Cada vez que veo un artículo sobre trucos para freidoras sin aire o sobre las ventajas de las freidoras de aire me pregunto sí no será una moda cómo lo fueron en su día las yogurteras o las licuadoras.
Es verdad que la freidora de aire permite cocinar con cierta rapidez y con menos aceite que una freidora tradicional y que apenas queda un hogar español que no haya recibido su correspondiente freidora. Sin embargo también es verdad que unas croquetas preparadas en aceite de oliva a 180º están mucho más buenas que unas cocinadas en estas freidoras modernas o que aunque te diga que son freidoras de aire coma, en realidad sí que necesitan un poco de aceite que tiene que ser pulverizado sobre los alimentos antes de introducirlos en la freidora para que se produzca una verdadera fritura y no un simple horneado de modo que el tiempo que se ahorra por un lado se pierde por otro.
Yo recuerdo el entusiasmo que nos provocaba el «plato crisp» del microondas, que permitía hace las patatas fritas en el microondas y también sé que ahora mismo está en el fondo de un armario porque las patatas fritas como están verdaderamente ricas es cuando se hacen en la freidora. Otro caso parecido.
Yo creo que dentro de unos años se habrá pasado la moda de las freidoras de aire pero en todas las casas habrá una guardada en la despensa junto a la licuadora. ¿Tú no lo ves así?
¿Pero cómo se han hecho tan populares las freidoras de aire?
Para entender cómo han alcanzado esta popularidad, es necesario remontarse a sus orígenes y comprender cómo han evolucionado a lo largo del tiempo.
El concepto de cocción mediante aire caliente no es completamente nuevo, ya que las técnicas de fritura en horno existen desde hace siglos. Sin embargo, la tecnología detrás de las modernas freidoras de aire ha sido desarrollada y refinada en las últimas décadas. La primera patente de una «freidora de aire» fue registrada en los Estados Unidos en 1965 por un ingeniero llamado Gene A. Mann, quien diseñó un aparato que combinaba un horno de convección con un sistema de circulación de aire para cocinar los alimentos de manera más rápida y uniforme.
A pesar de este inicio, las freidoras de aire como las conocemos hoy en día comenzaron a popularizarse a partir de la década de 2000. Marcas como Philips, que lanzó su famosa «Airfryer» en 2010, y otras empresas electrónicas líderes, jugaron un papel crucial en su introducción en el mercado de electrodomésticos. Estos dispositivos revolucionaron la forma en que la gente cocinaba alimentos fritos, reduciendo drásticamente la cantidad de aceite utilizada y, por ende, el contenido calórico de las comidas.
En cuanto a España, la popularidad de las freidoras de aire ha crecido considerablemente en los últimos años. Hay varias razones que explican su éxito en este país.
- Tendencia hacia una alimentación más saludable: La conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada y saludable ha aumentado en España, y las freidoras de aire se han convertido en una opción atractiva para aquellos que desean disfrutar de alimentos fritos sin la culpa de consumir grandes cantidades de aceite.
- Cocina rápida y práctica: La vida moderna a menudo implica un ritmo acelerado y poco tiempo para cocinar. Las freidoras de aire ofrecen una opción rápida para preparar comidas en casa, sin tener que recurrir a restaurantes de comida rápida.
- Versatilidad culinaria: Estos electrodomésticos no solo pueden freír alimentos, sino que también son adecuados para asar, hornear y incluso deshidratar. Su versatilidad a la hora de cocinar ha sido un punto clave para su adopción en los hogares españoles.
- Ahorro energético: En comparación con los hornos convencionales y las freidoras tradicionales, las freidoras de aire utilizan menos energía eléctrica, lo que se traduce en un ahorro en la factura de luz.
- Marketing y publicidad: Las marcas de electrodomésticos han invertido cantidades ingentes en publicidad para promocionar las ventajas de las freidoras de aire, lo que ha contribuido a su difusión y popularización en la sociedad española.