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domingo, 22 diciembre 2024

Lo que el viento no se llevó

Ocio y culturaLo que el viento no se llevó

«Lo que el viento se llevó» es una de las películas más famosas y queridas de todos los tiempos. Ganó 10 premios Óscar, incluyendo Mejor Película, y dejó una huella indeleble en la cultura cinematográfica y el paso del tiempo la ha señalado como una película fundacional; realmente ni los años ni el viento se la podrán llevar. 😀 La película sigue siendo un testimonio de la habilidad, la determinación y, tal vez lo más importante, la pura terquedad de los que trabajaron en ella. En el mundo del cine, como en «Lo que el viento se llevó», a veces lo imposible se hace posible.

Si no la has visto, ten en cuenta que es una película larguísima y que hay que organizarse. Lo ideal es quedar con varios amigos una tarde de domingo y preparar una merienda o ir sacando refrescos, cervezas y pipas o palomitas a punta pala. 😀

Antes de empezar

«Lo que el viento se llevó» es como un elegante cisne en un lago: sereno y majestuoso por encima del agua, pero bajo la superficie, un frenético aleteo. La producción de esta película fue un auténtico torbellino de problemas, situaciones inesperadas y decisiones audaces, que de alguna manera, contra todo pronóstico, dieron como resultado una obra maestra.

Empezando por el casting, que fue un espectáculo en sí mismo. La búsqueda de la perfecta Scarlett O’Hara se convirtió en una epopeya. Los productores probaron a más de 1,400 actrices en un proceso que duró dos años. Cuando finalmente eligieron a Vivien Leigh, una actriz británica, para interpretar a la quintaesencia de la mujer sureña, se levantaron más de unas cejas en Hollywood y en todo Estados Unidos. El papel principal masculino, Rhett Butler, fue menos problemático, con Clark Gable como la elección obvia desde el principio, aunque no sin sus propias complicaciones.

La dirección de la película fue otro baile. Originalmente, George Cukor fue contratado para dirigir, pero fue despedido después de tres semanas de rodaje, debido a diferencias creativas con el productor David O. Selznick y, según algunos rumores, desacuerdos con Gable. Victor Fleming tomó el relevo, pero incluso él tuvo que tomarse un tiempo por agotamiento, y fue brevemente reemplazado por Sam Wood. Este juego de sillas musicales en la dirección no hizo más que agregar estrés a un proceso ya de por sí tenso.

El guion fue otro campo de batalla. Sidney Howard escribió la primera versión, pero hubo numerosas revisiones y reescrituras, algunas durante el rodaje. El guion estaba en un estado de flujo constante, lo que probablemente no ayudó a los nervios de los actores y el equipo de producción.

En aquel entonces, «Lo que el viento se llevó» fue la película más cara jamás realizada, con un costo final de más de $3.7 millones, una cifra astronómica para la época. Selznick y su compañía arriesgaron mucho en este proyecto y aunque finalmente fue un éxito comercial y de crítica, en ese momento era una apuesta enorme.

Y no podemos ignorar el contexto histórico y social en el que se filmó la película. Ambientada en el Sur durante la Guerra Civil y la Reconstrucción, representa una visión edulcorada de la esclavitud y los negros en Estados Unidos. Hattie McDaniel, quien interpretó a Mammy y se convirtió en la primera afroamericana en ganar un Óscar, no pudo asistir al estreno en Atlanta debido a las leyes de segregación racial.

Los actores

«Lo que el viento se llevó», un coloso del cine clásico, no solo es recordado por su historia épica y su producción monumental, sino también por las actuaciones magistrales de sus actores principales. Vivien Leigh, Clark Gable, Leslie Howard y Olivia de Havilland trajeron a la vida a los icónicos personajes de esta saga, dejando una huella indeleble en el mundo del cine.

