Son las nueve y veinte de la mañana y he salido como casi todos los fines de semana a hacer una ruta en bicicleta de montaña. Cuando subía hacia el Llano de la Perdiz, cerca de la Alhambra, he visto a un grupo de gente con sombreros de paja trabajando en unos plantones de árboles, me ha parecido que los estaban regando y se me ha ocurrido sobre la marcha pararme a hablar con ellos porque creo que hacen una labor de mucho mérito. De entrada estar un sábado de agosto por la mañana en lo alto de un cerro haciendo algo ya tiene mérito y si encima se hace por amor a la Naturaleza, mucho más.
Ahora mismo estoy con Lola Ortega de la asociación Árboles contra el cambio climático en Granada sentado en al lado de la carretera mientras ella me cuenta lo que hacen.
Lola me cuenta que llevan trabajando aquí desde el año 2019 en una zona que es de repoblación participativa y que antes había sido repoblada por voluntarios pero que una vez hecha la plantación se habían olvidado de los árboles y solo habían quedado los agujeros y algunos plantones muertos; desde entonces ellos empezaron con las plantaciones y al acercarse del verano, la época más seca lógicamente, hacen una tarea bastante laboriosa de regadío.
También me cuenta que pese al cariño que le ponen a cada planta, en el año 2021, el 31 de julio, un incendio destruyó prácticamente todo su trabajo pero al tratarse de plantas autóctonas que resisten al fuego ellas mismas han rebrotado y han conseguido sobrevivir, no el 100% pero casi el 50% de las plantas que que se quemaron volvieron a brotar y como las regaron pues ahí están: vivas.
Por ejemplo la encinas y los lentiscos que tenemos ahora mismo aquí enfrente y que tienen como medio metro de altura, se quemaron totalmente; no quedó nada vivo pero al cabo de las dos o tres semanas comenzaron a brotar desde abajo, desde la raíz, porque en las raíces tienen pequeñas yemas. Es una adaptación de las plantas del clima mediterráneo a los fuegos que con frecuencia ocurren en nuestra zona geográfica. Si no se hubieran quemado tendrían un metro y medio de altura tienen ahora medio metro pero ahí están y tienen una raíz muy profunda que les permite sobrevivir ya bastante bien a la sequía y ser más autosuficientes.
La asociación Árboles contra el cambio climático se financia con las aportaciones de voluntarios a través de la plataforma Teaming y también reciben aportaciones de donantes ocasionales. Desde el año 2021 también se han financiado con los premios que han recibido, entre ellos el Tierra de mujeres que les concedió Yves Rocher, y algunas aportaciones de hasta 6000 euros que les ha llegado a hacer la fundación de la Caixa.
Ahora mismo en la asociación participan aproximadamente doscientas personas aunque para las actividades siempre se organizan en grupos más pequeños. Cuando se trata de hacer tareas más pesadas en el campo, como ahora mismo en el verano para regar en pleno mes de agosto, siempre acuden unos poquitos menos pero en las actividades estrella, como las plantaciones que son muy chulas, sí que acuden alrededor de 30 voluntarios cada vez.
Puedes informarte sobre sus actividades y hasta apuntarte a alguna de ellas en su página web. Tienen un grupo de whatsapp muy activo mediante el que se coordinan y puedes contactar con ellos a través del teléfono +34 628 059 765 o de la dirección de correo electrónico lola.acccgranada@gmail.com
Y aceptan donaciones. 😉
Grandes son esta asociación. Gracias por el trabajo y sobre todo el enseñarnos amar a la naturaleza. Un abrazo