Estoy en una charla que da Javier Martín de Loogic en Iniciador Granada.
He comido con él y con otros emprendedores y, la verdad, es que no se para de aprender.
Lástima que todo esto de iniciador se halla acabado perdiendo pero a es solo un reflejo de la pérdida de la inocencia que han sufrido todos aquellos que antes nos hacíamos llamar emprendedores. Las circunstancias, con el paso de los años, nos han enseñado que para la mayoría hubiera sido mejor meterse a funcionarios en vez de estar tantos años bregando con el dichoso emprendimiento.
Si de una vez nos hubieran dicho que éramos empresarios y que teníamos que cuadrar las cuentas desde el primer minuto en vez de decirnos que éramos emprendedores y que íbamos a comernos el mundo, igual nos hubiera ido de otra manera.