La tasa de inflación intermensual de Argentina en mayo de este año 2024 fue del 4,2%, una cifra considerablemente alta para cualquier país con una moneda relativamente estabilizada. Sin embargo, constituye un auténtico récord para la economía argentina, siendo la tasa de inflación intermensual más reducida desde enero de 2022. Cabe destacar que hace apenas medio año, en diciembre de 2023, la tasa de inflación intermensual cerró en el 25,5%. Es decir, en tan solo seis meses, Javier Milei no sólo ha logrado frenar un riesgo real de hiperinflación, sino que ha reducido la tasa de inflación intermensual a su nivel más bajo en más de dos años.
Desde la llegada de Milei a la presidencia de la República, la tasa de inflación intermensual ha disminuido mes tras mes. Este es un proceso desinflacionario claro, contundente e inequívoco que tiene una explicación precisa: la gestión fiscal y monetaria implementada por Milei en su primer semestre de gobierno.
Gestión fiscal y monetaria
En términos de gestión fiscal, destaca el superávit presupuestario alcanzado, un hecho inédito en la historia reciente de Argentina. Este superávit reduce la expectativa de generación futura de pesos, lo que solidifica la demanda de la moneda al convertir el peso en un activo financiero más atractivo. Desde el punto de vista monetario, la administración de Milei ha reestructurado el balance del Banco Central, mejorando la calidad de sus activos mediante el incremento de reservas internacionales en dólares y refinanciando sus pasivos a más largo plazo. Esta doble vía ha permitido que el valor del peso no se deteriore tan rápidamente como en el pasado, contribuyendo a un claro perfil descendente de la tasa de inflación intermensual.
La significativa reducción de la tasa de inflación intermensual en un período tan breve, tras la aplicación de una política de choque fiscal y monetario, debería convencer a los escépticos de que la inflación es esencialmente un fenómeno monetario. No se trata de una inflación causada por problemas de oferta ni por cuellos de botella en la economía argentina. Más bien, es resultado de la destrucción deliberada del valor del peso por parte de gobiernos anteriores que decidieron sobreendeudarse más allá de su capacidad de pago y monetizar esa deuda, trasladando la insolvencia del Estado a los ciudadanos a través de la devaluación de la moneda.
Tener un diagnóstico claro sobre las causas fundamentales de la inflación estructural que ha devastado Argentina durante décadas es crucial para seguir el rumbo adecuado y evitar que futuros gobiernos continúen destruyendo sistemáticamente el valor de la moneda. La historia reciente debería servir de lección para rechazar los discursos engañosos que sugieren que Argentina puede emitir indefinidamente sin generar inflación. Endeudarse más allá de la capacidad de pago del Estado y monetizar ese exceso de deuda siempre genera inflación, y la inflación persistente destruye el valor de la moneda, socavando su función como unidad de cuenta, medio de intercambio y depósito de valor.
Esto es un principio universal, por más que los gobernantes (especialmente ahora los españoles) nos quieran convencer de que se puede vivir en un déficit perpetuo y que se puede emitir moneda a cambio de deuda pública eterna e indefinidamente. El auténtico ctruco del almendruco.
La medicina de Milei
Aunque la política aplicada por Milei para estabilizar el valor del peso pueda ser vista como dolorosa, es la necesaria para estabilizar la moneda después de generaciones de destrucción sistemática por parte de políticos argentinos. En medio año, la tasa de inflación intermensual de Argentina se ha desplomado gracias al superávit fiscal y a la contención monetaria del Banco Central. Si la demagogia y el populismo consiguen que Argentina cambie su actual rumbo, volverá a tasas de inflación descontroladas.
Ayer mismo, tras la aprobación de la ley bases de Javier Milei, la prima de riesgo cayó en 80 puntos para Argentina y subieron las acciones y los bonos Argentinos hasta un 13% en Wall Street: el mercado está aprobando y confiando en Javier Milei mientras las fuerzas de la oposición intentan crear desórdenes públicos para desacreditar la labor del Presidente.
Controlar la inflación y levantar los controles de precios y de capitales vinculados a ella es esencial para el desarrollo económico sostenible de Argentina a medio y largo plazo. Es fundamental para reducir las tasas de pobreza de manera sostenida. Los argentinos deben mantener la visión a largo plazo, entendiendo que el ajuste presupuestario y la reestructuración de la deuda son duros pero necesarios para estabilizar el valor de la moneda y escapar del ciclo endémico de inflación y pobreza.