Esto del familieo y las relaciones sociales es una cosa complicada.
He estado en un bautizo que parecía una auténtica boda. De hecho no me he podido contener y cuando traían la tarta típica, esa de varios pisos, he gritado ¡Vivan los novios!
Por supuesto, lo que está fuera de todo control son las primeras comuniones, que eso sí que parecen bodas.
Y para mi sorpresa, con la llegada masiva de hispanoamericanos, ahora también se están celebrando en España fiestas del quince en las que se viste a la quinceañera como una novia y se invita a toda la familia y amigos a un evento con banquete y baile.
El mundo ha cambiado mucho desde que se celebró mi primera comunión en mi casa y vinieron mis tíos y mi primos y hubo Fanta y bocadillos de jamón para todos.