El marketing de guerrilla no es solo una cuestión de creatividad, sino también de estrategia. A diferencia de las campañas de marketing tradicionales, donde el éxito suele depender de la repetición de un mensaje en múltiples canales, el marketing de guerrilla se basa en una intervención precisa que genere un impacto memorable y, sobre todo, inesperado. Para que esto funcione, es necesario tener un enfoque táctico claro, que no solo considere el mensaje, sino también el cómo y el dónde se transmite.
Estrategias y herramientas clave del marketing de guerrilla
- Uso del espacio público: convertir la calle en un escaparate
- Marketing experiencial: involucrar emocionalmente al consumidor
- Marketing viral: la propagación en redes sociales
- Colaboración con influencers: aprovechar su credibilidad y alcance
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Una de las primeras estrategias a considerar es el uso del espacio público: convertir la calle en un escaparate. Las calles, plazas y otros espacios urbanos son escenarios perfectos para implementar campañas de guerrilla, ya que en estos lugares se puede captar la atención de un gran número de personas sin necesidad de pagar por publicidad tradicional. La clave está en transformar el entorno cotidiano, ese que los transeúntes ven a diario y con el que están familiarizados, en algo diferente, disruptivo. El mobiliario urbano, las paredes, las aceras o incluso el propio tráfico se convierten en lienzos que, bien aprovechados, pueden hacer que una campaña pase de ser vista como una simple publicidad a ser parte del paisaje urbano. Esta interacción directa con el espacio público no solo es económica, sino que también tiene un fuerte impacto emocional en el público.
Otra herramienta clave en el marketing de guerrilla es el marketing experiencial: involucrar emocionalmente al consumidor. La estrategia aquí no se basa simplemente en transmitir un mensaje, sino en hacer que el público viva una experiencia asociada a la marca. Cuando los consumidores pueden tocar, sentir o interactuar directamente con la propuesta de una marca, es mucho más probable que esa experiencia se quede grabada en su memoria. Esto puede hacerse a través de eventos, instalaciones interactivas o incluso performances urbanas que involucren al público de una manera activa. La conexión emocional que se establece en estos casos va mucho más allá de la simple publicidad, ya que hace que el consumidor se sienta parte de algo y no solo receptor de un mensaje comercial.
Un elemento fundamental dentro de las estrategias de guerrilla en el contexto digital es el marketing viral: la propagación en redes sociales. En la era de las redes sociales, una buena campaña de guerrilla puede multiplicar su impacto exponencialmente si consigue que el público la comparta en sus perfiles. Aquí la clave está en crear contenido que sea lo suficientemente atractivo o sorprendente como para que la gente quiera difundirlo. Un vídeo impactante, una imagen disruptiva o un meme ingenioso pueden ser los detonantes que hagan que una acción local o pequeña se convierta en un fenómeno global. Lo más interesante de esta estrategia es que, si está bien ejecutada, la marca no tiene que gastar más dinero en publicidad, ya que el propio público se convierte en el medio de difusión.
Estando el mundo como está, en el espacio digital no podemos ignorar la importancia de la colaboración con influencers: aprovechar su credibilidad y alcance. Aunque en muchas ocasiones se asocia el marketing de guerrilla con acciones a pequeña escala, el uso de influencers permite amplificar la voz de una marca de forma rápida y directa. Los influencers, que ya tienen una relación de confianza con sus seguidores, son una herramienta perfecta para conseguir que una campaña de guerrilla gane credibilidad y alcance a públicos más amplios. La clave está en elegir a las personas adecuadas, es decir, aquellas cuya audiencia esté alineada con los valores de la campaña.