Vivien Leigh como Scarlett O’Hara
Nacida el 5 de noviembre de 1913 en Darjeeling, India, Vivien Leigh, cuyo nombre real era Vivian Mary Hartley, se trasladó a Inglaterra a una edad temprana. Comenzó su carrera en el teatro, donde rápidamente se destacó por su belleza y talento. Su actuación en «Lo que el viento se llevó» fue una de las más destacadas de su carrera, ganándole un Óscar a la Mejor Actriz.

Como Scarlett O’Hara, Leigh encarnó perfectamente la mezcla de determinación, vulnerabilidad y complejidad del personaje. Su interpretación de una mujer que evoluciona de una joven caprichosa a una figura matriarcal fuerte y decidida es considerada una de las mejores en la historia del cine. El papel fue especialmente desafiante, dada la larga duración del rodaje y los cambios constantes en el guion y el equipo de dirección.

Clark Gable como Rhett Butler
Clark Gable, nacido el 1 de febrero de 1901 en Ohio, fue uno de los actores más emblemáticos de la época dorada de Hollywood. Conocido como «El Rey de Hollywood», Gable tenía una presencia en pantalla que combinaba carisma con una masculinidad natural. Antes de «Lo que el viento se llevó», ya había establecido su fama con películas como «Sucedió una Noche», por la cual ganó un Óscar.

En «Lo que el viento se llevó», Gable interpretó al cínico y encantador Rhett Butler, un papel que parecía hecho a su medida. Su química con Leigh fue palpable, y su entrega del icónico diálogo «Francamente, querida, me importa un bledo» se convirtió en uno de los momentos más memorables del cine. A pesar de su excelente actuación, Gable no ganó el Óscar, algo que muchos consideran un desaire histórico.

Leslie Howard como Ashley Wilkes
Leslie Howard, nacido Leslie Howard Steiner el 3 de abril de 1893 en Londres, era conocido por su aire distinguido y su talento para interpretar a personajes introspectivos y nobles. Su carrera incluyó una mezcla de papeles en el teatro y en el cine, destacando en obras como «Pimpinela Escarlata» y «Pigmalión».

En «Lo que el viento se llevó», Howard dio vida a Ashley Wilkes, el atormentado amor platónico de Scarlett. Su interpretación de un hombre atrapado entre su amor por Melanie y su afecto por Scarlett mostró su habilidad para retratar conflictos internos profundos. A pesar de que algunos críticos consideraron que Howard estaba algo mayor para el papel, su actuación sigue siendo elogiada por su sutileza y profundidad emocional.

Olivia de Havilland como Melanie Hamilton
Olivia de Havilland, nacida el 1 de julio de 1916 en Tokio, Japón, comenzó su carrera en el teatro y rápidamente se trasladó al cine, donde formó una famosa pareja en pantalla con Errol Flynn. De Havilland era conocida por su elegancia y su habilidad para interpretar personajes con una fortaleza interior.

Como Melanie Hamilton en «Lo que el viento se llevó», de Havilland ofreció una actuación sobresaliente, representando a un personaje de bondad y fortaleza moral. Su Melanie era el contrapunto perfecto a la impulsiva Scarlett y de Havilland capturó magistralmente la esencia de su personaje. Por este papel, recibió una nominación al Óscar y se ganó una plaza como una de las actrices más talentosas de su generación.

Estos cuatro actores no solo dieron vida a personajes complejos y memorables, sino que también dejaron un legado duradero en el mundo del cine. Sus interpretaciones en «Lo que el viento se llevó» son un testimonio de su habilidad, dedicación y arte. A través de sus actuaciones, la película no solo cuenta una historia épica de amor y pérdida, sino que también ofrece un retrato íntimo y emocional de sus personajes, con los que el público todavía se identifica décadas después de su estreno.

La historia

Esta epopeya cinematográfica, basada en la novela de 1936 de Margaret Mitchell, se estrenó en 1939 y desde entonces, ha cautivado a generaciones con su narrativa, sus personajes y su representación de una era turbulenta en la historia estadounidense.

