Lo único que se sabe hasta ahora es que Disney quiere seguir exprimiendo la saga y hay rumores sobre una nueva trilogía de Star Wars, creada por Rian Johnson. Johnson, que escribió y dirigió Star Wars: Episodio VIII Los últimos Jedi, escribirá y dirigirá la primera película de la trilogía y será producida por su viejo colaborador Ram Bergman. Las películas estarán separadas de la saga Skywalker y explorarán nuevos personajes de un área inexplorada del mundo canónico de Star Wars. La nueva trilogía fue anunciada por Lucasfilm el 9 de noviembre de 2017, sin fecha de estreno aún fijada ni ninguna información oficial hasta la fecha.
El desastre de la tercera trilogía y el agotamiento de algunas franquicias puede que haya hecho que Disney se replantee si vale la pena quemar la marca Star Wars en tan poco tiempo o es preferible seguir sacando spin-off’s para rentabilizarla poquito a poco.
Esto que hay a contnuación sólo es una opinión sobre el desastre de la tercera trilogía que, en mi opinión, justifica más que sobradamente que no se vuelva a intentar seguir con la historia.
La terrible tercera trilogía de Star Wars sólo dejó Una Nueva Esperanza… ¡de cine mejor!
En una galaxia no tan lejana, pero sin duda más extraña, los fans de Star Wars fueron testigos de una nueva trilogía que prometía renovar la épica saga espacial. Pero, oh, cómo la fuerza se desvaneció en esta aventura cinematográfica. Desde The Force Awakens hasta The Rise of Skywalker, los espectadores quedaron atrapados en un tiovivo intergaláctico de inconsistencias y giros absurdos. ¡Sostengan sus sables de luz y prepárense para el recorrido cómico por la trilogía que desafió todas las expectativas!
Episodio VII: The Force Awakens – ¿La Fuerza Dormida?
La nueva trilogía comenzó con una emoción casi palpitante, solo para decepcionar más tarde. Con un elenco prometedor y nostálgicas apariciones de los personajes originales, parecía que estábamos listos para una montaña rusa de emociones. Pero, en lugar de una «Fuerza Despertando», fue como una siesta intergaláctica. Nuestra protagonista, Rey, domina la fuerza en un abrir y cerrar de ojos sin entrenamiento adecuado. ¡Oh, por favor! ¡Ni siquiera Yoda se convirtió en un maestro Jedi tan rápido!
Y por supuesto, un saludo desde aquí a los ingenieros imperiales que construyeron una nueva Estrella de la Muerte olvidando cerrar los caminos hacia su punto de total destrucción.
Y ahí estaba Kylo Ren, el Sith temperamental con un casco más grande que su ego. ¿Usar casco en todo momento? ¡Qué gran idea! ¿Evitar las corrientes de aire y mantener el cabello intacto mientras apunta a un consolador? Sin duda, su estilista oscuro merece un premio. Pero ¿qué pasa con las rabietas y el temperamento de niño pequeño? Incluso Anakin Skywalker se retuerce de vergüenza.
Episodio VIII: The Last Jedi – El Último Corte de Escena
Con el regreso del legendario Luke Skywalker, esperábamos una actuación magistral de Mark Hamill. Pero nos quedamos con un Luke gruñón y recluso que probablemente necesitaba más café espacial para despertar. ¡Ah! ¿Y qué tal esa escena de Leia volando por el espacio como Mary Poppins? ¡Nos dejaron boquiabiertos y riendo a carcajadas durante semanas!
Y no podemos olvidar la misión en el casino, donde Finn y Rose se embarcan en una aventura secundaria para liberar a algunos animales espaciales. ¡Exacto! ¿Eso tenía sentido en la historia? No. ¿Fue relevante para el desarrollo de personajes? No. ¿Fue entretenido? No. Entonces, ¿por qué estuvo allí? Tal vez el guion se perdió en el hiperespacio.
Episodio IX: The Rise of Skywalker – La Resurrección de los Muertos
Esta entrega intentó conectar todos los puntos, pero terminó confundiéndonos más que una nave rebelde en un campo de asteroides. ¿Palpatine está de vuelta? ¿En serio? ¿Y cómo regresó de entre los muertos? Oh, es un misterio tan profundo como el agujero negro en el que cayó esta trilogía.
Rey, nuestra heroína sin defectos, resultó ser una experta en todo. Piloto, mecánico, luchadora y maestra Jedi autodidacta; ella podía hacerlo todo. Ni siquiera los manuales del IKEA son tan fáciles de seguir. A veces, parecía que la única debilidad de Rey era su capacidad para fallar en cualquier cosa.
Finn, el stormtrooper renegado que prometía tanto en The Force Awakens, quedó atrapado en un callejón sin salida de personajes secundarios y bromas mal ejecutadas. Su arco argumental parecía una montaña rusa que nunca se elevó realmente. ¿Será que el guionista perdió el mapa del parque temático Star Wars?
Y entonces llegó el momento que nadie vio venir: ¡el beso entre Rey y Kylo Ren! ¿En serio? Apenas unos momentos después de que intentaran asesinarse mutuamente, se besan. ¡Qué romántico! ¿Es esta una forma distorsionada de «el amor está en el aire»? Probablemente se les ocurrió mientras intercambiaban miradas intensas entre peleas con sables láser.
El clímax de la trilogía fue una batalla épica entre el bien y el mal, que se parecía más a un espectáculo de fuegos artificiales. Naves espaciales por aquí, sables láser por allá, ¡y un Palpatine en modo mega-supervillano que no conocíamos! ¿Qué sigue? ¿El emperador bailando el Moonwalk mientras lanza rayos por los ojos?
¿Una Cuarta Trilogía? No, Gracias
En resumen, la tercera trilogía de Star Wars dejó a los fans preguntándose si necesitábamos otra más para deshacer este desastre. La promesa de una nueva esperanza se transformó en una montaña rusa de emociones incoherentes y decisiones cuestionables. Quizás sea el momento de poner la saga en pausa, dejar que la fuerza se recupere y traer de vuelta la magia de la galaxia muy, muy lejana que todos conocemos y amamos. ¡Que la fuerza del sentido común esté con nosotros!