tiranía comunista.
Claro que he visto los vídeos y he escuchado los gritos que piden el fin de la dictadura comunista pero eso ya lo he oído muchas veces. Esta protesta es distinta porque la gente ha salido masivamente a la calle aprovechando la oscuridad de los cortes de luz para pedir comida.
La realidad es que en la zona de Santiago, al oeste de la isla, el reparto de la canasta básica estaba bastante retrasado y en las casas se estaba pasando hambre física, no hambre de libertad o de democracia, hambre pura y dura y un estómago vacío es capaz de cualquier cosa.
Por supuesto que hay cubanos conscientes de que todo ese desastre está causado por la dictadura comunista y se arriesgan al salir a la calle gritando contra Díaz Canel y su régimen criminal, a sabiendas de que pueden ser arrestados y desaparecidos, pero la mayoría de la gente ha salido a la calle por la falta de comida.