La historia se centra en Scarlett O’Hara, la caprichosa y tenaz hija de un plantador de Georgia, y su evolución de una joven mimada a una mujer fuerte y resuelta, en el contexto de la Guerra Civil Americana y la Reconstrucción. Scarlett es una mezcla de contradicciones: por un lado, es fuerte, inteligente y decidida; por otro, es egoísta, manipuladora y a menudo carente de empatía. Esta complejidad la convierte en uno de los personajes femeninos más fascinantes de la literatura y el cine.

El interés amoroso de Scarlett, Rhett Butler, es igualmente complejo. Cínico, carismático y realista, Rhett es el contrapunto perfecto para Scarlett. Su relación es tumultuosa y apasionada, marcada tanto por el amor como por la incomprensión mutua. El tercer vértice de este triángulo amoroso es Ashley Wilkes, el amor platónico de Scarlett, un hombre honorable pero indeciso, atrapado entre su amor por Melanie Hamilton y su atracción no correspondida por Scarlett.

La película también es notable por su representación de los horrores de la guerra y sus secuelas. A través de los ojos de Scarlett, vemos la transformación del Sur, desde la opulencia de las plantaciones antes de la guerra hasta la devastación y la pobreza que siguieron. La película no rehúye la brutalidad de la guerra, mostrando campos de batalla sangrientos y hospitales abarrotados.

Lo que cambió en el cine

Lanzada en 1939, en una época convulsa tanto políticamente como socialmente, esta película se convirtió en un espejo y un megáfono de las corrientes culturales y sociales de su tiempo en Estados Unidos.

Para empezar, hablemos del impacto cinematográfico de «Lo que el viento se llevó». Esta película fue una verdadera proeza técnica para su época. La escala épica de su producción, la calidad de su cinematografía, y su uso innovador del color, en una época dominada por el blanco y negro, establecieron un nuevo estándar en el mundo del cine. Fue una de las primeras películas en utilizar el Technicolor de manera extensiva, mostrando a la audiencia una gama de colores vibrantes que antes era inimaginable en la pantalla grande. La escena del incendio de Atlanta, por ejemplo, es un momento icónico en la historia del cine, tanto por su espectacularidad visual como por la complejidad técnica que implicó su realización.

En cuanto a narrativa, «Lo que el viento se llevó» también fue revolucionaria. Adaptada de la novela homónima de Margaret Mitchell, la película presenta una historia compleja y llena de matices, explorando temas como el amor, la guerra, la pérdida y la supervivencia. La profundidad de sus personajes, especialmente Scarlett O’Hara y Rhett Butler, interpretados magistralmente por Vivien Leigh y Clark Gable, respectivamente, mostró al público de la época un nuevo nivel de desarrollo de personajes en el cine.

Pero «Lo que el viento se llevó» no solo es un fenómeno cinematográfico; también es un reflejo de la sociedad estadounidense de su tiempo. La película se estrenó en un momento en el que Estados Unidos aún lidiaba con las secuelas de la Guerra Civil y sus consecuencias en la sociedad. A través de su narrativa, «Lo que el viento se llevó» presenta una visión romántica y a menudo nostálgica del Sur antebellum, algo que resonó con una audiencia que aún estaba procesando el legado de la guerra y sus propias identidades regionales.

En términos de influencia social, «Lo que el viento se llevó» tuvo un impacto significativo en la percepción y la identidad del Sur de Estados Unidos. La película ayudó a cimentar ciertos estereotipos y mitos sobre el Sur y su historia, algunos de los cuales persisten hasta el día de hoy. En cierto modo, la película se convirtió en una parte del imaginario colectivo estadounidense sobre su propio pasado, influyendo en cómo generaciones de estadounidenses comprenden y procesan la historia de su país.

Finalmente, no se puede hablar de «Lo que el viento se llevó» sin mencionar su impacto comercial. Fue un éxito rotundo en taquilla, estableciéndose como una de las películas más taquilleras de la historia, ajustada por inflación. Este éxito no solo llevó al máximo esplendor la carrera de sus estrellas, sino que también demostró el poder del cine como una forma de entretenimiento masivo y como una fuerza cultural en sí misma.

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