Estoy en el bar Papaupa, en la calle Molinos, en pleno corazón de Granada, escuchando charlas científicas y soplándome un par de tercios (sin alcohol, claro).
El caso es que mola escuchar a esta gente tan lista en este ambiente tan relajado y con una cerveza en la mano.
Ahora empieza la segunda charla y me voy a pedir otro tercio a ver si me entero de cómo se relacionan la música y las matemáticas. A mí la música sí me gusta; las matemáticas…